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A un año del tiroteo en el Colegio Americano

Víctimas del ataque en Monterrey, en el que un alumno mató a su maestra presentan secuelas psicológicas y siguen en rehabilitación

Escrito en ESPECIALES LSR el

Monterrey, N L-.  “Cuando desperté no supe que había pasado, no me podía mover, sentí coraje y lloré”, recuerda Luis Fernando Ramírez González, de 15 años de edad,  alumno del Colegio Americano, a un año del tiroteo en el que un compañero suyo mató a la maestra Cecilia Solís para después suicidarse.   Luis Fernando resultó lesionado en la cabeza tras el ataque y aún se recupera de lo que sucedió.

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Al cumplirse el primer aniversario del ataque perpetrado por un alumno en contra de su maestra y tres compañeros en el Colegio Americano del Noreste de esta ciudad,  las familias de los principales actores no logran superar los hechos que les impactaron y dejaron marcados al grado de requerir   de apoyo psicológico profesional.

“Sin embargo, hay cohesión, estamos unidos en torno a esas familias para que superen lo que han vivido. A los padres de familia los apoyamos para salir adelante”, dice Mike Rodríguez, quien tiene dos hijos en el colegio ubicado al sur de Monterrey.  Aunque a sus hijos nada les pasó, en aquella ocasión describió el dolor y el temor de los padres de familia quienes estaban tocados por el ataque.

“Aquí estamos unidos con todos, no fue culpa del colegio, ni de la familia de Federico, a la que nos interesa salga adelante”, manifiesta.

Las familias  quieren olvidar el difícil trance del 18 de enero del 2017 cuando Federico Guevara, de 15 años de edad accionó  una pistola propiedad de su padre, para herir a tres compañeros y su maestra. Enseguida, se disparó en la cabeza y horas después murió; en tanto la profesora falleció el 29 de marzo en el hospital donde fue atendida.

Luis Fernando  Ramírez González, quien recibió un balazo en la cabeza aún va a terapias, de lunes a viernes.

Ahí le brindan rehabilitación física, cognitiva y de aprendizaje; después de un año ha logrado  hablar y  tener una coordinación motriz adecuada. 

Su madre, Aurora González, temió perder a su hijo cuando estaba en el hospital. "Sabía que estaba grave, del balazo en la cabeza y que en cualquier momento podría perderlo”.

El papá Fernando Ramírez corrió al hospital aquel 18 de enero y manejó a velocidad desde el sur de la ciudad hasta el norponiente donde se ubica el Universitario. ”Escuché las noticias y me enteré de que estaban en el hospital Universitario, me avisaron y maneje”, recuerda.

“Ya camino un poco con ayuda de mi papá y en las barras”, menciona el jovencito a La Silla Rota. 

No ha sido fácil para la familia y sus padres muestran agradecimiento, están entregado a la gratitud y a Dios, aseguran. 

"Es mejor perdonar"

“Es sano perdonar, nunca hubo odio ni rencores, no se puede vivir así”, comenta  Josefina Flores, madre de la maestra Cecilia Solís Flores que murió debido al balazo recibido en la cabeza.

“Hay personas que hablan mal del joven y les pedimos que no lo hagan, les pedimos que quede atrás todo", añade en entrevista. 

En tanto Lourdes Oyervides, madre de Mariel, se  ha pronunciado en el mismo sentido del perdón. 

“Perdonar es importante, dejar cualquier coraje, no olvidar los hechos para que no vuelvan a suceder, pero es bueno estar en paz”, ha mencionado a medios. 

“Todos piden poner atención a los hijos porque lo necesitan y evitar más hechos de esa naturaleza que ponen en evidencia la falta de unidad en el seno familiar”.

“Siempre sucede así, hace falta un golpe para darnos cuenta de la necesidad de perdonar, de querernos y respetarnos; mira los afectados, aunque perdonen siguen mal, no hacen una vida normal, hay que resguardarse, llevar una vida casi oculta; la espiritualidad les sacará adelante", menciona de su lado Doña Irma,  abuela de una estudiante  de la escuela. 

Paradójicamente, la muerte del muchacho salvó  la vida de cinco personas al autorizar sus padres la donación de los órganos.

Una mujer de 23 años recibió una córnea, y  un hombre de 39, obtuvo la otra. El riñón izquierdo fue entregado a un paciente de 26 años; el riñón derecho a otro de 28, y el hígado fue para un adulto de 37, todos inscritos en el Registro Nacional de Trasplantes de la Secretaría de Salud federal.

El corazón no quedo en buen estado tras la muerte cerebral de Federico.


Ha sido un  calvario para la familia: psicoterapeuta 

Para Fernanda Valladares, psicoterapeuta, la familia juega un papel importante en la vida y cuando las cosas salen de control es natural que tiendan a reprimirse, a esconderse y proteger su intimidad como sucede con los padres.

No hay casualidad, este tipo de acciones se dan también debido al olvido que el joven puede vivir en su casa. La familia es la que ayuda a formar la psique de una persona, lo más importante es que los niños crezcan en un entorno protegido, un entorno en el que el niño perciba su casa saludable en donde pueda exponer sus puntos de vista y haya comunicación, que no esté el hijo en el desamparo”, comenta en entrevista.

“Fue un calvario, pobre familia de Federico, y de los demás también, tener que esconderse para evitar que les pregunten. Federico era un niño difícil y tomaba terapia psicológica”, dice una madre de familia que aún tiene un hijo en el Colegio Americano.

Por otra parte, Arturo Estrada, secretario de Educación del Estado, informó de focos rojos en alumnos que pudieran tener actos de violencia.

Una evaluación a 74 mil estudiantes en secundarias públicas con un cuestionario diseñado por psicólogos y psiquiatras y aplicado  de octubre a diciembre del año pasado, arrojó que  562 estudiantes presentan signos de depresión y 278 de riesgo claro de violencia. Otros 14 mil 160 presentan señales de déficit de atención, ansiedad, hiperactividad y trastornos de conducta.

Son 840 casos que pueden tener consecuencias  de depresión o riesgo de violencia.

El sociólogo Raúl Rubio reitera la alerta del descontrol en el uso de las redes sociales, de la violencia en los medios como la televisión y sobre todo la desunión en la familia, la falta de comunicación y  de atención en el seno familiar.

Para la presidenta de la Unión Nuevoleonésa de Padres de Familia, Luz María Ortiz Quintos, los hechos dejaron marcados a los padres de familia y por consiguiente a los alumnos. Aún hay temor y muchos decidieron cambiar de escuela y emigrar a otros planteles.

“Hay muchos padres de que no están de acuerdo con las políticas que han adoptado en dicha institución privada, como el requerimiento de hacerle antidoping a los menores, medidas que son inadecuadas y drásticas que no tomaron el parecer de los padres de familia”.

Rechaza dar un número de familias que han dejado el colegio y  no aventura en cifras, pero es importante el porcentaje, dice.

En este sentido, Mike Rodríguez afirma que entre el 85 y 90 % de los padres de familia decidió dejar en el colegio a sus hijos, el resto emigró.

Federico se habría despedido de un amigo antes de cometer la agresión en contra de sus compañeros. “Hoy voy a estar muerto”, fue el mensaje que  le dio a uno de sus amigos un día antes.

La mamá de un amigo de Federico reveló el mensaje en un grupo de WhatsApp. Después hubo especulaciones de que perteneció a la Legión Holk que impulsa la violencia a través de redes sociales.

Las autoridades del Colegio Americano del Noreste mantienen el hermetismo, los medios recuerdan el ataque más grave y sangriento en una escuela y, las familias que aunque han acudido al perdón, pareciera que viven una terrible pesadilla de la que no despiertan todavía.