“¿Cómo supieron que era yo?” fue la pregunta que "El Betito" lanzó a los agentes de la División Antidrogas que lo detuvieron el pasado 8 de agosto, de acuerdo con una columna de opinión escrita por Héctor de Mauleón en El Universal.
El líder de la Unión Tepito se mostró sorprendido por el hecho de su detención, tras nueve meses de búsqueda por agentes federales, acusado por delitos de narcomenudeo, extorsión, despojo, secuestro y lavado de dinero; pues hizo de todo para no ser reconocido: bajó 28 kilos, por la inserción de un bypass gástrico, y se injertó cabello. “Soy un pendejo”, dijo.
Luego de ser detenido junto con su hermano José, en la delegación Tlalpán, Roberto Moyado Esparza preguntó:
“¿Cómo supieron que era yo? No manchen. ¿Cómo supieron? Mírenme, no soy el mismo”.
Momentos antes José había intentado boicotear la detención de El Betito. “¡Corre, carnal!”, gritó luego que un par de policías vestidos de civil le pidieran su identificación oficial a Moyado Esparza, cuando estacionaron un Suzuki blanco en la calle Rincón del Pedregal.
Mientras corría, El Betito fue interceptado por agentes de la División de Operaciones Especiales, quienes portaban el uniforme reglamentario; buscaban evitar una balacera que podría desatarse si el capo veía que civiles armados iban por él. “Tírate al piso”, le ordenaron.
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Después, El Betito incluso llegó a confesarles que pensó en sacar la pistola que portaba. Oficiales también le encontraron diez mil dólares en la bolsa y varias dosis de cristal.
En el traslado a la Procuraduría General de la República (PGR), el narcotraficante intentó sobornar a los oficiales con hasta 5 millones de pesos. “Se los junto ahorita, rápido”, aseguró.
Una reunión en una cantina fue el origen de la captura del líder de la Unión Tepito, señala la columna de Mauleón. Dos mujeres de la Policía Federal entraron a comer a no de estos locales luego de que policías notaron que 30 jóvenes vestidos al “estilo tepiteño”, de acuerdo a federales, se colocaron en la cercanía del lugar, parecía que querían proteger a alguien.
Dichas agentes notaron que los sujetos que se encontraban dentro hacían llamadas, ordenaban y derrochaban mucho dinero. A pesar de que no identificaron a El Betito, debido a su cambio físico, lograron obtener fotografías donde, luego, expertos reconocieron al capo.
cmo