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¿Por qué las mujeres no denuncian hostigamiento sexual? Ellas lo hicieron

En México, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo Nacional, 7 de cada 10 mujeres sufre violencia y el 98 por ciento de los casos denunciados quedan en la impunidad

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Escrito en ESPECIALES LSR el

En 2014, seis mujeres denunciaron en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias a un jefe por hostigamiento y abuso sexual. Primero lo comunicaron a la dirección de la institución, que en lugar de abrir una investigación, se lo informó al médico. Él las demanda penalmente por amenazas, respaldado por el área jurídica del INER. 

Se les giró orden de aprehensión que al final no se cumplimentó. Las mujeres se acercaron a la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevintra), donde la entonces directora les preguntó ¿no será que las seis quieren con él y hasta hoy lo denuncian? y se negó a llevar el caso. 

Denunciaron en la Secretaría de Seguridad Pública a la directora de Fevintra, al médico en el órgano interno de control y en el Comité de Hostigamiento de la Secretaría de Salud, el cual decidió que lo que las mujeres vivían en su entorno laboral no era hostigamiento.

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El órgano de control resolvió que no iba a levantar la queja, porque afirmó que las mujeres mentían. “Tuvimos que hacer de todos los recursos en este largo camino que iniciamos en 2014 y está a punto de concluir en 2019. Finalmente a través de nuestra queja, denuncia y apoyo de mujeres. Hoy este hombre tiene 10 años de inhabilitación por parte de la Secretaría de la Función Pública y del poder administrativo”, relató Patricia Olamendi, abogada del caso. 

Fue detenido se ejecutó orden de aprensión. En el juicio, que por momento lo llevó en la cárcel y otros en libertad, hubo de todo: magistrados y magistradas que reconocieron los derechos humanos de las seis mujeres, pero también jueces con una nula perspectiva de género. 

Cinco años después de la demanda penal se está a la espera de la sentencia, que de ser favorable para las mujeres, Olamendi señaló que marcaría un precedente en la lucha en contra del hostigamiento y abuso sexual, pues sería la primera en estos tipos de casos. 

En 2017, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió la recomendación 37, donde por primera vez se reconoce que el hostigamiento sexual es una violación a los derechos humanos. 

La vida de las seis víctimas en estos 5 años ha sido muy complicada. Las mandamos a un tratamiento psicológico que terminó siendo psiquiátrico. El estrés postraumático y la situación que han vivido, obligó a que la mayoría esté medicada. Fueron agredidas fisicamente, fueron arrumbadas en una bodega en el INER. Finalmente se logró sanciones. Pero lo que han vivido ha sido un infierno”.

La resistencia del sistema judicial mexicano 

En México, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo Nacional, 7 de cada 10 mujeres sufre violencia y el 98 por ciento de los casos denunciados quedan en la impunidad. 

Para Olamendi, ex diputada y una de las promotoras que logró la tipificación del hostigamiento sexual en el código penal federal hace 30 años, señaló que la denuncia de ese delito en México es sinónimo de revictimización y violencia institucional hacia las mujeres. “Hay un Estado omiso, que no termina de comprender el contexto en el que vivimos”. 

Reiteró que el sistema de justicia mexicano está negado a dar justicia. “Después de 30 años del tipo penal (por el delito de hostigamiento), en el país no hay ninguna sentencia y no existe jurisprudencia”. Por eso, la importancia del caso de las seis mujeres del INER. 

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A pesar de que en México, el marco normativo en lo penal y administrativo es robusto donde se reconocen los tipos de violencia hacia las mujeres y se contemplan sanciones, diversas organizaciones y activistas, han documentado una serie de violaciones a los derechos humanos a la que llamaron “ruta de impunidad”, la cual se establece desde el momento que las mujeres se acercan a la autoridad a pedir protección o presentar una denuncia. 

Estas violaciones a los derechos humanos tienen que ver con la reevictimización de las mujeres que denuncian, la pérdida de evidencia en los Ministerios Públicos, la falta de capacitación con perspectiva de género por parte de los funcionarios públicos desde policías hasta jueces. 

Para Andrea Medina Rosas, abogada feminista, señaló que esa ruta de impunidad se alimenta del desconocimiento de las leyes, tanto de los servidores públicos como de las víctimas. 

Si no conocemos la normatividad al respecto lo que hacen las autoridades es decir a mí no me toca. Si no sabemos bien todas las opciones que existen, se genera una ruta de impunidad, donde al acudir a la primera instancia o al órgano de control para denunciar, no responden y no toman medidas de protección, y en su caso me rescinden el contrato laboral”.

Refirió que hay un caso en Michoacán de unas chicas que denunciaron hostigamiento sexual en su Universidad y a pesar de que hay un protocolo tuvieron que estudiarlo, porque las autoridades les decían que no se podían proceder ciertas cosas cuando si se puede. 

La gran dificultad para denunciar, agregó Medina Rosas, se encuentra en quienes operan la ley, ya que no han sido capacitados y especializados. “No hay un perfil adecuado. Están personas que obstaculizan. Por otro lado hay comunidades y ahí hay responsabilidades en el ámbito educativo en donde no se ve este tema como un problema público y de Estado, sino como algo privado”. 

Señaló que parte de lo que evidenció el movimiento #MeToo en México en las últimas semanas es que no hay las condiciones y no existe el contexto para poder denunciar penalmente violencia sexual. “Por eso las chicas decidieron hacerlo de manera confidencial y la respuesta fue de linchamiento. Hay que construir esas condiciones. Todavía hay mucha desinformación en el tema”. 

djh