La aprobación de la Ley de Seguridad Interior en la Cámara de Diputados, para autorizar la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, así como su intervención en entidades a solicitud del presidente de la República, abrió una interrogante en el debate nacional: ¿Está legislación va por la militarización del país?
El colectivo #SeguridadSinGuerra, que reúne a 264 organizaciones de la sociedad civil, entre ellas el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez; Instituto para la Seguridad y la Democracia, (Insyde); México Evalúa; y México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), encendió la alerta sobre esta nueva legislación (pendiente de aprobación en el Senado) que califican como “golpista” al crear un marco de operación militar sin rendición de cuentas y transparencia, además de empoderar al Presidente y a las Fuerzas Armadas.
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Sin embargo el “empoderamiento” del Ejército y la Marina ha estado en marcha, incluso desde antes de que esta ley para legalizar su actuación en tareas de seguridad fuera parte de la agenda legislativa. Pues desde 2012, a cinco años de sacar al Ejército de sus cuarteles, se ha invertido en su capacidad de operación para dar continuidad a labores de seguridad.
Ampliación de operaciones para reducir la violencia
Información del Sistema de Seguimiento de los Programas derivados del Plan Nacional de Desarrollo, consultados por La Silla Rota, revela que la participación del sector militar ha sido especialmente activa en el 2017.
En este año el número de operaciones para reducir la violencia fue de 75, cinco veces más que en 2012, cuando el número de operaciones registradas para este propósito fue de 12, cifra que se mantuvo un año después.
Mientras que en relación a 2014, 2015 y 2016, el número de operaciones para reducir la violencia fue de 22, 39 y 58 respectivamente.
Adicionalmente los registros indican que las operaciones especialmente realizadas para proteger la frontera sur, pasó de solo una en 2012 a cinco en el presente año, el mayor número del que se tiene registro en lo que va del sexenio.
Incremento de tropas y padrón de aeronaves
Un segundo apartado del informe sobre el cumplimiento de objetivos para garantizar la seguridad nacional, muestra un incremento en la adquisición de aeronaves y automotores con el fin de ampliar la movilidad estratégica de tropas.
Los registros indican que mientras en 2012 el Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos contaban con 717 vehículos automotores, la cifra subió en 2017 a 5 mil 887 unidades para garantizar la movilidad táctica y estratégica de las tropas.
El mayor incremento en adquisición de automotores se registró entre 2013 y 2014 cuando la presencia del ejército se había extendido por 13 entidades federativas. En este periodo la cifra pasó de mil 386 a 4 mil 551 unidades.
De igual forma se acrecentó el número de aeronaves en posesión de las Fuerzas Armadas. En 2013 el Ejército y la Fuerza Aérea tenían a su cargo apenas 15 aeronaves. Sin embargo en 2014 ya contaban con 15; en 2015 con 127; en 2016 el número de aeronaves se incrementó hasta 140, mismo número reportado en el presente año.
Sin embargo, pese al incremento, la meta para 2018 incluye de manera adicional tres Sistemas Aéreos no Tripulados.
Fortalecimiento del Sistema de Inteligencia Militar y armamento
El fortalecimiento de las áreas de investigación y desarrollo también es uno de los objetivos planteados durante el sexenio como compromiso hacia las Fuerzas Armadas.
En ese sentido se logró la creación del Centro de Investigación y Desarrollo de Ejército y Fuerza Aérea; y se tiene un nivel de avance del 60% en la creación del Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacionales y el Centro de Investigación y Desarrollo del Ejército y Fuerza Aérea.
Como parte del fortalecimiento al sistema educativo militar, la investigación y desarrollo tecnológico adicionalmente se apostó a la creación del Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacionales que tiene un nivel de avance de 27%.
En tanto, se tiene un nivel de avance del 52% en el proyecto relativo a la modernización del armamento individual de personal de tropa.