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"El Infierno del Sur", así disputan el control del Reclusorio

En el “Infierno del Sur” donde las venganzas y los castigos se ejecutan con crueldad, los privilegios y las necesidades básicas tienen precio

Escrito en METRÓPOLI el

Francisco Ramos estaba sentenciado por homicidio, pero no pudo cumplir su condena porque la noche del 2 de julio de 2010 fue asesinado en el “Infierno del Sur”.

Esa noche, consta en el expediente 216/2010, descansaba dentro de su dormitorio, en la estancia 12, Zona 4 del Reclusorio Sur.

De pronto, la celda se abrió y cinco hombres irrumpieron. Al frente de ellos iba Enrique Ismael Trujillo Vázquez “El Kike”, que  a su vez estaba sentenciado a 11 años de cárcel por homicidio calificado y tentativa de robo.

Ya ni te pares, güey, ya te cargó”, oyó decir Francisco Ramos, el cual estaba junto con un compañero de celda que se mantuvo al margen de lo que ocurría, pese a los gritos de Francisco que clamaban por ayuda.

Con una varilla metálica, “El Kike” golpeó a Francisco repetidamente, al tiempo que los otros cuatro internos hacían lo propio con puños y patadas.

“Nos mandó Don Rojas, que porque no quieres hacer la fajina”, dijo “El Kike”, pero Francisco ya no pudo contestar nada.

Los muros quedaron salpicados de sangre, lo mismo que el compañero de celda de la víctima.

En la pierna derecha de la víctima quedó incrustada la varilla metálica con la que lo golpearon en la cabeza.

Todo por órdenes de Rogelio Bernal Olvera “Don Rojas”, quien impuso al afectado la “fajina”, que no es otra cosa sino, usualmente, tareas de limpieza lo más degradantemente posibles, desnudos o con pequeños trapos con los que tenían que limpiar inodoros y estancias.

Según la causa penal citada, “Don Rojas” ostentaba el control de las cuotas que los reos debían dar y que, de no hacerlo, eran forzados a trabajar.

Once meses después, la Procuraduría capitalina obtuvo sentencias de 27 años de prisión por este crimen, pero el que lo encabezó, Enrique Ismael Trujillo Vázquez, resultó fortalecido: es ahora el mandamás del “infierno del Sur”.

“El Rebote”

Las venganzas ordenadas desde el Reclusorio Sur tienen un apodo para quienes las consumaron: “El Rebote”.

Así se autodenominó un grupo delictivo, liderado por Enrique Ismael Trujillo Vázquez “El Kike”, y conformado por varios presidiarios que enfrentan a Luis Eusebio Duque Reyes “El Duke”, un ex policía preventivo, socio del Cártel de Juárez y Jalisco Nueva Generación (CJNG) que, como dio a conocer La Silla Rota, obtuvo su libertad en junio de 2017.

Acorde con un informe de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSP), elaborado en mayo de este año, el "Infierno del Sur” está bajo el control de Gilberto Rodríguez Hernández “El Erwin”, internado desde 2013 por robo calificado, según la partida 2302/RS/2013.

Sus operadores son José Benjamín García Jaramillo “El Benja”, quien está preso desde 2016 por robo; Brandon Pérez Flores “El Boss”, también desde 2016, Antonio Othón Juárez, desde 2006 y Uriel Martínez Hernández “El Tanque”, desde 2011.

Othón Juárez funge como enlace con delincuentes que están en libertad y “El Tanque” como cobrador de cuotas y golpeador.

Todos ellos reciben mandatos de “El Kike”, quien conforme a la partida 155/2018, fue trasladado al Módulo de Alta Seguridad “El Diamante”, en el Ceresova del Penal de Santa Martha Acatitla, en Iztapalapa.

A esta banda criminal se le atribuye el ataque a balazos contra tres custodios de “El Diamante”, perpetrado el 29 de mayo de 2018, en un minisúper de Iztapalapa, consta en la carpeta de investigación FIZP/IZP-5/UI-3C/D/1064/05-2018.

También se les relaciona con amenazas a Antonio Hazel Ruiz, subsecretario del Sistema Penitenciario capitalino, y a Pablo López Jaramillo, director ejecutivo de Seguridad Penitenciaria.

Cuotas y los Monstruos

En el “Infierno del Sur” todo tiene precio. No solo los privilegios, como tener un teléfono celular o televisión, sino necesidades básicas como beber agua potable, usar inodoros y no dormir de pie.

Las investigaciones de la SSP, la Procuraduría capitalina (PGJCDMX) y la subsecretaría del Sistema Penitenciario revelan que el cobro de dádivas está regido por “El Kike” y “El Erwin”, pero que su pugna contra “El Duke” ha provocado descontrol y el surgimiento de nuevos subgrupos.

Uno de ellos es el de “Los Monstruos”, internos sin capacidad económica para cubrir cuotas y que fueron olvidados por sus familiares, pero que cuentan con corpulencia y son adeptos a la violencia, por lo cual se alquilan como guardaespaldas 24 horas, 7 días a la semana.

Es el rasgos del “Infierno del Sur”, donde las vendettas hicieron terreno fértil para “Los Monstruos”, quienes supuestamente cobran entre 150 y 250 pesos diarios por sus labores, además de comida.

Con base en datos oficiales de la subsecretaria del Sistema Penitenciario, el Reclusorio Sur -ubicado en Xochimilco- fue inaugurado en 1979, cuenta con 152 mil 056 metros cuadrados.

Tiene un indicie de sobrepoblación de 655, luego de ocupar el 100 por ciento de sus 3 mil 556 espacios o camas útiles con poco más de de 8 mil 600 reos.

Lejos quedaron los años cuando al Reclusorio Sur lo llamaban el penal de los “fresas” o “bizcochos”, pues albergaba en su mayoría a prisioneros famosos y adinerados, como Archivaldo Iván Guzmán Salazar, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo Guzmán” o Alfredo Ríos Galeana, considerado en su momento como el “Enemigo Uno de México”.

El INEGI concluyó, en su más reciente informe Estadísticas sobre el Sistema Penitenciario estatal en México, que CDMX es la novena entidad con más sobrepoblación en sus cárceles.

fmma