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El “internet de las cosas”, Huawei y la guerra de Trump

Una orden ejecutiva prohíbe a empresas de telecomunicaciones de EU usar equipos fabricados en el extranjero

Escrito en DINERO el

WASHINGTON - El presidente Donald Trump estableció este miércoles una prohibición a las empresas de telecomunicaciones estadounidenses de instalar equipos fabricados en el extranjero que puedan representar una amenaza para la seguridad nacional, intensificando una batalla contra China al impedir efectivamente las ventas de Huawei.

Trump emitió una orden ejecutiva que ordena al secretario de comercio, Wilbur Ross, prohibir las transacciones "que representan un riesgo inaceptable", pero no destacó a ninguna nación o compañía.

La orden ejecutiva no bloquea inmediatamente la compra del equipo de telecomunicaciones de ninguna compañía, pero da al secretario de Comercio, Wilbur Ross, 150 días para desarrollar un plan sobre cómo implementar la medida de Trump y establecer las prohibiciones, detallaron a la prensa a funcionarios estadounidenses.

La acción ha sido esperada durante mucho tiempo y es la última salva en la batalla económica y de seguridad del gobierno con China. También es el movimiento más extremo en la lucha del gobierno de Trump contra el sector tecnológico de China.

"Esta administración hará lo que sea necesario para mantener a los Estados Unidos seguros y prósperos y para proteger a los Estados Unidos de los adversarios extranjeros" dirigidos a las vulnerabilidades en la infraestructura de comunicaciones de Estados Unidos, dijo en un comunicado la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.

Dirigidos por el secretario de Estado Mike Pompeo, los funcionarios estadounidenses han advertido a los aliados durante meses que Estados Unidos dejaría de compartir información si usaban Huawei y otras tecnologías chinas para construir el núcleo de sus redes de quinta generación o 5G.

Las redes prometen no solo un servicio celular más rápido, sino también la conexión de miles de millones de dispositivos de "internet de las cosas", como automóviles autónomos, cámaras de seguridad, equipos industriales y técnicas para hacer cirugía a control remoto, a una nueva arquitectura de Internet.

El Pentágono y los funcionarios de inteligencia estadounidenses han advertido que las empresas chinas podrán controlar las redes y han expresado su preocupación no solo de que los mensajes seguros puedan interceptarse o desviarse en secreto a China, sino que las autoridades chinas podrían ordenar a Huawei que cierre las redes durante cualquier conflicto, interrumpiendo infraestructura estadounidense tan diversa como gasoductos y redes de telefonía celular.

Huawei ha negado esos cargos, y su director ejecutivo ha dicho que cerraría la compañía en lugar de obedecer las órdenes del gobierno chino de interceptar o desviar el tráfico de Internet. Los funcionarios estadounidenses dicen que no tendría otra opción: la ley china exige que las empresas del país obedezcan las instrucciones del Ministerio de Seguridad del Estado.

EL “INTERNET DE LAS COSAS” YA ESTÁ AQUÍ*

Se conoce como "internet de las cosas" (Internet of Things o IoT) al intercambio de información directamente entre aparatos y equipo conectados a internet, mediante una multiplicidad de aplicaciones orientadas principalmente a mejorar la vida de las personas, los procesos productivos, el comercio y la organización de los centros de población.

El término se acuñó por primera vez en 1999 en el MIT y también se utiliza para referirse al momento en que existan más aparatos conectados a internet que personas, por lo que representa la entrada a una nueva etapa en la evolución del internet. De acuerdo con las estimaciones de Cisco, este punto se habría alcanzado entre 2008 y 2009, considerando que para 2010 ya existían en promedio 1.84 aparatos conectados por cada persona.

De acuerdo con VerIzon, para que una aplicación o solución pueda considerarse como parte del internet de las cosas, deben darse tres factores: alerta, autonomía y acción (las tres "a", tomadas del inglés: aware, autonomous, actionable). El dispositivo debe poder percibir datos de su entorno: ubicación, proximidad, temperatura, vibración, humedad, niveles de iluminación, movimiento, etc. Adicionalmente, el aparato debe poder recoger la información y transferirla de forma autónoma, es decir, a una hora programada o cuando ocurra alguna condición. Finalmente, es imprescindible procesar los datos obtenidos para generar acciones que aprovechen la información. Para considerarse parte del internet de las cosas, las aplicaciones deben contar con estos atributos.

El internet de las cosas se ha estado acelerando debido principalmente a tres factores: 1) el crecimiento de la cobertura del servicio de internet entre la población; 2) la reducción en el tamaño y el precio de los procesadores y sensores, y 3) el sensible incremento en la capacidad de procesamiento de grandes cantidades de información, a bajo costo.

Algunos desarrollos que ya se encuentran en el mercado incluyen aplicaciones relacionadas con la salud y el bienestar personal, como las que dan seguimiento al ejercicio físico y los signos vitales, además de las que monitorean las actividades de niños pequeños. También están las aplicaciones para el hogar, donde algunas de las más conocidas son las que permiten que los refrigeradores detecten productos cuya fecha de caducidad está vencida, para alertar que se les debe desechar, o bien las que generan listas de artículos faltantes que pueden ser leídas por el dueño del electrodoméstico o se pueden transferir directamente a un comercio previamente elegido, para que realice el reabasto.

En las ciudades, se prevé que los vehículos autónomos (que no requieren conductor) podrán comunicarse directamente con los sistemas de control de tráfico, para mejorar el flujo vial. Asimismo, un sistema de sensores y procesadores en el drenaje, permitiría activar de forma óptima las vías de desagüe ante lluvias intensas, detectando aquellas rutas que estén saturadas y las que cuentan con capacidad de desalojo. Actualmente, ya se usan aplicaciones de IoT para eficientar el gasto energético en sistemas de transporte, algunos procesos industriales y en las oficinas.

*El artículo original de María Elena Estavillo

JGM