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El Heraldo: quiebra y confrontación

Análisis de medios

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Escrito en OPINIÓN el

 

Cuando aún no cumple un año de vida, el diario El Heraldo encara una crisis que pone en peligro su existencia. El panorama incluye una confrontación judicial, proyecciones de ingresos que se han desvanecido y un deterioro editorial que anticipa cambio de directivos.

El proyecto que recuperó la marca del periódico fundado en los años 70 por la familia Alarcón en la capital del país, fue concretado en mayo de 2017 por una sociedad entre la familia Mieres, propietaria de la cadena Andrade de distribuidoras automotrices, y el empresario poblano Ricardo Henaine, dueño del nombre de ese diario que tiene sus raíces precisamente en Puebla.

Los reportes disponibles indican que ante la falta de ingresos provenientes de publicidad y circulación, se hizo imperativo recapitalizar la empresa que dirige Franco Carreño. Las conversaciones entre los socios no habrían tomado un cariz afable, pues de un día para otro se determinó expulsar de la sociedad a Henaine, cuyo nombre desapareció del directorio del diario, lo mismo que el de una hija con funciones directivas en la organización.

Todo fue interpretado originalmente como un episodio ríspido corporativo, pero a ello han seguido demandas interpuestas con Henaine bajo diversos argumentos, lo que plantea un escenario judicial complejo.

El problema central sigue siendo que las metas comerciales se hallan muy lejos de cumplirse; diversos convenios prometidos con gobiernos estatales quedaron en buenas intenciones, y acercamientos con fuentes federales de publicidad gubernamental tampoco se han concretado.

La familia Mieres, que cuenta con amplios contratos con entidades oficiales para el arrendamiento de vehículos,  tiene desde luego los fondos necesarios para mantener una operación editorial aún bajo condiciones de quiebra técnica. Pero el panorama ha empezado a lucir cada vez más complicado.

A ello se añade desde hace meses una creciente confrontación entre la dirección general a cargo del señor Carreño y su equipo editorial, por ahora bajo la conducción de Alfredo González, al que se responsabiliza de no haber podido dotar al proyecto de penetración ni influencia, ya sea en su versión papel o en la plataforma digital. En ese contexto, el periodista Alejandro Cacho, con amplia trayectoria en medios electrónicos, fue incorporado en semanas recientes, inicialmente a cargo del área de internet, pero se prevé que próximamente asuma por completo el área editorial.

JORGE NACER, propietario del diario El Economista, ha realizado diversos ajustes en el manejo de esa casa editorial, una de las más reconocidas en el campo de la información financiera. Pero las versiones recogidas es que el proceso parece orientarse a la venta de una parte mayoritaria del proyecto. En 2015, Nacer fue mencionado como inminente comprador del Grupo Editorial Expansión, sin embargo una mañana el trato se desvaneció. En su momento se dijo que en ello habría influido una mano gubernamental. Ahora el sector está tomando nota de que el empresario Raúl Beyruti, de origen poblano, propietario del Grupo Integracional de Negocios (GIN), en alianza con los hermanos Ferráez de la revista Líderes, habrían comprado a Nacer al menos 60% de El Economista, operación que empezaría a traducirse en cambios específicos en los próximos meses.

MANUEL ARROYO, propietario del diario El Financiero, retomó el impulso editorial y de negocios en su campaña para enfrentar a competidores en el rubro de venta de soluciones en materia de seguridad, con los gobiernos federal y estatales como los principales clientes. Una de sus empresas es proveedora de una amplia gama de productos, desde cámaras de seguridad hasta los denominados C4, virtualmente un sistema integral “llave en mano”. En este campo hay compañías veteranas y con amplia experiencia, como Seguritech, pero también recién llegadas como Total Play, de Grupo Azteca, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, y una filial del Grupo Carso, del ingeniero Carlos Slim. Hasta ahora el rival más atacado en la cobertura de El Financiero ha sido Seguritech, pero la pugna parece crecer, y amaga con desbordarse.

@OpinionLSR | @lasillarota