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Dio EPN 5,000 mdp a organizaciones civiles; Fundación Azteca, la más beneficiada

La organización más beneficiada en materia cultural durante el sexenio pasado fue Asociación Azteca, Amigos, Cultura y Arte, perteneciente a Grupo Salinas, dueño de TV Azteca

Escrito en ESPECIALES LSR el

Durante el pasado sexenio, la Secretaría de Cultura (que inició la anterior administración como Consejo Nacional de la Cultura y las Artes) entregó 5 mil 452 mil millones 386 mil 894.47 pesos en donativos a organizaciones de la sociedad civil, que a lo largo de seis años se dividió en 1 mil 452 pagos a distintas asociaciones civiles.

El año que la dependencia destinó más recursos a organizaciones de la sociedad civil fue 2015, con 1 mil 136 millones 537 mil 714 pesos.

De acuerdo con la respuesta a una solicitud de información enviada por LA SILLA ROTA, dichos donativos “fueron etiquetados en el Presupuesto de Egresos de la Federación por la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, y entregados por la Secretaría de Cultura a las Organizaciones de la Sociedad Civil en los Ejercicios Fiscales del 2013 al 2018”.

De acuerdo con la diputada local y en la LXII Legislatura presidenta de la Comisión de Cultura, la panista Margarita Saldaña, en los tres años que presidió el órgano legislativo, entre 2012 y 2015, se destinaron cada año entre 800 y mil millones de pesos a proyectos culturales, y en su asignación participaban los 500 diputados. Mientras la comisión que presidía se encargaba de proyectos como apoyos a museos, ferias del libro o festivales de cine, el resto de los 500 diputados participaba en asignar a proyectos para sus distritos, municipios o estados. Una peculiaridad en la asignación de los proyectos era que si bien el Conaculta y posteriormente la Secretaría de Cultura avalaba los proyectos, no había un Comité de dictaminación, como ocurre con los proyectos se carácter social ante el Instituto de Desarrollo Social (Indesol) los cuales difícilmente rebasaban al año los 300 mil pesos, dice a La Silla Rota.

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La organización más beneficiada en materia cultural durante el sexenio pasado fue Asociación Azteca, Amigos, Cultura y Arte AC. La asociación civil, perteneciente a Grupo Salinas, dueño de TV Azteca, recibió 84 apoyos de la dependencia durante los seis años, siendo el 2015 cuando más recursos económicos tuvo, con 127 millones 786 mil pesos. Después fue el 2016 con 126 millones de pesos. Enseguida 2014, con 95 millones de pesos, le siguió 2017 con 89 millones 578 mil 784 pesos y 2018 con 86 millones 920 mil pesos. En total sumaron 525 millones 284 mil 784 pesos, casi el 10 por ciento de los apoyos que la dependencia otorgó a todo el conjunto de las OSC, y más del doble de lo que la Secretaría de Educación Pública (SEP) destinó en seis años a las OSC, que de acuerdo con una solicitud de LA SILLA ROTA fueron 239 millones 639 mil 413.9 pesos.

Según la exdiputada federal Saldaña, desde la comisión de Cultura se asignaban recursos a Asociación Azteca, pero estos podían aumentar con solicitudes de apoyo del resto de los diputados.

“No éramos nosotros los únicos que etiquetábamos, también podía etiquetar la Comisión de presupuesto y cuenta pública y dentro del mismo presupuesto en ese programa no dudo que de repente pudiera hacerlo Hacienda o cualquier otro, finalmente son ellos los que mandaban el proyecto de presupuesto. En ese sentido no le podría decir ‘acá etiquetaba tal’. Lo que le puedo decir es que había presupuestos tan altos que nosotros le poníamos a Azteca, veía que entre todos los grupos parlamentarios le ponían algo y entre las sumas hacían esas cantidades, de repente se movían un poco más y a la hora que salía el presupuesto publicado salía un poco más, pero no era una situación que quedara en manos de la comisión”, aclara.

OTRAS BENEFICIADAS

Después de Asociación Azteca, en segundo lugar en cuanto a recursos estuvo Educadores Somos Todos, organización que recibió 134 millones 196 mil 972 pesos entre 2016 y 2018.

Pero hay otras organizaciones que con menos montos, también sobresalieron por el número de apoyos que obtuvieron. Bonbajel Mayaetik, asociación de artistas “interesados en impulsar la herencia cultural de Chiapas”, en 2013 recibió 62 millones 160 mil pesos, en 2015 el apoyo fue 10 millones 100 mil pesos y en 2017 la suma de 5 millones de pesos, en total 77 millones 260 mil pesos.

Se trata de una AC que el año pasado fue cuestionada, ya que de acuerdo con el portal PM Noticias de Chiapas, no hay claridad sobre los recursos que recibió para proyectos culturales. De acuerdo con el portal hay una acusación contra la pintora Blanca Ricci Diestel, por presuntamente firmar contratos o recibos con cifras infladas de pagos a artistas contratados por la AC. De acuerdo con el sitio de noticias, quien ayudó a conseguir los recursos fue el exdiputado federal del partido Verde, Eduardo Ramírez Aguilar. Actualmente la AC no tiene página de internet, se encuentra suspendida. Lo mismo otra, página artemaya.org, que aparece en turismo.it, que la cita.

Servi Museos AC recibió en total 76 millones de pesos, de los cuales 45 millones fueron en 2015 y 30 millones al año siguiente. Se trata de la administradora del Museo Papalote de Monterrey. Es presidida por Mauricio Amodio Herrera, director del Grupo Caabsa, empresa que forma parte del consorcio de empresas que ganaron la licitación para construir el Tramo III del Tren Interurbano Toluca-Valle de México, de 17 kilómetros en la ciudad de México.

La Música en el Bicentenario AC recibió 74 millones 076 mil 758 pesos. Fundación Isla, Desarrollo Integral en Movimiento AC. 72 millones 500 mil pesos.

TODOS LOS DIPUTADOS ETIQUETABAN

Margarita Saldaña, actualmente diputada en el Congreso capitalino, encabezó la Comisión de Cultura en la LXII Legislatura (entre 2012 y 2015). Entrevistada por La Silla Rota, explicó cómo se confeccionaban los recursos para los proyectos de Cultura. Dijo que los 500 diputados tenían la facultad para etiquetar los recursos a proyectos culturales que en ocasiones eran municipales y estatales, y a la Comisión le correspondía atender proyectos de museos, ferias del libro o festivales de cine, que no entraban en el radar del resto de los diputados, que pensaban más en su demarcación.

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Las OSC debían cumplir requisitos como presentar un proyecto, ser asociación civil, y estar en orden ante la Secretaría de Hacienda; tener su Clave Única (Cluni); si ya habían manejado recursos públicos no tener problemas de ningún tipo y que estuvieran en orden; demostrar que eran proyectos reales y viables y luego viables y reales. Eso corría bajo la supervisión de Conaculta, añade.

“El diputado etiquetaba pero no daba acuse”.

(Aspecto del inmueble que alberga a la Secretaría de Cultura)

Cuestionada sobre si había un comité de dictaminación sobre los proyectos –como ocurre con los apoyos que otorga el Instituto de Desarrollo Social (Indesol)- contesta que no.

En los tres años que ella estuvo la bolsa de recursos para proyectos culturales de AC osciló entre los 800 y mil millones de pesos cada año, recuerda, y era diseñada por la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública. La convocatoria surgía en octubre, se cerraba a finales de mes y en noviembre se comenzaban a revisar los proyectos y documentos.

“Nosotros decíamos el total de los proyectos que habían llegado pero finalmente quien hace las bolsas era la comisión de presupuesto y cuenta pública. Normalmente daban un promedio anual de tres mil millones de pesos para todo el sector cultura y ahí se incluía todo. Lo que se iba a gobiernos estatales, municipales y AC. La bolsa que se hacía y se iba a AC era un promedio de 800 a mil millones cada año y esto era dividido entre 500 diputados. Los grupos parlamentarios que armaban esa bolsa eran principalmente los partidos grandes porque se decía que a los chiquitos no les alcanzaba para nada. Nunca le entraban a armar la bolsa que era entre el PRI, el PAN, el PRD y el PVEM, y esa era la que se iba a etiquetar, eran proyectos como los que le digo”, agrega.

La Comisión de Hacienda también revisaba. Una peculiaridad es que los diputados etiquetaban los recursos, pero la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública podía variar los montos para las AC.

Cuestionada sobre si no había reclamos de algunas organizaciones porque otras eran beneficiadas con montos más altos, contesta que sí.

“Siempre hubo ese tipo de quejas, desgraciadamente eso no estuvo en mis manos, eran los 500 que tenían injerencia en todo, era muy difícil y no podía intervenir y decirle a un diputado ‘esto no se puede’. Siempre y cuando cumplieran con la convocatoria era suficiente y en la convocatoria no había límite de antigüedad ni de cantidad. Entonces no todo recaía en la comision de Cultura y nosotros no etiquetamos todo.

“A mí me quisieron armar un escándalo en aquella época de que yo etiquetaba mil millones en aquella época y que con cuánto me quedaba. Ya ve que lo quieren a uno embarrar en todo y yo les dije ‘hay 500 diputados, ya parece que me van a dejar 500 diputados’, es de risa. Eso tenía reglas muy claras e intervenían los 500 diputados”.

Se refiere a una acusación en 2013 reportada por Lydia Cacho en la agencia Cimac, donde se acusaba a Saldaña de acusar de favorecer a Asociación Azteca, y citaba a la entonces secretaria de Comisión de Cultura, Zuleyma Huidobro, de acusarla de que la asignación fuera discrecional.

Una integrante de una OSC que buscó hacer un proyecto cultural (y quien prefiere no dar su nombre) recuerda que ella buscó hacer un proyecto de cultura y acudió a las oficinas del Conaculta a preguntar los requisitos. Se los explicaron, pero también le dijeron que era importante tomar en cuenta que debía conocer a un diputado, y que para que la ayudaran, probablemente le pidieran una “comisión”.

Reviso algunos de los objetivos de las OSC y consideró que en algunos casos son muy generales y que se nota no son tan observados como en materia social ante el Indesol.

El diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la comisión de Presupuesto y Cuenta Pública  dijo en entrevista con LA SILLA ROTA que para la actual legislatura ya no se repitió el esquema de repartir millones de pesos para proyectos culturales que los diputados solicitaran.

“Hay que revisar la calidad del gasto”.

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BAJO LA LUPA

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha criticado a organizaciones de la sociedad civil y ha advertido que ya no habrá recursos para su trabajo. Sin embargo, ha habido distintos actores que han salido a la defensa del trabajo de las osc. Uno de ellos es Pablo González Ulloa, coautor del estudio “Las organizaciones de la sociedad civil en México”.

Entrevistado por La Silla Rota, explicó que las OSC cumplen una función de contrapeso, que han ayudado a democratizar al país y realizan proyectos donde el gobierno no llega. Tienen muchas obligaciones que cumplir, y para poder tener acceso a recursos públicos, deben registrarse como donataria ante la Secretaría de Hacienda.

Pero además explica qué requiere un programa para ser transparente. Reglas de operación, una convocatoria abierta y en tercer lugar un comité de dictaminación con ciertas reglas para los proyectos, la publicación de resultados y dar seguimiento puntual a los proyectos.

Difiere con la percepción de que se ha regalado dinero a las OSC, y más bien observa que el presupuesto ha ido a la baja.

“El anexo de la cuenta pública de las organizaciones de 2016 a 2017 bajó aproximadamente en 30 por ciento el apoyo a organizaciones, de 7 mil 083 descendió a 4 mil 885 millones. Es un retroceso grande, ya había un recorte para organizaciones, al fomento de administración de organizaciones. Tenemos un retroceso de casi 33 por ciento, eso lo ubica a niveles más o menos de 2011. Pero de estos recursos a OSC hay una figura que se contabiliza dentro de este anexo de cuenta pública, recursos que si bien pueden estar etiquetados se contabilizan a los gongos, organizaciones casi gubernamentales que son brazos de la administración pública federal, los cuales están contabilizados dentro de esta bolsa que se da a organizaciones.

“Estos brazos de la APF no digo que no se les de dinero, simplemente que se contabiliza dentro de la bolsa, en 2017 equivalió a mil 478 millones. ¿Cuáles son estos brazos? Por ejemplo el INEA, la Comisión Nacional de Cultura y Deporte, y entonces estos en 2017 representaron el 24 por ciento de los recursos que se daban a esta bolsa”.

Ofrece el dato de que el programa del que se nutrían algunas OSC era el de Coinversión social, lo llama el programa madre que ahora no va a existir. “En este programa se apoyaban más o menos el 50 por ciento de las organizaciones, de los apoyos que se daban 50 por ciento se daban a partir de este programa. El programa el sexenio pasado pasó de 350 millones al principio de sexenio y terminó en 180 millones. Este año se habían aprobado 136 millones de pesos para el programa de coinversión social, iba a la baja pero ahora ya desaparece a partir de circular uno y va a desaparecer de facto este programa”.

Son cifras lejanas a la de los proyectos culturales.

Se le cuestiona sobre los recursos que se les da a Asociación Azteca y a otras organizaciones, explica que la Cámara de Diputados “de pronto puede tener programas de asignaciones pero no dependía de la Ley de fomento, son apoyos a partir de la cámara para ciertos programas, la Cámara tenía una convocatoria para ciertas cuestiones de cultura para hacer ciertos proyectos culturales”.

SIN COMITÉ DE DICTAMINACIÓN

De acuerdo con la respuesta enviada por la Secretaría de Cultura a La Silla Rota, los recursos se otorgan conforme al Artículo 80 de la Ley federal de presupuesto y de responsabilidad hacendaria. Dicho artículo establece que los ejecutores de gasto podrán otorgar donativos, siempre y cuando cumplan con lo siguiente:

I. Deberán contar con recursos aprobados por la Cámara de Diputados para dichos fines en sus respectivos presupuestos. Las dependencias, así como las entidades que reciban transferencias, no podrán incrementar la asignación original aprobada en sus presupuestos para este rubro;

II. El otorgamiento del donativo deberá ser autorizado en forma indelegable por el titular del respectivo ejecutor de gasto y, en el caso de las entidades, adicionalmente por el órgano de gobierno. En todos los casos, los donativos serán considerados como otorgados por la Federación;

III. Deberán solicitar a los donatarios que, aparte de ser asociaciones no lucrativas, demuestren estar al corriente en sus respectivas obligaciones fiscales, y que sus principales ingresos no provengan del Presupuesto de Egresos, salvo los casos que permitan expresamente las leyes. Los beneficiarios del donativo deberán presentar un proyecto que justifique y fundamente la utilidad social de las actividades educativas, culturales, de salud, de investigación científica, de aplicación de nuevas tecnologías o de beneficencia, a financiar con el monto del donativo;

IV. Deberán verificar que los donatarios no estén integrados en algún otro padrón de beneficiarios de programas a cargo del Gobierno Federal y que en ningún caso estén vinculados a asociaciones religiosas o a partidos y agrupaciones políticas nacionales, salvo los casos que permitan las leyes, y

V. Deberán incluir en los informes trimestrales, las erogaciones con cargo a la partida de gasto correspondiente, el nombre o razón social, los montos entregados a los beneficiarios, así como los fines específicos para los cuales fueron otorgados los donativos. En ningún caso se podrán otorgar donativos a organizaciones que por irregularidades en su funcionamiento estén sujetas a procesos legales. Los ejecutores de gasto que pretendan otorgar donaciones en especie deberán sujetarse a la Ley General de Bienes Nacionales y demás disposiciones aplicables.

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