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¿Quiénes eran las víctimas de la Narvarte?

Murieron un fotoperiodista, una activista, una colombiana, una joven "de ojos grandes" y una señora que llegó temprano a hacer su trabajo

Escrito en ESPECIALES LSR el

El pasado viernes se registró un crimen en el que cinco personas murieron en un departamento de la colonia Narvarte, en la Ciudad de México, conoce los perfiles de las víctimas, entre las que se encontraba un fotoperiodista y una activista.

 

Rubén, el 88

Rubén Espinosa, nació en la Ciudad de México en 1984, era especialista en la cobertura de movimientos sociales y, en los últimos años, defensor de la protección a los periodistas y desconfiado.

 

Lo anterior le vino luego de desarrollar su trabajo durante los últimos ocho años en Veracruz, una entidad que registra los más altos índices de atentados contra periodistas (cuatro han sido asesinados en los últimos cinco años).

 

Ante la oleada de violencia en el estado y luego de denunciar que era víctima de persecución por parte del gobierno del actual gobernador, Javier Duarte, en junio pasado se "auto exilió" –como lo nombró el propio Rubén – en el Distrito Federal.

 

"Yo no confío en ninguna institución del Estado, no confío en el gobierno, temo por mis compañeros, temo por mí", declaró el fotoperiodista freelance de la revista Proceso y de la agencia Cuartoscuro.

 

Rubén Espinosa también aseguró que una fotografía incomodó al gobernador Javier Duarte, una imagen en la que el político priísta aparece de perfil con una gorra de policía. Sin embargo, familiares y conocidos aseguran que no solo fue una foto, sino todo el activismo del joven lo que lo hizo incomodo a la administración de la entidad.

 

Antes de dedicarse a la cobertura de manifestaciones, Rubén fue el fotógrafo del entonces candidato a la gubernatura de Veracruz, Javier Duarte. Sin embargo, se alejó de la vida institucional para afianzarse en el fotoperiodismo.

 

Quienes lo conocieron en las últimas semanas de su vida lo retratan como un joven paranoico, listo para fotografiar a quien lo estuviera siguiendo, enviaba mensajes al menos cada dos horas, avisaba si se movía de lugar, con quién estaba, quién le realizaba una entrevista, cuando se subía al taxi, cuando iba en el Metrobús, cuando entraba en el Metro o cuando salía de éste.

 

“Un chavo con delirio de persecución”, lo definen. 

 

El 30 de julio pasado, un mes y medio después de llegar al Distrito Federal, Rubén Espinosa salió a un bar con dos amigos, una era la activista y promotora cultural de origen chiapaneco Nadia Vera quien compartía departamento con otras tres chicas, una era colombiana. Llegaron al lugar alrededor de las 02.00 de la madrugada del viernes 31 de julio.

 

Rubén fue asesinado con el tiro de gracia entre las 12:30 y las 15:00 horas del viernes 31 de julio. Rubén Espinosa, se convirtió aquella tarde en el periodista número 88 en ser asesinado en México desde el año 2000.

 

 

Yesenia, “de ojos grandes”

Yesenia cumplió 19 años el 4 de septiembre de 2014. Las versiones oficiales señalan que era maquillista y estudiaba belleza. Sus amigos de Mexicali, Baja California, poco sabían de su profesión. Aseguran que sólo le gustaban las motos y que pertenecía al club de “las chicas de ojos grandes y sonrisas generosas”.

 

En sus cuentas de redes sociales Yesenia Quiroz Alfaro mostraba muy poco de su familia. Aseguraba ser hermana gemela e integrante de una agrupación llamada Dablos bikers.

 

La mayoría de las imágenes son de su vida en Mexicali, muy pocas en Acapulco y sólo un par en el Distrito Federal a donde llegó a vivir hace unos meses, probablemente, para huir de la relación desgastada con su mamá.

 

A Yesenia se podría atribuir la música de banda que los vecinos del edificio número 1909 escuchaban los fines de semana, era amante de Espinoza Paz y Julión Álvarez.

 

La foto más famosa de Yesenia es un selfie frente al espejo, la boca entreabierta, el cabello negro ondulado casi a la cintura, los labios de rojo carmesí y una pulsera negra. Sin embargo hay otras impresiones de su vida: con vestido verde, rojo, enviando besos, montada en una deportiva.

 

Las autoridades del Distrito Federal no han determinado aún la conexión que trajo a Yesenia a vivir al departamento de la colonia Narvarte. Las investigaciones la ubican el jueves 30 de julio en el lugar al que el fotoperiodista Rubén Espinosa llegó alrededor de las 02:00 de la madrugada.

 

En el mismo sitio se encontraba una joven colombiana de nombre Nicole quien estaba acompañada de tres amigos. Yesenia habitaba el departamento con ella, con Esbeidi y con Nadia.

 

Yesenia, la de sonrisa generosa, acabó sus días en un cuarto junto a su roomie Nicole, con un balazo en la cabeza y con signos de abuso sexual y de tortura.

 

 

Nadia, la incómoda

Nadia Dominic Vera Domínguez marchó el 20 de noviembre de 2012 en la conmemoración de la revolución mexicana en Xalapa, Veracruz. Era estudiante de la Universidad Veracruzana y por aquel entonces, integrante del movimiento #YoSoy132.

 

La mujer de origen chiapaneco estuvo en la lista de estudiantes de la UV y del Frente Contra la Imposición que aquel día fueron detenidos y golpeados por elementos de la policía estatal vestidos de civil.

 

Nadia participaba en actividades del Centro Cultural Casa Magnolia, asediada por el gobierno de Javier Duarte en distintas ocasiones.

 

Por ejemplo, en abril de 2013 Abraham Caballero Martínez, activista del movimiento #YoSoy132 y encargado de Casa Magnolia fue arrestado por la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI) tras ser acusado del homicidio de la sexoservidora Gabriela Nayeli Díaz Hernández.

 

"Reclamamos que se esclarezca el caso y se haga una investigación justa, seria y apegada al debido proceso", manifestó Nadia el 7 de mayo, un par de días después de la detención de su compañero.

 

Vera, integrante de la Asamblea Estudiantil de Xalapa, se preparaba para ser la productora general del festival de nuestras escénicas Cuatro por Cuatro.

 

También en los últimos años, los estudiantes de la Facultad de Humanidades de la Universidad veracruzana han estado bajo asedio.

 

Dos días antes de las elecciones del pasado 7 de junio, un comando de 10 hombres con chalecos de la SSP veracruzana entró a un departamento en las inmediaciones de dicha facultad y golpearon –incluso con machetes– a varios estudiantes.

 

Dos perdieron la dentadura, otro presentó dislocación de la mandíbula y otro más recibió un machetazo en la cara. Alumnos de la facultad ligaron este hecho como represalia a un ataque perpetrado por jóvenes encapuchados a las instalaciones del Instituto Nacional Electoral (INE) el 1 de junio. 

 

 

Alejandra

 Un halo de misterio ronda la muerte de Alejandra. Tenía 40 años, era madre soltera, se había separado de su pareja recientemente y el viernes 31 de julio llegó al departamento de la colonia Narvarte a las 09:00 horas para hacer su trabajo: limpiar el lugar, barrerlo, trapearlo, lavar los trastes, limpiar las ventanas, recoger los cuartos.

 

Alejandra hizo un trayecto desde el Estado de México para llegar al departamento a las nueve de la mañana, a partir de ahí la línea del tiempo lleva a un desenlace fatal para ella y para otras cuatro personas: al menos tres personas las ataron con cinta industrial –a Alejandra la encerraron en el baño y le dieron un tiro en la cabeza–, los torturaron, las violaron, y los ejecutaron. 

 

Según las indagatorias de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) a Alejandra no la violaron, no la torturaron, sólo la encerraron en el baño y le dieron un tiro en la cabeza, para no dejar testigos.

 

 

Nicole, la clave

Los tres probables asesinos de las cinco personas en la colonia Narvarte conocían a Nicole. Una joven colombiana de 29 años que trabajaba eventualmente como edecán.

 

La joven sudamericana habría entrado al país hace cuatro semanas como turista y llegó a vivir al departamento de la Narvarte –aunque aún se desconoce a invitación de cuál de las tres inquilinas–medía aproximadamente 1.60 de estatura y tenía “rayos” en el cabello.

 

Nicole fue la víctima en la que los signos de tortura –que especialistas como Gabriel Regino detallan que es utilizada para obtener información– y abuso sexual fueron más severos.

 

Una línea de investigación de la PGJDF apunta a que Nicole  fue el blanco de una venganza por parte de bandas colombianas que en los últimos meses se han dedicado al robo de casa-habitación en zonas de alta plusvalía en el Distrito Federal.

 

Dicha versión descartarían el móvil de una venganza contra Rubén Espinosa por su trabajo periodístico y por el que, a decir de él mismo, tuvo que huir de Veracruz y autoexiliarse en el Distrito Federal. 

 

lrc