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19S: el sismo causó contaminación del agua

Pozos de agua potable quedaron contaminados luego del sismo del 19 de septiembre de 2017; el gobierno de Mancera lo ocultó

Escrito en ESPECIALES LSR el

Pozos de extracción usados para consumo de agua potable de habitantes de Tláhuac, Xochimilco e Iztapalapa quedaron contaminados después del terremoto del 19 de septiembre de 2017, reveló el “Estudio sobre el estado actual de mantos acuíferos, la explotación de pozos, el abasto real y la demanda actual y potencial del líquido en la Ciudad de México”, elaborado por el Instituto de Ecología de la UNAM.

Entre los contaminantes se encontraron coliformes fecales y nitrógeno amoniacal, el cual es un indicador de contaminación causada por desechos humanos y animales.

En este caso refleja una posible contaminación cruzada entre tuberías de drenaje y la red de distribución de agua limpia debida muy probablemente a los movimientos sísmicos”, explicó el estudio, elaborado en colaboración con el Consejo Económico y Social de la ciudad de México y el Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad.

Durante los días posteriores al sismo, hubo algunas zonas aledañas a los 41 pozos analizados de muestra que se quedaron sin agua, principalmente de Iztapalapa, Xochimilco y Tláhuac; en semanas recuperaron el servicio; sin embargo, de parte del gobierno capitalino encabezado por el entonces jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera no se reportó contaminación de pozos, que surten de agua al 67 por ciento de la capital.

 LA SILLA ROTA consultó al químico Juan Manuel Guerra sobre la contaminación y que no se hubiera dicho que el agua de los pozos, que llegan a estar a una profundidad que va de los 50 a 200 metros bajo tierra, estaba contaminada por encima de la norma para consumo humano.

“Es muy grave porque quiere decir que se ocultó información necesaria para conservar la salud y a la cual tenemos derecho los habitantes de la ciudad. En aras de no alarmar a la población o no poner en entredicho las políticas públicas de la administración pasada se ocultaron este tipo de datos”, criticó.

Es sumamente grave, los gérmenes patógenos, las heces fecales puede causar una epidemia grave en la población de disentería que puede mandar mucha gente al hospital, debe estar monitoreado en cada pozo antes de que mande a distribución”, dijo.

La superficie de la ciudad de México, edificada sobre un antiguo lago, si de por sí ya es causante de las fugas que son un dolor de cabeza para el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, con un sismo como el de hace año y medio causó más rupturas de la red de distribución y del drenaje y cuyos líquidos eventualmente van a dar a los mantos freáticos, de donde los pozos extraen el agua, dijo por separado a LA SILLA ROTA la arquitecta Loreta Castro Reguera, quien diseñó el proyecto para recolectar agua conocido como La Quebradora, junto con Manuel Perlo Cohén.

“Cuando se desfasa la tierra las tuberías se rompen y eso provocó que haya mucha contaminación del manto freático. De por sí ya había porque se está moviendo siempre y por eso se dan las fugas. En el sismo todo fue mucho más acelerado, ahorita sabemos que hay contaminación de agua que se han mezclado los líquidos, que hay contaminación en algunas de las fuentes de agua potable, no con certeza cuáles pero hay esta situación”, expuso.

El químico Guerra admitió que no se notaron incrementos de casos de gastritis en la ciudad de México.

“No afortunadamente, no hubo incremento por encima del valor promedio para la ciudad de México de gastroenteritis, por ejemplo. Hay que reconocer que independientemente del agua que se extrae existen sistemas de potabilización como es la cloración que va a desinfectar el agua antes de meterla a la red de distribución”.

De acuerdo con el documento, concluido en octubre del año pasado, las áreas de la ciudad de México que presentan mayor vulnerabilidad en relación con la claridad del agua son las alcaldías de Iztapalapa, Tláhuac, Xochimilco, Coyoacán y en menor grado Milpa Alta y Azcapotzalco.

Podemos mencionar que es posible que los sismos de 2017 tuvieron una influencia en la degradación de la calidad del agua en pozos específicos, habría que continuar monitoreando estos pozos para conocer su evolución y poder asegurar esta condición”.

Incluso una recomendación incluida en el documento es “iniciar un programa estricto de control de la desinfección con cloro para al menos asegurar la calidad bacteriológica del agua en el sistema de distribución de agua a la población”.

Otra también es vigilar los pozos y mejorar el mantenimiento porque en algunos se encontró descuido.

LOS RESULTADOS

El estudio se hizo sobre una muestra de 41 pozos de 11 delegaciones (ahora alcaldías). Iztapalapa y Xochimilco fueron las delegaciones con más pozos muestreados, con 9 y 8, respectivamente.

De acuerdo con el estudio, del cual LA SILLA ROTA posee una copia, se detectó la presencia de coliformes fecales en 5 de los 41 pozos de la muestra, el equivalente a 12 por ciento de los pozos analizados. También se detectó Escherichia coli y Enterococos fecales en 3 de los 41 pozos, lo que equivale al 7 por ciento de la muestra de agua subterránea analizada.

Entre los pozos más contaminados, hay dos que contenían los tres tipos de elementos contaminantes: los pozos Tecómitl 21, en Tláhuac, y Santa Cruz Meyehualco en Iztapalapa se detectó la presencia de CF, E. coli y EF, lo que significa que en estos pozos se presentó contaminación fecal.

Otro dato es que se hallaron Sólidos Disueltos Totales (SDT) y nitratos, turbidez y sulfatos y Nitrogeno amoniacal por encima de la norma NOM-127-SSA1-1994 de agua para uso y consumo humano, en los pozos Hogar y Seguridad y La Petrolera, en Azcapotzalco; en el Tacubaya 2 y Tetelpan, en Álvaro Obregón; y en Deportivo Durango, en Coyoacán, respectivamente.

Según el documento, una turbidez elevada en el agua puede proteger a los microorganismos de la desinfección, y potenciar el crecimiento de microorganismos, tales como bacterias, hongos, algas y protistas, y generar una demanda alta de cloro.

El nitrógeno amoniacal es un indicador de contaminación causada por desechos humanos y animales. “En este caso refleja una posible contaminación cruzada entre tuberías de drenaje y la red de distribución de agua limpia debida muy probablemente a los movimientos sísmicos”. Las repercusiones a la salud por exposición a nitrógeno amoniacal son más severas en bebés y personas de la tercera edad, afectando la molécula de hemoglobina en sangre y efectos en los ojos, continúa el documento.

Una concentración de 50 mg/L de nitratos y nitritos está asociado con la metahemoglobinemia (enfermedad del niño azul). De acuerdo con la OMS (2006) los efectos en salud provocados por la ingesta de nitratos y nitritos en concentraciones bajas, puede tener efectos en salud a corto plazo, se añade.

La muestra se seleccionó con base a dos criterios: que se reportaran datos después del sismo y que a su vez su secuencia de datos fuera la más completa posible durante el periodo 2002-2017.

Además se seleccionaron con base a la cercanía con grietas y fallas geológicas. Uno de los aspectos que destacó el estudio es que no se hizo una muestra de pozos en la zona suroccidental, ya que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México negó la información.

Un dato también preocupante incluido en el estudio es que de acuerdo con los datos recopilados, se encontró que incluso antes del sismo 107 pozos registraban presencia de metales pesados. Treinta y tres con presencia de Aluminio por encima de la Norma Oficial mexicana en materia de agua potable para consumo humano. A dichos pozos se sumaban 2 con Cadmio la misma cantidad con plomo, 16 con presencia de Fierro y 10 con Manganeso por encima de la Norma.

METALES NEUROTÓXICOS

Dichos datos fueron analizados por el químico, y se refirió al potencial de daño que pueden ocasionar algunos de los elementos encontrados en el agua de los pozos.

El manto freático es el manto que está en la superficie pero estos pozos que ya tienen más de 50 metros de profundidad muchas veces tienen hasta 200 metros, y concentran las sales del suelo y de forma peligrosa si en ese suelo existen materiales como metales pesados que puedan estar en solución, al bombearse el agua se van a extraer esos metales pesados, algunos de los cuales ya son neurotóxicos, son sustancias que afectan al sistema nervioso central y el plomo produce un síndrome que se llama el saturnismo. Es una pérdida de la lucidez y variaciones inclusive con alucinaciones, imágenes esquizofrénicas, un problema muy grave. Se puede tener también una concentración importante de arsénico produciendo lo que se llama hidroarsenicismo que desemboca en cáncer de hígado”, explicó.

AGUA SUCIA, PROBLEMA VIEJO

LA SILLA ROTA constató en noviembre pasado, durante la crisis del agua por el cierre parcial del sistema Cutzamala, que en Iztapalapa había vecinos que mostraban que sí tenían agua, pero el inconveniente es que estaba contaminada.

Es un problema de años, dijo Alberto Peralta Reyes, vecino de la calle Mariano Escobedo, en el barrio de la Asunción. Amable, mostró que algunos utensilios como una ollita de aluminio y unas tinas de plástico donde almacena agua con el paso del tiempo comienzan a tener costras de sarro, debido a los sedimentos del agua que recibe y que se asientan.

Después, a petición de LA SILLA ROTA, se sirve de la llave agua en un vaso de vidrio. El líquido es transparente, pero no claro. Se ve cafesillo. Asegura que a veces sale más oscura y a veces más clara, pero en general llega de ese color o más oscura. Se impacienta cuando se le pregunta si se enferma.

“¿Usted qué cree?”.

NO SE INFORMÓ

Durante el último informe de gobierno de la anterior administración, el cual fue enviado por el jefe de gobierno sustituto José Ramón Amieva al Congreso capitalino, expuso que los programas de rehabilitación, modernización y mantenimiento de pozos permitieron enfrentar eventos catastróficos como el del terremoto. Reconoció que hubo daños estructurales o electromecánicos en los pozos, que causaron disminución en su caudal de extracción y que se debieron hacer trabajos de rehabilitación.

“Lo anterior considera la preservación de la cantidad y calidad del agua que se extrae, mediante actividades de desazolve y limpieza del pozo, reequipamiento y obra civil, si es el caso”, se lee en el documento.

En el periodo correspondiente de septiembre a diciembre de 2017 se concluyó la rehabilitación de 16 pozos de agua potable ubicados en Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Coyoacán, Gustavo A. Madero, Xochimilco y el estado de México con una inversión de 18 millones de pesos”, de acuerdo con el informe, que no menciona si se halló contaminación.

LA SILLA ROTA buscó al actual titular del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Rafael Bernardo Carmona, para conocer su postura. Su secretario particular, Mauricio Becerril, fue quien respondió y dijo que por tratarse de un tema delicado, no podía dar una postura inmediata.

“Cualquier respuesta al aventón se puede malinterpretar. Es un tema delicado, entonces no podemos dar una postura así como así”, respondió vía telefónica.

No tenemos la información a la mano. Ni siquiera sé del estudio que me estás hablando”, concluyó.

fmma