Main logo

Los alcaldes que buscan repetir cargo en NL

En NL hay una larga lista de ediles que han repetido dos o más ocasiones en el cargo en Nuevo León. Ahora, otros más van por la reelección con la nueva ley

Escrito en ESTADOS el

Monterrey (La Silla Rota).-  “Ya jugué contra todos y les gané, la fórmula es salir como entraste en patrimonio; si entras jodido sal así; si  vives como rico y al salir  sigues como rico, ya tronaste, ya fui por el PRI, por el PRD y ahora por el PAN”

Cresencio Oliveira Cantú es alcalde por quinta ocasión del municipio de Parás, Nuevo León y forma parte de una larga lista de ediles que han repetido dos o más ocasiones en el cargo en Nuevo León. Ahora, otros más van por la reelección con la nueva ley.

“Si el partido me da la oportunidad con mucho contenderé y buscaré la reelección”, dijo Clara Luz Flores Carrales, presidenta municipal por segunda ocasión del municipio conurbado de Escobedo. Hace días, su partido, el PRI, le dio la oportunidad y buscará seguir en el cargo por tercera ocasión.

Incluso el PRI le quitó del camino a un grupo disidente que también había preinscrito un aspirante y que, según el partido, no reunió los requisitos.

Abel Guerra Garza, esposo de Clara Luz, ha ocupado la alcaldía de Escobedo en los trienios 1992-1994 y 1997-2000. Desde hace más de 30 años Guerra, ex diputado federal y ex líder estatal del PRI, según sus malquerientes, encabeza un cacicazgo en la municipalidad.

El historiador Héctor Jaime Treviño Villarreal dice que puede prestarse a malas interpretaciones  cuando hay continuidad en una familia en un cargo, pero, defiende el derecho del aspirante al que no se le puede coartar su aspiración.

“En ocasiones estos casos se presentan ya que siendo los pueblos tan pequeños, es poca la gente que se anima a afrontar esa responsabilidad. La constante de un nombre podría también suponer un poderío total por parte de una descendencia”.

Pero en San Pedro Garza García, el poderoso empresario, accionista del Grupo Alfa y otros consorcios, hijo de uno de los fundadores del PAN y de la hija de uno de los creadores del Grupo Monterrey, Mauricio Fernández Garza ha gobernado el acaudalado municipio en  1989 y 2009 así como 20015-2018.

Sus pretensiones de buscar una cuarta oportunidad se truncaron cuando el PAN se pronunció por una elección interna de la que no participó y entró Rebeca Clouthier como candidata.

En el municipio de Anáhuac, unos 200 kilómetros al norte de Monterrey, en la frontera con Texas, Mucio Mauricio Gallegos gobernó en los trienios 1997-200 y 2003-2006 y Desiderio Urteaga Ortegón en  2006-2009, 2012-2015 y ahora es

candidato 2018-2021.

Y  300 kilómetros al sur, en el semidesierto de Mier y Noriega, Ignacio Méndez Rosales en 1978 llegó como alcalde interino cuando murió el alcalde propietario; luego por elección popular ganó la elección en 1982 y en 1997 volvió a ser alcalde.

El legislador federal por el PAN, Juan Carlos Ruiz opina que los pueblos son pequeños, sobre todo en la zona rural y son casi inevitables los lazos civiles o de consenguineidad.

Monterrey la capital regiomontana no escapa a las reelecciones y en los trienios 1961-1963 y 1974-1976 gobernó el priista  Leopoldo González Sáenz. El panista Fernando Larrazábal ocupó la alcaldía regia tras ser edil de San Nicolás de los Garza y el también blanquiazul Jesús María Elizondo tras gobernar Guadalupe llegó a Monterrey; ahora busca ser alcalde en Guadalupe por Encuentro Social.

Jesús Hinojosa Tijerina, otro panista fue alcalde de San Nicolás de los Garza entre 1976 y 1979 y ocupó el mismo cargo en el trienio 1991-1994; después en  Monterrey en el periodo 1994-1997.

Otros políticos aferrados al poder y gobernado tres veces sus municipios son el priísta Raymundo Flores Elizondo, de Apodaca y el panista Fernando Margáin en San Pedro Garza García en dos ocasiones.

Ha habido casos que escandalizan donde las familias acaparan los gobiernos y traspasan alcaldías a  cónyuges, hijos o padres.

En localidades rurales como Bustamante, el panista Jorge Santos Gutiérrez (1997-2000), famoso porque retiró de la plaza principal un busto de Benito Juárez para colocar en su lugar una estatua de San Miguel Arcángel, heredó la alcaldía a su esposa, Norma Yolanda Robles (2000-2003) y en Doctor Arroyo, el priísta Juan Paredes Gloria, fue edil dos ocasiones, una su esposa y otra su yerno.

Abasolo es otro municipio donde los cargos públicos quedan en familia y en 2003 el priísta David Milán Ramos entregó la alcaldía a su hijo David Milán Rivera, de 22 años. Enrique Villarreal Gutiérrez, quien ya había sido alcalde 1994-1997, recibió la presidencia municipal de manos de su hijo, Jaime Villarreal Ramírez, 2006-2009.

En Cadereyta, los hermanos José y Francisco Lozano Fernández gobernaron durante el sexenio 2000-2006 y el panista Edelmiro Cantú Sada en los periodos 1994-1997 y 2006-2009.

“  En el siglo XIX se dio mucho que un alcalde perdurara en el poder, no porque quisiera reelegirse, porque no había las personas capacitadas para ello y sobre todo porque mucha gente no quería ser alcalde porque no era redituable, perdían en vez de ganar. Hay documentos en nuestros archivos donde los alcaldes pedían permiso para sembrar o recoger la cosecha, aunque hay quienes eran considerados patriarcas y los nominaban”, explica el historiador Treviño.

“Son estrategias de la política, del partido quien observa que sigues en el ánimo de los ciudadanos que recuerdan las obras y el trabajo que hiciste; si fuera lo contrario no sería postulado”, dice Raymundo Flores, tres veces alcalde de Apodaca.

Cresencio Oliveira recuerda que en 1986 llegó a la alcaldía de Parás ( unos 150 kilómetros al nororiente de Monterrey) a los 31 años de edad por el PRI y repitió en 1992-1994 y 2000-2003. “Luego en 2006-2009 el PRI quería dedazo y me fui por el PRD y le ganamos. En 2015  fui por el PAN, quise volver al PRI no se pudo, me alborotó el Panal y el Verde, pero no se dio”. Hoy es alcalde por el PAN.

“Estar de alcalde es estar en un patín del diablo, siempre lo digo, pones un pie en el patín y el otro le debes dar al trabajo tuyo, así que cuando sueltas el patín ya solo sigues caminando. Seguir como entraste no vivir como rico, si entras jodido así debes salir”, dice Oliveira quien trabaja su tierra y “quien quiera hablar conmigo que se vaya todo el día al rancho sábados y domingos”, remata.