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El suicidio de un periodista francés que destapó la precariedad del oficio

¿Cómo un destacado periodista francés con 30 años de experiencia terminaba con su vida?

Escrito en MUNDO el

Arnaud Dubus salió de la Embajada de Francia en Bangkok, en la capital de Tailandia, donde trabajaba en el departamento de comunicación social, tomó un “moto-taxi”, llegó a la estación de tren de Taksin, en el distrito de Yannawa, subió al andén y saltó a la carretera. Murió.

Dubus de 55 años no era un simple trabajador de la embajada francesa, sino que era un reconocido periodista, conocedor del ámbito político en el sudeste de Asia, particularmente de Tailandia.

¿Cómo un destacado periodista francés con 30 años de experiencia terminaba con su vida?

El suicidio de Arnaud Dubus expuso el “lado oscuro” del periodismo, de la crisis que los medios viven actualmente a nivel mundial y de la explotación, así como baja remuneración que deja el “mejor oficio del mundo”, según calificó Gabriel García Márquez.

Dubus, como corresponsal extranjero “freelance”, ganaba entre los 600 y 1500 euros, es decir, entre 13 mil y 32 mil pesos mensuales, sin embargo, ese dinero se iba en gran medida para cubrir sus viáticos, es decir, gastos de viaje, hospedaje, traductores y hasta seguro médico.

Esto, sin mencionar, que su sueldo no había aumentado ni un euro en los últimos 15 años.

Laurie Siegel, colega de Dubus, escribió en su cuenta de Facebook sobre el suicidio del francés y la crisis del periodismo.

“(Arnaud Dubus) era demasiado modesto, estaba demasiado solo, se sentía demasiado humillado por la degradación de sus condiciones de vida a su edad, para ni siquiera hablar de algo así a alguien fuera de su círculo de colegas más cercanos […] La crisis de los medios escritos y el uso frecuente de los contenidos de agencia por parte de los periódicos habían provocado que sus ingresos mermasen año tras año, pero no se atrevía a quejarse”

En este contexto, Arnaud Dubus tomó la decisión de aceptar una oferta en el gabinete de comunicación social de la Embajada de Francia en Bangkok, donde ganaba más de lo que recibía como corresponsal.

“Herido por la indiferencia mostrada por algunos editores, exhausto por décadas corriendo detrás de encargos, y disgustado por la ausencia de reconocimiento económico, Arnaud Dubus finalmente abandonó su pasión y aceptó una oferta de la embajada francesa en Bangkok”, señalaron sus compañeros.

Sin embargo, nunca consiguió superar la decepción de abandonar el periodismo, tampoco las humillaciones diarias de la vida de oficina.

“Un empleo no es simplemente una forma de ganar dinero: para la mayoría de la gente, nuestros trabajos están ligados a nuestra supervivencia, nuestro respeto hacia nosotros mismos y nuestro capital social […] Esta es la razón por la que es terriblemente habitual que los trabajadores en los sectores en apuros se suiciden”, dice al respecto el escritor Keith A. Spencer.

En tanto, la crisis de los medios continúan, donde miles de puestos han desaparecido en la última década.

Con información de Le Monde y El Confidencial

rgg