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“Conocí el amor en Tinder, pero a mi novio nunca lo vi en persona”

El 35% de mexicanos en internet utiliza apps para ligar; de ese universo, el 86% usa la principal aplicación del mercado para encontrar el amor, o, algo casual

Escrito en ESPECIALES LSR el

Entablar relaciones afectivas puede ser complicado, a algunos les cuesta mucho más trabajo relacionarse en persona que a través de la red, esto aunado al estilo de vida en el que la mayoría de la gente cada vez destina menos tiempo a crear lazos afectivos. Las aplicaciones como Tinder, para buscar pareja o simplemente para tener sexo ocasional, han ganado popularidad en los últimos años, pero implican riesgos ya que no siempre las cosas son lo que parecen.

Ése es el caso de Laura, quien fue novia durante un año de un hombre al que nunca conoció. Ella descargó Tinder hace dos años, cuando terminó la relación en la que había estado durante seis años, se animó porque se lo recomendó una amiga, "me dijo baja Tinder, la verdad te ayuda un buen, aunque no salgas con nadie te ayuda a aumentar el autoestima".

Empezó a ver quién le gustaba y quién no, entonces fue cuando hizo “match” con un chico llamado Ángel, quien le pareció atractivo, desde ese momento comenzaron a platicar, se cayeron bien, le pareció buena onda y había química entre ellos.

Al poco tiempo intercambiaron números y empezaron a platicar por Whatsapp, tras un mes de estar así, decidieron que era momento de conocerse. Él le dijo que se vieran en un bar de Ciudad Universitaria, Laura llegó a la cita emocionada, espero un rato y nada, Ángel no apareció, no contestó las llamadas ni los mensajes.

La desilusión inundó a esta joven de 28 años.En esa ocasión Ángel le ofreció disculpas y la citó otra vez para conocerse, pero tampoco llegó. Ésas fueron las primeras dos veces de muchas en las que él la invitó a salir y nunca se presentó, siempre tenía diferentes excusas para dejarla plantada. 

A los tres meses se hicieron novios, pero sin conocerse en persona. “No sé, me dio confianza al principio, yo creo que también por el estado de ánimo en el que estaba me creí todo y me mandaba a mi casa regalos con su prima, realmente a la que conocí fue a ella. Me decía que lo que pasaba era que él trabajaba mucho y por eso no le daba tiempo, pero que estaba muy emocionado conmigo”, relata.

Cuando llevaban seis meses saliendo, la invitó a San Martín de las Pirámides, donde él vivía, con el pretexto de que había feria, pero de nuevo nunca apareció. Lo mismo sucedió en el cumpleaños de Laura, quien se presentó fue su prima con el regalo.

Aunque no se veían físicamente, Ángel era celoso con Laura, en su fiesta de cumpleaños parecía que su prima la estaba vigilando, y comúnmente le preguntaba dónde estaba, le cuestionaba por qué salía e incluso llegó a decirle que no podía hacerlo.

“Ahí me empezó a entrar la curiosidad de por qué era así, nunca quería que hiciéramos videollamada, por teléfono sí hablábamos, en mensaje me mandaba fotos y así, pero videollamada nunca quiso y siempre tenía la excusa de es que no sirve mi cámara o cualquier cosa”, dice.

“Me dio más desconfianza y me saltó la pregunta: ¿no será la prima? O sea muchas cosas, pero literal sí sé que no era ningún tipo de secuestrador, violador u otra cosa, porque ya hubiera pasado algo, sabía tanta información de mí”, comenta Laura. 

Tras casi un año de noviazgo, ella terminó con él, aunque siguen platicando todavía. Incluso después de cortar Ángel le pidió que se vieran en persona porque quería disculparse por todo lo que pasó, pero de nuevo no llegó.

“Lo curioso es cómo duré tanto tiempo en una relación así, ¿no? No lo conocí, no lo vi, y aparte generó tanta dependencia en mí, que todo el tiempo estaba hablando por teléfono con él, si no me conectaba sentía una necesidad de estar hablando con él. Me desconecté de la realidad durante ese tiempo y sí fue muy pesado”, indica Laura, quien cree que conocerlo fue su manera de refugiarse después de haber terminado un noviazgo de seis años.

Después la contactó una chica por Messenger y le dijo que conoció a Ángel, que fue su novio y que a ella le hizo exactamente lo mismo, por lo que su forma de actuar parece tener un mismo patrón.

Laura destaca que no ha tenido mucha suerte en Tinder, hace poco volvió a descargar la aplicación porque otra de sus amigas empezó a usarla y “pasó otra experiencia que también considero mala”.

Conoció a un chico que le pareció muy guapo e incluso pensó que era “demasiado bueno para ser verdad”. Le parecieron raros varios aspectos, como el que se llamara Luis y tuviera un apellido extranjero según porque era de ascendencia polaca.

Como tenía algunas dudas, antes de tener una cita con él, Laura recordó que hay un buscador de fotografías, así que tomó un screenshot de su foto de perfil de Tinder y lo que encontró es que esa persona sí existe, pero que se trata de un actor porno gay, no del chico con el que estaba hablando.

“Ahí sí me hubiera dado miedo verlo, mi amiga me decía y si le ponemos un cuatro, pero no, porque no vaya a ser algún secuestrador, violador o algo. Sólo le escribí: ‘Oye para la próxima que invites a alguien hazlo con alguien que no sea un actor porno gay ‘ y me dejó de contestar”, relata.

Laura asegura que no volvería a usar Tinder para encontrar pareja, aunque dice que tal vez a otras personas les funciona, ya que tiene amigos que lo han utilizado y sí han encontrado alguien con quien entablar una relación.

De hecho, los mexicanos utilizan mucho este tipo de aplicaciones para ligar, 35.3% de la población de nuestro país utiliza estas redes, de acuerdo con The Competitive Intelligence Unit, la principal es Tinder, con 86.3% de gente buscando el amor o un encuentro casual.

Le siguen otras aplicaciones como Bumble (25%), Happn (12.3%), Grindr (11.2%), Badoo (10.1%) y Tagged (2%). Un dato interesante es que cuatro de cada 10 usuarios de estas apps la descargaron después de haber terminado una relación, como en el caso de Laura.

Aunque se ha cuestionado si Tinder y las aplicaciones para ligar son para encontrar a tu media naranja o sólo para un encuentro casual, las cifras muestran que para ambas cosas; 36.6% indica que comenzó a usarlas para buscar al amor de su vida, 32.2% dice que sólo quiere relaciones sexuales y 31.2% está interesado en conocer gente y salir a tomar un café. Las razones son múltiples, pero es importante tener claro qué quieres, porque si no puedes tener una experiencia que resulte poco grata.

“El chico con el que empecé a salir parecía tranquilo, pero después se portó agresivo”

Rocío llegó a Tinder de forma casual, llevaba mucho tiempo si tener una relación amorosa y una amiga le dijo que por qué no intentaba por ahí. Asegura que creó su perfil sólo por jugar, pero admite que tenía la esperanza de conocer a un hombre que cumpliera con sus expectativas.

“Mi amiga y yo lo tomamos de juego, de competencia, fue como ‘vamos a ver en Tinder con cuántos te dan match y la que llegué a 100 se gana una botella. Teníamos como reglas de que no le íbamos a dar match a cualquiera, solamente al que nos interesara”, explica.

Solamente estuvo en Tinder durante tres meses, en ese tiempo llegué a estar en contacto con más de 30 chicos, con quienes se enviaba mensajes, hacía videollamadas y hablaba por teléfono, pero al final terminó saliendo con tres.

“Fue súper chistoso, porque son tres chicos completamente diferentes. Con el primero, la primera cita fue muy divertido, hubo mucha química y con él fue con el que sí pasó de todo, hicimos un acuerdo, planeamos qué se iba a hacer y todo el rollo, después ya no volvimos a estar en comunicación, de hecho ninguno de los dos nos buscamos”, narra.

Con el segundo chico las cosas no sucedieron como ella esperaba. Él era divorciado y en su primera cita a Rocío le pareció tranquilo, respetuoso. Durante el desayuno que tuvieron la plática fue agradable y todo pintaba para que se diera una relación.

“En la siguiente cita se me hizo súper extraño porque un sábado me llamó y me dijo ‘¿qué vas a hacer?’, cuando le contesté que no tenía plan me dijo ‘te veo en tal lado’, entonces yo le pregunté a dónde íbamos a ir.

“Se empezó a poner medio raro y le dije ‘es que necesito saber a dónde voy a ir’, entonces se empezó a portar agresivo y eso a mí ya no me dio buena espina, le  explique que nos íbamos conociendo y que yo necesitaba tener la certeza de a dónde íbamos a ir, porque yo necesitaba avisar a dónde iba a estar”, indica Rocío, quien señala que con la violencia que hay contra las mujeres es necesario tomar precauciones al salir con alguien.

Él le contestó que estaba decepcionado porque creía que estaba saliendo con una mujer y no con una niña que tenía que estar informando a dónde tenía que estar, como la situación se salió de control ella decidió cortar la relación y dejar de hablarle.

“El hecho de querer darme una sorpresa bonita lo convirtió en una situación completamente incómoda y me hizo darme cuenta de que no quería a alguien así, independientemente de que fuera seguro o inseguro”, destaca esta mujer de 33 años. 

Con el tercer chico que conoció en Tinder aún mantiene relación de amistad, todo se fue dando poco a poco, primero se agregaron en Facebook, después a Whatsapp, y al conocerse en persona hubo química entre ambos, por lo que ella no descarta que tal vez en un futuro pueda darse algo más.

Rocío cerró su cuenta de Tinder en enero de este año, explica que tenía la curiosidad de probar en estas aplicaciones de ligue, pero se dio cuenta que no son para ella y que prefiere la manera tradicional. 

“Yo quería probar las diferentes alternativas, no me quería cerrar a la idea de que lo único que encontrabas en Tinder es algo rápido. La verdad es que así como te encuentras a quien te dice directamente quiero sexo, también te topas con los que aparentemente lo quieren, pero que después de que los tratas te das cuenta de que lo que realmente quieren o buscan también es una relación estable, formal, con certezas”, señala.

“Yo de las cosas que encontré, y por eso me regresé a la forma normal, fue que no me gustaron las formas tan agresivas, tan directas, me rehusaba a creer que sólo fuéramos utilizados para una necesidad física”, dice Rocío, a quien le gusta el romanticismo en una relación.

Comenta que con el chico que se portó agresivo tomó sus medidas de seguridad igual que lo hace con quienes conoce en el mundo real.

“El riesgo está latente en todos lados, puede ser en Tinder o con un amigo, la verdad es que nunca terminas de conocer a la gente ni todo lo que está en su cabeza, entonces al final del día es mantener las mismas precauciones que mantendrías si lo hubieras conocido en un bar, en una cafetería, en la escuela o en el trabajo”.

Quizá se podría decir que las aplicaciones de ligue llegaron para sustituir al bar o la cafetería para conocer a alguien, pero no son para todas las personas, depende de lo que cada quien está buscando.

¿Qué debes tomar en cuenta antes de aventurarte a utilizar una app de ligue?

“Si no estás listo, no hay que hacerlo. No porque esté de moda tienes que hacerlo”, destaca Nilda Chiaraviglio, psicoterapeuta de relaciones de parejas y sexóloga, quien explica que debes tener claro si buscas una relación amorosa o sólo un encuentro casual, ya que de eso dependerá que te parezca placentero.

La especialista explica que debes estar preparado y seguro para poder dar un paso, eso aplica en todos los ámbitos de la vida, pero en el tema de las relaciones interpersonales y amorosas, si algo genera inquietud o ansiedad,  es mejor pensarlo dos veces.

“No es algo que se pueda recomendar, es algo que algunas personas pueden resultarles, digamos satisfacer sus fantasías, su curiosidad, necesidades eróticas propias de la persona, entonces probablemente encuentre lo que está buscando, pero para otra persona con miedo y con reparos es mejor primero trabajar estos aspectos y las creencias que tienes, y después tome la decisión, no es al aventón”, resalta.

Si decides que lo que buscas en estas aplicaciones de ligue son sólo encuentros casuales, la doctora Chiaraviglio señala que hay que tomar algunas precauciones como conocer por lo menos un poco a la persona antes de tener relaciones sexuales y por supuesto usar condón para evitar enfermedades sexuales.

“No se pueden encontrar sólo para tener sexo, hay que conversar, hay que ver cuáles son sus sistemas de valores, cuál es la condición social, todo esto. Qué tipo de educación tiene para ver si es una persona cuidadosa o no, si es una persona violenta o no, por supuesto que hay que tener cuidados, por supuesto que se corren riesgos, si voy de la aplicación directamente al sexo”, enfatiza.

La sexóloga señala que es fundamental conocer a la persona aunque sea un poco, porque nunca puedes saber quién está enfrente o a través de la pantalla del celular. Añade que debes estar clara de que lo que buscas es sólo sexo y no una relación amorosa, ya que si es al revés corres el riesgo de no disfrutarlo plenamente y terminar decepcionado.

“El autocuidado es una de las condiciones primarias del autoamor, de la autoestima”, resalta la doctora Chiaraviglio, así que recuerda estas recomendaciones si en 2020 vas a lanzarte a buscar el amor o cualquier otro tipo de relación, ya sea en persona o a través de alguna aplicación.