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El nuevo brote: discriminación y agresiones contra personal de salud

Personal de salud ha sido el blanco de actos de discriminación y agresiones, no importa que están cuidando de pacientes como si fueran su propia familia

Escrito en ESPECIALES LSR el

Una enfermedad social ha comenzado a diseminarse a consecuencia del covid-19: la de la discriminación.

Médicos, enfermeras, enfermeros, paramédicos, en general trabajadores del sector salud, han sido blanco de agresiones y actos de discriminación por parte de la población ante el temor al contagio. 

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“Aquí no, no te puedes sentar, vete parada, no tienes ni porque subirte aquí; vienen aquí a ponernos en riesgo. Bájate, bájate”, le dicen a una enfermera al utilizar el transporte público en Morelos para trasladarse a su trabajo.

Un grupo del personal de enfermería en el estado de Morelos, contó a La Silla Rota la discriminación que han enfrentado, sobre todo en el transporte público.

“Me dirigía al hospital donde trabajo, subí a la ruta, me iba a sentar y una señora me dijo, ‘aquí no, no te puedes sentar, vete parada, no tienes ni porqué subirte aquí; vete en uber, con el chingo de dinero que ganan y vienen aquí a ponernos en riesgo. Bájate, bájate’”, narró la enfermera.

Otra compañera, quien se traslada en transporte público hasta la ciudad de Cuernavaca señala: "Me subí, iba con mi uniforme blanco y el conductor se me quedó  viendo y me dijo: ahí hay alcohol gel, en ese momento yo dije ‘que amable’, pero en todo el trayecto a nadie más le dijo del gel (…), nadie se sentó junto a mí y toda la gente se me quedaba viendo cada movimiento que hacía, es muy incómodo”.

Los colegas se enfrentan también a las discriminación que ejercen los conductores del transporte. 

“Les hacemos la parada y, o no se detienen, y cuando lo hacen y se dan cuenta  que  vamos de blanco y llevamos distintivo de enfermería nos cierran la puerta y eso me lo hacen a mí pero también a varias de mis compañeras”, detalló un enfermero. 

 

(Foto: Cuartosucro)

Para el personal de enfermería afectado en el estado de Morelos este trato significa una alerta, debido a que conforme incremente el número de contagios por covid-19, la población estará bajo mayor tensión e incrementarán las quejas por discriminaciones. 

Ante esto, las autoridades del estado optaron por girar un oficio en el que se les instruyó no viajar ni llegar con el uniforme puesto “salgan vestidas de civil y al llegar a su centro de trabajo se lo ponen”, detalla el comunicado que recibieron.

Tan sólo del 19 de marzo al 6 de abril, el Consejo Nacional para la Prevención de la Discriminación (Conapred) sumó 32 quejas recibidas.

El número de llamadas para pedir asesoría sobre probables actos de discriminación también se incrementó y mientras la semana pasada eran entre 8 y 12 al día, el 6 de abril fueron 14 por hora en promedio, aseguró a La Silla Rota el director de Quejas, César Flores Mancilla.

Respecto a las quejas, la ciudad de México encabeza la cifra, con 10; le sigue el estado de México con 6; Nuevo León y Tabasco con 2. Después con 1 están Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Guanajuato, Michoacán, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y Veracruz. De 2 más no se precisó el lugar.

“La mayor parte de estas quejas se han presentado contra servidores públicos, particularmente en contra de personal o directivos de Institutos nacionales de seguridad social y también otra parte contra particulares, de empresas, administración de condominios, otro contra una escuela y un banco”, explicó el director general de Quejas del Conapred, César Flores Mancilla.

Pero aunque el funcionario especificó que ninguna de estas denuncias ha sido por parte del personal médico y enfermería, en los estados las historias de discriminación y violencia no paran.

“Portar el uniforme blanco no significa contagio”

La discriminación contra las personas que portan el uniforme blanco, avanza por todas las regiones del país, desde el sureste en Yucatán; en Oaxaca y Veracruz; hasta la frontera norte en Tamaulipas; pasando por el estado de Morelos y en el occidente, Jalisco. 

En Oaxaca la discriminación alcanzó a un joven enfermero.

“Pareciera que en estos momentos ser médico o enfermero es un peligro, cuando ellos son los que se están arriesgando por la salud de los demás”, cuenta a este medio Rosario (el nombre pidió ser cambiado) madre de un enfermero a quien en días pasados le fue negado el servicio y sacado a empujones de una sucursal bancaria.

Fue el pasado jueves cuando en el traslado de su casa a su trabajo pretendió retirar dinero de un cajero automático. Al llegar su turno personal del banco le indicó que él no podía tener acceso a ningún servicio bancario “porque iba a contagiar de covid-19 a las personas que estaban ahí”.

“Portar uniforme blanco no significa contagió”, respondió el enfermero y luego les hizo saber que era la sucursal la que no estaban llevando a cabo las medidas preventivas como el uso de gel y la sana distancia. 

Tras ello el personal del banco, junto con otras personas, no le permitieron hacer uso del cajero y lo sacaron del área, diciendo que era un inconsciente, que se fuera a su casa para que no contagiara a otra gente. 

“No lo merecemos”

En la península del país, a Rafael Ramírez también le costó la agresión sólo  por utilizar el uniforme de enfermero.

El joven trabaja en la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán. Él, como sus demás colegas, desde que inició la contingencia por la pandemia del covid-19 en México, no se ha detenido por nada, ni por el miedo al contagio.

Desafortunadamente para muchos, de nada vale el esfuerzo del personal de enfermería, médico, internistas y demás que trabajan en los nosocomios durante largas jornadas para combatir este virus. 

Rafael lo comprobó en carne propia, pues hace unos días alrededor de las 7:40 de la noche fue atacado en la parada del autobús.

“Mientras esperaba mi transporte, dos sujetos en moto me tiraron un huevo en el uniforme, pensé que esta clase de cosas no pasaban en nuestra ciudad, me sentí impotente al no poder hacer nada, mientras ellos se retiraban a carcajadas” contó. “¡No lo merecemos!”.

Además, Rafaél lamenta la poca empatía de la ciudadanía con ellos, incluso precisó que están cuidando de los pacientes como si fueran su propia familia:

“¡Entiende! que somos nosotros los profesionales de la salud, que día a día damos la mejor cara para atender a tu familia enferma y lo hacemos como nos gustaría que atendieran a la nuestra, y que somos nosotros los que en estos momentos estamos haciéndole frente a esta contingencia”.

En la misma ciudad, una joven denunció que unos sujetos le arrojaron café a su madre, quien es enfermera en un centro de salud en el estado.

La joven señaló que su mamá trabaja pese a no tener el equipo necesario para protegerse del coronavirus y que, es ella misma quien tiene que comprarlo. 

En Veracruz la situación es la misma. Enfermeras del Hospital Regional de Alta Especialidad en el estado, son discriminadas cuando acuden a comprar a la sucursal del Oxo que está justo enfrente de ese centro de salud, en la avenida 20 de Noviembre, del Puerto Jarocho.

Las trabajadoras fueron entrevistadas por La Silla Rota, quienes pidieron el resguardo de su identidad y contaron las agresiones que ha recibido personal médico con la llegada de la crisis del coronavirus.

Las dos enfermeras aseguran que el trato que les dan los empleados de la tienda cambió desde que el hospital fue nombrado como uno de los centros de atención para la atención del covid-19.

“Antes, todos veníamos por nuestro café en las mañanas. Lo preparabas y te daba tiempo de comer un cafecito, de un tiempo para acá no es imposible. Te miran feo, de arriba abajo y la gente no quiere que nos acerquemos. Nos ven raro”.

Las enfermeras afirmaron que eso no es todo el calvario que sufren, los mismos trabajadores del Oxxo les cobran y después les dicen que se salgan, que no pueden estar dentro de las instalaciones.

“Hace poco, vine por mi café, no me dejaron tomarlo. El muchacho me dijo que me saliera, que no podía estar dentro, todos me miraron porque tenía el uniforme del trabajo”.

Agresiones escalan a baños con cloro

En el noreste del país, en la ciudad de Tampico, un técnico en Urgencias de la Cruz Roja fue agredido a bordo de un transporte colectivo verbalmente y físicamente por una mujer, quien lo señaló de estar “propagando el coronavirus”.

Un hecho similar se presentó en Reynosa, también en el estado tamaulipeco, donde un enfermero también fue agredido. Denunció que una mujer le lanzó cloro.

Luis Gerardo Ramos mencionó en su cuenta de Facebook, que acudió a una tienda llevando su uniforme de enfermero y cubrebocas, cuando una mujer que se encontraba en el comercio tomó una botella de cloro de un estand y se la arrojó, gritándole que ellos son los responsables de la propagación del coronavirus en Reynosa.

“Por Dios Santo, nosotros no trabajamos matando personas, nosotros cuidamos a personas cuando más lo necesitan, ese es mi trabajo y el de muchos compañeros en esta ciudad, creen que vaciandonos una botella de cloro nos vamos a desinfectar", escribió el enfermero.

También externó su tristeza y preocupación por el hecho. “Ahora ya no puede uno salir con su uniforme de enfermería por miedo a que ya no sea una botella de cloro; después no vaya a ser una botella de ácido”, puntualiza.

Hace días, la comisión interinstitucional de enfermeras en Jalisco denunció que sus trabajadoras eran blanco de discriminación y agresiones físicas, pues no se les permitía subir al camión, las han bajado, incluso, a una más la bañaron con agua mezclada con cloro. 

(Foto: Cuartoscuro)

La discriminación en tiempos de coronavirus

El tema de las agresiones y discriminación a personal médico ha escalado de tal manera que el sector Salud llamó a la población a ser solidarios con ese sector, al tratarse de la primera línea de cuidado y atención a las personas con covid-19.

“Amenazar la integridad física del personal médico o afectar el funcionamiento y operación  de la infraestructura hospitalaria destinada en este momento a atender la emergencia sanitaria, vulnera la capacidad de respuesta que la población requiere”, dio a conocer su postura el sector Salud, que reiteró el llamado a cesar las agresiones contra el personal de salud.

En la ciudad de México el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Copred) informó a este medio que hasta el 2 de abril sumaban 7 denuncias relacionadas con la pandemia. Una de las cuales era por una persona ya contagiada de covid-19.

Cuatro quejas eran de casos relacionados con el no respeto a las medidas para grupos de riesgo, donde los empleadores no respetaron los decretos que determinan que, personas en riesgo o cuidadoras o pueden trabajar desde casa, y los empleados eran obligados a asistir a su centro laboral.

Dos casos más fueron de discriminación relacionados con personas de origen o ascendencia oriental.

El director de Quejas de Conapred explicó que los actos de discriminación están motivados por la ignorancia, por miedo en ocasiones infundado y porque falta información.

“Es importante estar informados de fuentes oficiales para no caer en pánico, no reproducir prejuicios, estereotipos, no reproducir ideas no apegadas a la ciencia, estar atentos a recomendaciones sanitarias y seguirlas”.

Con información de Marco Antonio Martínez, Estrella Pedroza, Claudia Arriaga, Citlalli López, Rodrigo Barranco  y Arnoldo García