Main logo

El paradero de autobús que es un peligro para las mujeres

En el fraccionamiento Geo Villas del Puerto se han registrado 40 ataques sexuales en los últimos cuatro años

Escrito en ESPECIALES LSR el

Veracruz, Ver. En el puerto de Veracruz es un lunes cualquiera a las 8:00 de la mañana, cuando Patricia sale con temor de su hogar para ir a su trabajo. Su temor no es gratuito: la noche anterior una de sus vecinas le informó que justo en el lugar donde toma el transporte público hubo un nuevo abuso sexual. 

TAMBIÉN PUEDES LEER: Los diez municipios más violentos de Veracruz en 2017

A ella no le ha ocurrido nada, pero sus precauciones son máximas, cuenta.

Aquí, en el Fraccionamiento Geo Villas del Puerto, al poniente de la ciudad de Veracruz, las mujeres viven con terror de salir a la calle ante la serie de violaciones sexuales registradas en la parada de autobuses ubicada frente al complejo habitacional. 

Es un tramo de  banqueta con tierra y hierba a medio crecer, que está respaldada por las bardas blancas que rodean un terreno abandonado, donde los autobuses hacen la parada. No hay una banca como en otras ciudades, una señal o un techo que lo indique. Pero los colonos de aquí, como en otras colonias, saben dónde es el sitio donde el transporte público decide frenar, a falta de una señalización adecuada. 

Según el Instituto Municipal de la Mujer de Veracruz (IMM), en ese lugar han contabilizado 40 ataques de esa índole, en los últimos cuatro años, sin que alguna autoridad ponga un alto al problema. 

(La casa se encuentra abandonada a unos metros de la parada de autobús y es donde se han cometido los abusos sexuales)

Las agresiones fueron ejecutadas en terrenos baldíos adyacentes a la parada de camiones, en un predio conocido como Tembladeras, un área natural protegida, por ser humedal, que es propiedad del gobierno del estado de Veracruz y ubicado a unos 100 metros de la Fiscalía Regional de la zona centro. 

(La casa se encuentra abandonada a unos metros de la parada de autobús y es donde se han cometido los abusos sexuales)

Patricia trabaja desde hace años en una plaza comercial en Boca del Río. Dado a que las rutas que ingresan al Fraccionamiento Geo Villas del Puerto sólo la llevan al centro y a la zona de mercados, se ve obligada a salir caminando a la carretera federal a Xalapa. 

Allí, ella debe atravesar un carcomido puente peatonal de acero, del otro extremo está la parada de camión que la lleva a su jornada laboral. La espera, en los últimos meses, es un martirio. 

Cuando cruzamos tenemos que esperar nuestro camión con miedo, porque de ese lado sólo hay monte, mucha vegetación y es ahí donde dice la gente que el violador empuja a las mujeres para llevarlas hasta una casa abandonada".

El fin de semana, una ciudadana denunció en redes sociales que una vecina fue atacada por un sujeto encapuchado, de tez morena y ropa deportiva. 

La publicación, que duró sólo unos minutos pues fue borrada a petición de la víctima, relata como el delincuente salió de la maleza y arrastró a su víctima amenazándola con un cuchillo. 

Aunque todavía no era noche, nadie ayudó a la mujer que más tarde, según la publicación, fue maltratada por el personal de la Fiscalía, que ni se inmutó por hacer algo por ayudarla, pese a que el sitio del ataque está a unos cuantos metros de su sede. 

En el 2016, la entonces directora del Instituto Municipal de la Mujer Belén Exome Palmeros reportó cuatro casos de abusos sexuales tan sólo en agosto. 

En esa ocasión descartó que el agresor fuera una sólo persona, pues según ella, ya habían detenido a dos de los responsables y las autoridades buscaban a otros copartícipes. 

Sin embargo, tras esas detenciones los casos siguieron y ahora ya suman 40, lo que ha prendido las alarmas en el ayuntamiento, que exigió la presencia de más elementos de la Policía Naval, en el lugar. 

En esa ocasión, el gobierno estatal, a través de la Secretaría de Medio Ambiente, también dijo que rehabilitaría la casa abandonada que está dentro de Tembladeras, con la finalidad de volverla un centro de investigación e inhibir esos delitos, sin embargo, hasta ahora no han hecho nada, y la casona sigue abandonada.