Cada que Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, es citado ante el juez, Nueva York se vuelve un caos, pues en un fuerte operativo de seguridad, las autoridades estadunidenses cierran el famoso puente de Brooklyn, dejando varados a cientos de automovilistas.
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Esto se debe no sólo a que se trata del narcotraficante más importante de los últimos 20 años y líder del Cártel de Sinaloa, sino también por las dos fugas que protagonizó de dos penales de máxima seguridad diferentes.
De tras de ambas fugas hay dos hombres que fueron de gran confianza, se trata de Dámaso López Núñez, “El Licenciado”, y Óscar Manuel Gómez Núñez, “El Abogado”.
“El Abogado”, el “patrocinador” del túnel
La noche del 11 de julio de 2015, Joaquín Guzmán Loera se escapaba por un túnel del penal federal de máxima seguridad Altiplano.
Luego de 17 meses en prisión, la fuga de “El Chapo” fue un duro golpe al Gobierno Federal encabezado por Enrique Peña Nieto, más cuando se dieron a conocer las imágenes del escape del capo.
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Aquel sábado, unas horas antes de que el líder del Cártel de Sinaloa, Guzmán Loera se reunió con su abogado, Óscar Manuel Gómez Núñez.
La Procuraduría General de la República (PGR) acusó, entonces, a Gómez Núñez de ser quien habría planeado y patrocinado el escape.
Por ello, cuando se reunieron el día de la fuga, el abogado habría acordado detalles con “El Chapo” para que su evasión no fuera mayor problema.
Cuando Guzmán Loera regresó a su celda tras el encuentro, él ya sabía cómo proceder para abandonar el lugar.
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Después de la fuga de “El Chapo”, Óscar Manuel fue detenido y acusado de evasión de reos.
En enero de 2016, Guzmán Loera fue recapturado y un año después extraditado a Estados Unidos.
Sin embargo, Óscar Manuel Gómez Núñez fue puesto en libertad, pues el delito del que se le acusa no amerita prisión preventiva, sólo tuvo que pagar una fianza para salir. Seguirá su proceso fuera de las rejas.
“El Licenciado” le dejó la “mesa servida” a “El Chapo”
A unas semanas de que Vicente Fox tomara posesión como presidente, Joaquín Guzmán Loera se escapaba del penal federal de máxima seguridad Puente Grande, en Jalisco.
La fuga de “El Chapo” de aquel 19 de enero de 2001, evidenció la corrupción dentro de la cárcel jalisciense, donde el líder del Cártel de Sinaloa era el mandamás.
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El capo corrompió al Sistema Penitenciario y su “alumno” más avanzado era el segundo al mando dentro de Puente Grande, Dámaso López Núñez.
Como subdirector de Seguridad y Custodia del Penal de Puente Grande, “El Licenciado” le permitió a “El Chapo” mantener su reinado criminal dentro de prisión.
Unos días antes de la fuga de Guzmán Loera, Dámaso renunció al cargo dejando todo listo para “El Chapo”.
Tras la fuga de Joaquín Guzmán, "El Licenciado" se convirtió en integrante del Cártel de Sinaloa y al poco tiempo se hizo compadre del mismo Joaquín. Poco a poco escaló dentro de la organización criminal.
Incluso creó su propio grupo criminal dentro del Cártel de Sinaloa: "Fuerzas Especiales Dámaso", así como un brazo armado "Los 28", liderado por los hermanos Felipe Eduardo, Jorge Alberto y Carlos Guajardo, con bastión en Baja California Sur.
Los problemas para Dámaso comenzaron luego de la segunda captura de “El Chapo”, pues se le consideró líder del Cártel de Sinaloa, hecho que no agradó a “Los Chapitos”, hijos de Guzmán Loera, comenzando una disputa interna en la “empresa”.
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La tercera detención y eventual extradición de “El Chapo” agravó la guerra dentro del Cártel de Sinaloa.
Hasta el 2 de mayo del 2017, Dámaso López Núñez fue detenido en un lujoso departamento de la zona de Polanco en la Ciudad de México y dos meses después, entregado a las autoridades estadunidense.
El pasado viernes 28 de septiembre, “El Licenciado” se declaró culpable en Estados Unidos por los delitos de narcotráfico.
Se prevé que Dámaso López Núñez sea el primero en la lista de testigos contra Joaquín Guzmán Loera, pieza clave para hundir al líder del Cártel de Sinaloa.