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El doble reto en México de ser mujer y periodista

"Una mujer periodista en México tiene que enfrentarse al hecho de ser mujer, lo cual ya es un riesgo, y al hecho de ser periodista, que también es un riesgo en el país"

Escrito en ESTADOS el

“Me acusaron de corrupta, puta, de meterme con alcaldes, de manejar negocios ilegales”, describió las amenazas y acoso Gloria Ruiz.

Ruiz, periodista de Coahuila, fue agredida y hostigada sexualmente por el coordinador estatal del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional en el estado, Raúl Villarreal.

Los hechos ocurrieron en 2016, luego de la publicación de una nota de la periodista donde se señala que Raúl Villarreal, presuntamente, había entregado permisos irregulares para conducir vehículos ilegales en el país.

Dos días después, la periodista comenzó a ser agredida a través de Facebook por el coordinador estatal de la red, con amenazas, alusiones y señalamientos sexuales.

Este caso fue retomado por Artículo 19, quien ha visibilizado lo difícil que es ser periodista en México, pero más aún, ser periodista mujer.

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En su informe anual del 2015, Artículo 19 documentó 84 agresiones contra mujeres periodistas, de las que, al menos, seis ocurrieron en redes sociales, las cuales contaron con alusiones al género.

Las cifras ponen en evidencia que la violencia contra la prensa incluye características de manera muy específica cuando se dirige a mujeres periodistas, que inhiben el libre ejercicio de sus actividades.

El 14 de junio de 2017, la entonces reportera del diario Criterio, en Hidalgo, Susana Jiménez Lunar, fue agredida cuando documentaba una agresión de comerciantes a policías municipales de Pachuca, frente al ayuntamiento.

Aunque Jiménez Lunar considera que agresiones de este tipo no son por motivo de género, sino a lo que están expuestos los periodistas por los niveles de violencia en el país, expuso que las mujeres además enfrentan dificultades como el sexismo, la desvalorización del trabajo y el acoso sexual.

“No es el mismo trato que recibes de un funcionario que el que reciben tus compañeros. Son más agresivos cuando los cuestiona una mujer que cuando lo hace un hombre. Te miran el cuerpo. También, el contacto físico: hay funcionarios que inevitablemente te quieren tocar el hombro, el brazo, el cabello, o que tienen actitudes para infantilizarte”

La violencia hacia periodistas mujeres comparte una estrategia sobre todo cuando se plasma en redes sociales.

“Hay una estrategia muy compartida cuando estas cosas con violencia de género en la red aparecen. Y tienen que ver con nulificar la identidad política de la voz femenina involucrada en una cierta problemática en una causa, en una investigación”, explicó Rossana Reguillo, investigadora y activista mexicana en una entrevista con Artículo 19.

Otro caso es el de Verónica Jiménez Hernández, excorresponsal de Reforma en el estado de Hidalgo, quien en enero de 2011 denunció públicamente haber sido víctima de intimidación, hostigamiento y difamación, cuando en el portal de Youtube se publicó un video de contenido sexual en el que a ella la asociaban por su trabajo periodístico.

En el gobierno del expresidente Felipe Calderón, fueron agredidas en promedio 32 mujeres periodistas por año, pero en el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, la cifra se disparó hasta 86.7 casos por año. Así lo documentó Artículo 19 en su informe titulado “Democracia simulada, nada que aplaudir”.

CIMAC (Comunicación e Información de la Mujer A.C.), analiza los ataques a la libertad de expresión de las periodistas desde un enfoque de género. 

Según la asociación, las agresiones a mujeres dedicadas a la comunicación presentan la desvalorización de su ejercicio periodístico, señalamientos sobre las motivaciones que las llevan a realizar tal investigación, grupos de hombres que atacan a una mujer como muestra de su dominio del espacio público, desacredito de la denuncia de las personas y responsabilizarlas por la agresión que vivieran como si ellas “se lo buscaran”.

También menciona que es una constante la connotación sexual, cuestionamiento a su vida sexual, la violencia con implicaciones en su círculo familiar, además de que con frecuencia se intenta desligar la agresión de su ejercicio periodístico.

Durante la cobertura del Proceso Electoral del 2018, en tres meses, seis periodistas fueron agredidas. Los principales responsables de las agresiones fueron candidatos a puestos de elección popular y funcionarios. 

Según CIMAC, de las violencias, dos fueron intimidación, dos agresiones físicas y otros casos de amenaza de muerte y campaña de desprestigio. 

MUJERES PERIODISTAS EN EL DEPORTE

Entre las agresiones a mujeres que se dedican a la comunicación, se mantiene una serie de prejuicios que limitan el trabajo de una reportera, pues se cree que hay espacios específicamente para hombres.

Es así, el periodismo deportivo.

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Si bien, es cierto que la televisión ha sexualizado el papel de las mujeres que se dedican a esta rama de la comunicación. Los estereotipos de mujeres periodistas presentadoras de deportes mantienen una apariencia similar.

El prototipo de la periodista deportiva debe marcar una apariencia sexual, así lo hemos visto a lo largo de los años en distintas televisoras.

Esta idea ha marcado la diferencia entre las distintas agresiones hacia hombres y mujeres en el ejercer de su trabajo.

Hace unos años, la periodista de deportes, Inés Sainz, causó polémica tras sufrir acoso por parte de los jugadores de los Jets de Nueva York, cuando buscaba una entrevista en los vestidores al finalizar un partido.

Dentro del lugar, varios integrantes del equipo comenzaron a lanzarle cosas para llamar su atención, al mismo tiempo que hicieron comentarios de contenido sexual que ofendieron a más colegas que se encontraban ahí mismo.

La Asociación de Mujeres Periodistas de Estados Unidos lo calificó como “acoso sexual” por lo que se inició una investigación por el acto.

Lo trascendente de esto, fue escuchar voces que dirigían su postura a que “los vestuarios no son lugares para mujeres”. Además, hicieron alusión a la manera en que se viste frecuentemente la periodista Inés Sainz.

Otro caso fue el de la periodista de Fox, María Fernanda Mora, quien sufrió manoseo por parte de un aficionado, mientras llevaba a cabo un enlace en vivo desde La Minerva, donde aficionados de Chivas celebraban el pase al mundial de clubes.

La reportera denunció que un aficionado le agarró un glúteo, y al no reaccionar -con el fin de continuar con su trabajo-, el aficionado le metió la mano entre los glúteos en dos ocasiones más, por lo que Fernanda Mora decidió defenderse en el momento de la transmisión.

La Red de Futbol contra el Racismo en Europa, informó que tan sólo en la copa mundial de futbol Rusia 2018, 15 mujeres periodistas fueron acosadas por aficionados.

Además, se detectaron unos 30 casos de violencia de género en contra de mujeres. Aunque la cifra podría elevarse, ya que la mayoría de los casos no son reportados.

Los niveles de sexismo en el periodismo deportivo han sido muy significativos para generar más violencia de género.

En un país peligroso para las mujeres, donde, en 2018, se registraron 786 feminicidios, las mujeres son doblemente vulnerables cuando se desenvuelven en el periodismo, limitando el ejercicio de su trabajo, poniendo en riesgo su integridad y su físico.

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Sin embargo, la lucha que se ha emprendido desde hace décadas en materia de igualdad de género ha logrado también que los espacios comunicativos no sean reducidos específicamente para hombres, como lo fue mucho tiempo.

Cuando vemos noticiarios en la televisión de hace algunos años, podemos ver que los horarios y programas estelares son cubiertos por hombres periodistas. Lo mismo ocurre con líderes de opinión y directivos de medios de comunicación.

MUJERES PERIODISTAS, LABOR INCANSABLE

Pero esta lucha ha abierto las puertas a mujeres que han sido destacadas en el ámbito.

En Sonora, Karina Barraza Valenzuela, es reportera, conductora y corresponsal de Noticias, con más de 10 años en el gremio, quien ganó en mayo de 2018 el Premio Nacional de Periodismo ‘Veritas in Verbi’, con el reportaje “Celdas Rosas”.

El objetivo de ese trabajo periodístico fue conocer la motivación de una mujer en prisión que la llevó a ser reconocida nacionalmente por la publicación del libro Celdas Rosas que narra la secuencia de su estancia en la penitenciaría de Hermosillo, obra que la llevó a ganar el premio Estatal del Libro.

Actualmente Karina Barraza labora en Televisa Sonora y conduce noticiario matutino en Uniradio Hermosillo.

En Oaxaca a Yadira Sosa García, su trabajo “Cuando la violencia mata; mujeres con cáncer de mama”, la llevó a recibir un premio en el Periodismo otorgado por Pfizer México y organizaciones de la sociedad civil. 

La periodista que cuenta con 14 años de trayectoria, explica que dicho trabajo fue pensado para visibilizar un tema actual y que afecta a cientos de mujeres en Oaxaca.

Yadira Sosa menciona que a lo largo de su trayectoria ha tocado temas sociales, sensibles que a su vez representan ciertos riesgos en la profesión que desempeña.

Actualmente da cobertura a temas de seguridad y justicia, "sí son temas sensibles que tienen sus riesgos, aun así nuestra obligación es informar".



Con información de  Corresponsales: Alondra Olivera, Mónica Miranda y Áxel Chávez 

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