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Seguimos viviendo en casas que nos regalaron los chinos

A casi dos meses del temblor más fuerte en México, estas casas de plástico provisionales han dado cobijo a cerca de 50 familias en Villaflores, Chiapas

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Escrito en ESPECIALES LSR el

En el ejido de Jesús María Garza, del municipio de Villaflores, Chiapas la vida en las calles recobra su normalidad después del sismo de 8.2 grados del pasado 7 de septiembre. El paisaje urbano rural no será el mismo. Las casas afectadas ya fueron demolidas, en su lugar quedaron predios vacíos, muros que cubren huecos de lo que alguna vez fue un hogar.

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En el lado norte del pueblo de entre la zona más devastada se asoman todavía mega tiendas de campaña de color azul, que fueron donadas a esta comunidad por la República de China. 

A casi dos meses del temblor más fuerte que se haya tenido registro en México, estas casas de plástico provisionales han dado cobijo a cerca de 50 familias. Los han protegido del viento, calor, lluvias y de las réplicas que siguen cimbrando a la región fraylesca de Chiapas. 

Guillermina Pérez Pérez fue una de las beneficiarias por el gobierno chino. Comenta que al principio estas tiendas fueron una bendición y aunque su casa fue declarada pérdida total, aún no recibe el apoyo de 120 mil pesos que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) otorga a los más afectados. 

El Presidente Enrique Peña Nieto ofreció la cantidad de 120 mil pesos a los que perdimos nuestro patrimonio. Él lo está cumpliendo, pero las personas que dan la tarjeta, pienso que no. Es lo que estamos viendo y ojalá que llegue esa ayuda para que sigamos construyendo nuestra casita”

Cuenta que a sus vecinos ya les llegaron las dos tarjetas con 30 mil pesos, 15 mil en cada una. Con ese apoyo comienzan a construir. Sin embargo, ella todavía está a la espera. No es la única. 

“Pido que si me pueden apoyar para ir construyendo nuestro hogar. No demolimos toda la casa, queda una galera. No lo hicimos porque no queríamos quedar en la pampa”. 

Su esposo tiene 95 años, ella tiene 70 y con ellos vive una hija que sufre de ataques epilépticos. “Tiene una enfermedad terrible y no puedo trabajar para poderla atender, mi esposo tiene tres años que ya se retiró. Ahí lo vamos pasando como Diosito nos ayude”. 

Mientras que le llega el apoyo del  Fondo de Desastres Naturales (Fonden), su familia vive en la tienda de campaña que le donó China.  

A dos meses del sismo vivimos en casas que nos regalaron los chinos. Estamos agradecidos con ese país porque nos mandaron una muy buena sombra para protegernos”
 

A los pocos días del sismo del 7 de septiembre, personal de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) llevó las casas de campaña chinas. Primero la instalaron afuera de su vivienda, después la pusieron adentro en el patio y desde entonces ese es su refugio. 


“Con el temblor cayeron las tapias, quedó bien fracturada y venían a decirnos que nos saliéramos porque iba a caer lo demás que quedó en pie. Al momento nos dieron esas casas chinas donde ahí seguimos”. 

En Jesús María Garza hay mil 459 casas en las cuales viven seis mil 225 habitantes. Este pueblo que se dedica a la agricultura y ganadería poco a poco se recupera de la tragedia. El comercio local también recobra su rumbo.