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El ejército electoral

El INE debe elegir el casi millón y medio de funcionarios de casilla, propietarios y suplentes que estarán en las casillas electorales. | Fernando Díaz Naranjo

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Escrito en OPINIÓN el

Cuando afirmamos que en este 2021 tendremos la elección más grande que se haya registrado en nuestra nación, no sólo nos referimos a los más de 20 mil cargos de elección popular que estarán en disputa el próximo 6 de junio, tanto a nivel federal como local, sino también a un aspecto que es de suma importancia para la realización de la jornada electoral, me refiero al ejército de funcionarios y funcionarias electorales que se harán cargo de recibir la votación de la ciudadanía. 

El INE tiene contemplado instalar poco más de 163 mil casillas a lo largo y ancho de todo el territorio nacional y, para ello, el Instituto Nacional Electoral (INE) realizó un proceso de insaculación nacional de donde resultaron más de 12.2 millones de ciudadanas y ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores que asciende a más de 92 millones.

De entre este gran total que constituyen 6.2 millones de mujeres y 5.8 millones de hombres, el INE debe elegir el casi millón y medio de funcionarios de casilla, propietarios y suplentes que atenderán a las y los electores en las casillas electorales.

Para ello, el INE a través de cerca de 50 mil capacitadoras y capacitadores asistentes electorales recorrerán, entre el 12 de febrero y hasta el 31 de marzo, los domicilios de los más de 12.2 millones que resultaron sorteados para invitarlos al honroso papel de ser parte de la historia como funcionario o funcionaria de casilla.

El INE ha hecho énfasis en que esta operación se realizara con base a los más estrictos protocolos de salud que permitan a todas y a todos sentirse seguros de participar, de donde destaca el uso obligatorio de cubrebocas y careta, mantener la sana distancia y el uso frecuente de materiales sanitizados, así como la aplicación constante de gel antibacterial, entre otros.

Asimismo, el INE con la finalidad de reducir riesgos de contagios, determinó que, al menos para este proceso electoral, los adultos mayores de 60 años no serán funcionarias o funcionarios de casilla justamente por considerarse parte de la población vulnerable.

Consecuentemente, los más de 1 millón 400 mil ciudadanas y ciudadanos definidos para conformar el ejército electoral que recibirá la votación de más de 90 millones de electores estará debidamente capacitado con el objetivo de que puedan desempeñar su papel plenamente en favor de nuestra democracia.

Es importante referir que en la capacitación que recibirán las y los funcionarios de casilla, con base en la reforma en materia política de abril del año pasado, será la primera ocasión en la que se incluyan temas para prevenir, atender y erradicar la violencia política contra las mujeres en razón de género, así como los necesarios para garantizar la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.

De la labor que realicen nuestros funcionarios y funcionarias de casilla dependerá en mucho la legitimidad de la elección, por ello, su participación resulta de suma importancia en razón de que el voto es ejercido por la ciudadanía cuyos vecinos, cumpliendo una alta labor cívica, hacen que el poder público continúe su desarrollo independientemente de por que partido, coalición, candidata o candidato vote la mayoría de la ciudadanía y esto, fortalecerá siempre nuestro sistema democrático.

Lo que vendrá más adelante será que efectivamente la ciudadanía asista a las más de 163 mil casillas y participe copiosamente.  La participación de la sociedad en cualquier nación democrática es un elemento fundamental que da certidumbre y legitimidad a cualquier resultado electoral.  ¡Participemos!