El presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Baja California Sur, Silvestre de la Toba Camacho, fue asesinado por un grupo armado la noche de este lunes. En el ataque perpetrado junto a su familia también murió su hijo Fernando de la Toba Lucero y su esposa e hija resultaron heridas.
Los escenarios de violencia, en lo que era un paraíso turístico para connacionales y extranjeros, se han vuelto cotidianos: Policías asesinados, cuerpos torturados y mutilados arrojados en las autopistas, balaceras en vía pública a plena luz del día.
Pero, ¿a qué se debe?, de acuerdo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la principal causa se debe a dos organizaciones criminales: el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El Cártel de Sinaloa se ha visto fraccionado a causa de la detención de sus principales líderes, como Dámaso López, alías “El Licenciado”, y Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.
Lo que sería el debilitamiento del cártel, provocó que en Baja California Sur, territorio dominado por dicha organización criminal según la DEA, sea escenario de disputas contra el CJNG, el cual tenía algunas zonas en su control.
Sin embargo, no es todo el Cártel de Sinaloa el que combate contra los de Jalisco, sino una fracción alineada con “El Licenciado”, misma que al parecer tiene una riña interna con los hijos de Guzmán Loera.
Esta guerra entre cárteles sería evidenciada con narcomensajes dejados por diferentes partes de la entidad.
La importancia de Baja California Sur es en dos vertientes, su cercanía con Estados Unidos, principal clientes de los cárteles de la droga, así como por el narcomenudeo local, que por la zona turística es de gran importancia.
Los últimos dos homicidios registrados se suman a los 409 asesinados en el estado de enero a octubre del 2017, mismos que casi duplican a los 192 reportados en todo el 2016.
Otros delitos como la extorsión y secuestro rebasan los casos denunciados el año pasado.
En todo el 2016 se denunciaron 139 casos de extorsión, lo que significa un aumento del 30% con respecto a los 200 reportes del mismo delito en lo que va del 2017.
Mientras que en secuestro, se han denunciado sólo tres casos en el presente año, sin embargo el año pasado no hubo ninguna denuncia referente.
Lo anterior de es de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Por su parte, el Semáforo Delictivo coloca en alerta siete de los ocho delitos de alto impacto en Baja California Sur.
La violencia en la entidad no sólo continua, si no que va a la alza, con el pronóstico poco alentador de que seguirá.
rgg