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La "Sosa Nostra", el grupo que se apoderó de Morena en Hidalgo

Gerardo Sosa Castelán ha sido líder del grupo universidad, uno de los más poderosos en Hidalgo, que ahora se hizo cargo de Morena en el estado

Escrito en ESTADOS el

El periodista Miguel Ángel Granados Chapa le llamó La Sosa Nostra, en alusión a la sociedad criminal siciliana La Cosa Nostra, por la violencia con la que se condujo la organización estudiantil que lideró. La carrera política de Gerardo Sosa Castelán acumula, además, acusaciones por atentados, traiciones y cacicazgo, debido al control que ejerce en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

Tras su renuncia al PRI, después de 30 años de ostentar cargos por esas siglas, Gerardo Sosa Castelán obtuvo candidaturas a diputaciones locales y federales para su grupo, así como la rectoría del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Hidalgo, con lo cual, denunciaron militantes –que reclaman derecho a participar en un proceso electivo democrático–, relega a activistas de izquierda y luchadores sociales que respaldaron, desde 2006, el proyecto político de Andrés Manuel López Obrador.

Da Morena candidaturas a Grupo Universidad en Hidalgo

El oriundo de Acaxochitlán, un municipio rural con 75 por ciento de pobreza según Coneval, es líder del Grupo Universidad, un exbrazo político del Partido Revolucionario Institucional que, afirmó Granados Chapa en su libro Constancia Hidalguense (Grijalbo, 1999), nació con el apoyo del exgobernador Jorge Rojo Lugo, quien, en la década de 1980, utilizó a jóvenes estudiantes como instrumento de choque.

El origen es la extinta Federación de Estudiantes Universitarios (FEUH), la cual acumuló 170 averiguaciones previas por robo, lesiones y secuestro entre 1987 y 1988, de acuerdo con el recuento documental que el historiador Arturo Herrera Cabañas incluyó en su obra Política y Gobierno de Hidalgo.

“La FEUH sirvió desde sus comienzos como trampolín político”, aseveró el autor, cuya obra, escrita en las postrimerías de la década de 1980, permaneció inédita cinco lustros, y ejemplificó que en la época del gobernador Manuel Sánchez Vite fue diputado Abel Venero, expresidente de esa Federación, a cuyos miembros imputaron el tiroteo a las instalaciones del periódico El Nuevo Día, el 6 de junio de 1988; el asesinato, a golpes, de un taxista, el 11 de mayo, y la muerte de una mujer en un bar, el 13 de junio de 1987.

Sin embargo, “lo que marcó definitivamente a la organización fue la llegada a su presidencia de Gerardo Sosa Castelán”, a quien el académico definió como un “hábil e inescrupuloso político que ha llegado a convertirla en el núcleo de un grupo de poder que extiende sus brazos por distintos ámbitos”.

El autor definió a Sosa, quien, en su ascensión política, llegaría a ser rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), como una persona “de un carácter extremadamente violento”, quien, afirmó, “ha logrado imponer su voluntad en los que le han sucedido en el cargo, ya sea por la fuerza o por la negociación”. Esa, expuso, fue la forma mediante la cual tomó el control de esa institución.

Con el liderazgo del Sosa, el Grupo Universidad acumula 36 años en el Poder Legislativo local, a través de catorce curules otorgadas por el PRI, una más por Acción Nacional (PAN) y otra por Movimiento Ciudadano, institutos opositores a su partido para los cuales realizó operación política.

El Revolucionario Institucional, sin embargo, se resistió a expulsarlo, pese a presuntamente infringir siete causales que derivarían en su baja definitiva, con base en el artículo 148 del Código de Justicia del PRI: Realizar actos con la pretensión de provocar divisiones en el partido (inciso V), obstaculizar campañas (IV), realizar acciones políticas contrarias a los documentos básicos del PRI y propagar principios contrarios a éstos (III y II), atentar contra la unidad ideológica, programática y organizativa del partido (I), así como solidarizarse con la acción política de partidos antagónicos (VII y VIII).

Según Herrera Cabañas, la búsqueda del poder político, y del control de la UAEH, derivó en enfrentamientos y ataques, incluso armados.

En Política y Gobierno de Hidalgo, el escritor narra una disputa estudiantil por el control de la FEUH, cuando Edmundo Paniagua Vargas aspiraba al puesto en 1979 y competía contra el candidato oficial de Gerardo, el ahora presidente del PRI en la Ciudad de México Francisco Olvera Ruiz, quien gobernó Hidalgo de 2011 a 2016.

La confronta, afirmó, surgió porque Paniagua, quien después se uniría al Grupo Universidad, acusó al nativo de Acaxochitlán de malversar dos millones de pesos donados por las secretarías estatales y la CNOP.

“Los seguidores de Sosa desalojaron con gas lacrimógeno del edificio de la FEUH a los que apoyaban a Paniagua y secuestraron violentamente al presidente de la sociedad de alumnos de la Preparatoria Número 3”.

Además, el historiador relató que, impuesto Francisco Olvera en la dirigencia de la federación, “todavía fue atacado con metralletas al mejor estilo de Chicago cuando estaba en el interior de una camioneta propiedad del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, estacionada frente a la Preparatoria 1, resultando lesionados dos de sus acompañantes”.

Pero el actuar violento del grupo que lideraba también estuvo a punto de costarle la vida, según Herrara Cabañas, quien relató que Zenaido Meneses, un alumno irregular que, acotó, era su brazo armado “estuvo a punto de matarlo en una ocasión en que le disparó a quemarropa en el edificio central de la UAEH”, mas “alguien levantó la mano de Zenaido en el último momento”.

Ese enfrentamiento, añadió, le costó que su precandidatura a diputado fuera retirada.

Gerardo Sosa, actual presidente del Patronato Universitario, aceptó que desde hace 30 años la Universidad está secuestrada, pero, “es para generar mejor educación en el estado”, dijo cuando confirmó su renuncia al PRI, el pasado 23 de febrero.

 “Hace 30 años teníamos 20 mil alumnos y la secuestramos para que hoy se tenga 55 mil alumnos. Tenía 500 profesores, hoy tenemos 5 mil profesores, hace mucho tiempo no se tenía investigación; hoy somos premio nacional de grupos consolidados en investigación durante cinco años. Aquí el secuestro ha dado resultados”, indicó, aunque después de emplearla dijo no estar de acuerdo con la palabra “secuestro” para definir el control en la institución.

Por su renuncia al partido por el cual buscó tres veces ser candidato a la gubernatura de Hidalgo, recibió como pago candidaturas.

Controlan Morena; relegan militantes

Tras la adhesión de Sosa a Morena, el partido de López Obrador le entregó candidaturas a diputaciones locales y una posición plurinominal en el congreso federal.

Las posiciones las ocupan miembros de su círculo político, cuyos integrantes lo han acompañado en el intento de creación del Partido de la Sociedad Hidalguense, Acción Nacional y Movimiento Ciudadano, el cual controlaba desde 2016 y fue dirigido por su hermano Damián Sosa, también exmiembro de la FEUH, de junio de 2017 a marzo de 2018. 

Humberto Augusto Veras Godoy, rector de la UAEH de 2010 a 2016, será postulado por el distrito XIII Pachuca Poniente; Jorge Mayorga Olvera, presidente del Consejo Estudiantil Universitario, por el distrito XVIII, con cabecera en Tepeapulco, y Rafael Garnica Alonso, expresidente de la Fundación Hidalguense, que depende de la UAEH, por Apan.

Por Villas del Álamo contenderá la directora de Vinculación de Egresados, Roxana Montealegre Salvador, quien fue regidora capitalina, por Acción Nacional, de 2011 a 2016, mientras que la directora de la Escuela Superior de Tepeji, Nohemí Zitle Rivas, será la abanderada de Morena por el distrito XV, por el cual contendió por MC.

Por estas postulaciones, aspirantes a diputaciones que acusaron haber sido relegados por el Grupo Universidad ingresaron una impugnación en contra de estos candidatos externos.

“Morena es un partido joven, pero su proceso de descomposición ha sido mucho más rápido que otros institutos como el PRD”, afirmó el presidente de la Comisión Permanente del Consejo Estatal, Luis Rey Guillén Espinoza.

Información de Sosa, bajo reserva

Con el argumento de “poner en riesgo la seguridad”, la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) mantienen como “información reservada” los cargos y salarios de Gerardo Sosa, desde su ingreso como docente a la Preparatoria Número 3, hasta el último puesto ejercido dentro de la institución.

Actualmente, afirma la casa de estudios, no recibe pago por su función en el Patronato; sin embargo, insistió que no pueden revelar la trayectoria laboral y los sueldos recibidos por el exlíder de la extinta FEUH desde su egreso, en 1979, del Instituto de Ciencias Sociales (ICSO), e incorporación como profesor de Introducción al Estudio del Derecho –aunque no hay constancia de que haya impartido cátedra–.

Además de ese cargo, el también expresidente del Comité Directivo Estatal del PRI fue, a los 26 años, académico de tiempo completo en el ICSO (hoy ICSHU), secretario general y rector de la UAEH. 

El exrector fue diputado federal en los periodos 2000-2003 y 2006-2009, postulado por el Revolucionario Institucional, al que, en su renuncia, responsabilizó de tener a los hidalguenses “hundidos” en un “rezago inaceptable”.

Herrera Cabañas, también activista político y luchador social, afirmó que “La Sosa Nostra, porros o vándalos (nombres ganados a pulso) está integrado por aquellas esferas de poder donde Sosa Castelán ha sentado sus reales”, el cual, aseveró, inició con la eliminación de profesores exigentes cuando era estudiante, para pasar a la “gestión ilegal de trámites como acreditación de materias no cursadas” y hasta la “venta de títulos profesionales”.

Treinta y ocho años después, con la estructura política que emanó de la FEUH y le ha sido leal desde la juventud, rige al Movimiento de Regeneración Nacional en Hidalgo.

mvf