GUERRERO (LA SILLA ROTA).- El 19 de diciembre de 2018 un grupo de personas armadas, que los habitantes identifican como miembros del grupo criminal “Los Ardillos”, entró a la comunidad Paraíso de Tepila, un pueblo del municipio de Chilapa. Su intención fue instalarse, como un sinónimo de ampliar poder.
Ese día desaparecieron del pueblo 12 personas, de éstos nueve niños y adolescentes de entre 3 a 17 años de edad; y desde entonces, el pueblo comenzó a deshabitarse.
Ésta es la misma comunidad en la que por varias horas se enfrentaron a balazos supuestos policías comunitarios el domingo por la tarde, hecho en el que asesinaron a 12 personas.
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Durante este lunes por la mañana el vocero de Seguridad, Roberto Álvarez Heredia, informó que hubo otras dos víctimas, además de las 10 que confirmó el domingo por la noche.
Si bien, la versión oficial sostiene que se trató de un pleito entre policías comunitarios, civiles de uno de los grupos se identificaron como policías comunitarios asentados en la comunidad de Rincón de Chautla, que tienen el respaldo del grupo de fundadores de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), entre ellos Cirino Plácido, y denunciaron que el otro grupo eran gente de Los Ardillos, a quienes les impedirles que entraran a Zacapexco y a Rincón de Chautla, para llevarse habitantes, como la vez anterior.
Los policías comunitarios de la CRAC son los mismos que denunciaron la irrupción de Los Ardillos en Paraíso de Tepila en diciembre pasado. Lo hicieron a través de un escrito que entregaron al presidente Andrés Manuel López Obrador en su visita reciente a Tlapa. Al menos eso fue lo que dijeron al hacer llegar copia del texto, además la redacción está dirigida a él.
El grupo que los comunitarios de Rincón de Chautla señalan como “gente” de Los Ardillos, son miembros de la Policía Comunitaria por la Paz y la Justicia que se fundó después de la irrupción armada a la cabecera municipal de Chilapa, ocurrida en mayo de 2015, con el objetivo de detener a miembros de Los Rojos.
Los Rojos y Los Ardillos son identificados por el gobierno de Guerrero como grupos de delincuentes rivales que pertenecen a la Montaña baja, donde Chilapa es el principal municipio.
Actualmente los comunitarios Por la Paz y la Justicia tienen control del corredor que viene de Quecultenango hasta Tlaltempanapa, comunidad de Zitlala, otro municipio de la misma región.
Ese grupo comunitario surgió con la adhesión de habitantes de comunidades que conectan a Chilapa con Quechultenango, lugar que las autoridades ubican como sede de Los Ardillos. Algunas de estas comunidades son San Ángel, El Jagüey, Santa Catarina, Tlamixtlahuacán.
El 26 de diciembre de 2018, según el testimonio que los comunitarios hicieron al Presidente, un grupo de militares y de policías estatales llegaron a Paraíso de Tepila en aparente intervención, por el asunto de las desapariciones e ingreso de armados, pero en lugar de desalojarlos aseguran que permitieron que se expandieran. Se quejaron de que no instalaron un retén militar.
Los comunitarios de la CRAC también señalan a la gente de Los Ardillos de amenazar a maestros asignados a planteles de Zacapexco para que no acudan a la comunidad. La última amenaza a los docentes, denunciaron en documento entregado, es del 7 de enero pasado.
Por todas esas razones es que en el mismo texto pidieron a López Obrador que interviniera para frenar la violencia en esa zona indígena nahua.
En la actualización que difundió el vocero del enfrentamiento de este domingo, se supo que además de la docena de víctimas, hay cinco lesionados.
También agregó algunos detalles y modificó la versión de que eran dos grupos de comunitarios los enfrentados, ahora los identificó como miembros de la CRAC y civiles armados. “(…) Los comunitarios repelieron la agresión, lo que provocó que los sujetos armados se dieran a la fuga con dirección a la localidad de Hueycantenango, dejando abandonados los vehículos en los que se transportaban”, se lee en una parte del nuevo comunicado.
mvf