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El “apoyo” a damnificados del 19S, con obras mal hechas

La empresa que fue contratada por los vecinos hizo un presupuesto de 3.5 millones de pesos, mismo que incrementó a 4.5 millones y al final se pagó con recursos del Fideicomiso

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Escrito en ESPECIALES LSR el

Con malos acabados, falta de reforzamiento en muros, tuberías de fuera, lozas mal colocadas, obras que no venían en el proyecto inicial y aplanados sin acabar, así es como la empresa Planificaciones y Cimentaciones SA de CV entregó los departamentos del edificio 32 de Rancho San Lorenzo, Girasoles III, alcaldía Coyoacán y que quedaron dañados por el sismo del 19 de septiembre de 2017. 

El pasado 2 de marzo, esta empresa dio por concluidos los trabajos de rehabilitación del inmueble que fue catalogado con riesgo amarillo tras el temblor por el Instituto de la Seguridad de las Construcciones de la Ciudad de México. Sin embargo, varios vecinos al ver los trabajos incompletos y “mal hechos” no aceptaron los departamentos, señaló Roberto Vivanco González. 

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“Se supone que la empresa ya entregó el edificio, pero las obras no están concluidas, están aproximadamente en un 60 o 70 por ciento de reforzamiento. Faltan algunos muros y departamentos”.  

Al inicio, los vecinos optaron por un crédito del Instituto de Vivienda (INVI) para el reforzamiento del inmueble. En esa ocasión decidieron hacer las gestiones de manera externa. Conforme pasó el tiempo y el gobierno aprobó los recursos para el Fideicomiso de la Reconstrucción, se les destinó una partida para el edificio.

La Comisión para la Reconstrucción señala que dejar a las empresas hacer los trabajos prácticamente sin supervisión, solo con el seguimiento de vecinos que no están capacitados para el tema, fue un error de la anterior administración, por lo que revisarán alrededor de 60 edificios similares donde no hubo atención de la autoridad.

"Es una obra que ya estaba en marcha cuando nosotros llegamos al gobierno de la ciudad y que el mecanismo que eligió el anterior gobierno que así ya nos dejó esta herencia. Trágicamente el gobierno anterior no tuvo ningún tipo de relación con las obras", señaló en entrevista César Cravioto, comisionado para la Reconstrucción.

La empresa que fue contratada por los vecinos hizo un presupuesto de 3.5 millones de pesos, mismo que incrementó a 4.5 millones y al final se pagó con recursos del Fideicomiso. 

Luego de ver los malos trabajos, los vecinos solicitaron a la Comisión de Reconstrucción una inspección técnica y financiera del proyecto. En un primer informe se determinó que hubo inconsistencias en las obras. 

No se aprecia costra o marca que indique que se haya realizado correctamente el anclaje de las columnas en la losa de cimentación, por lo que se tiene que comprobar que no se realizó superficial lo que pondría en riesgo la estructura”, dice el documento de la Comisión de Reconstrucción. 

En algunos aplanados, continúa el informe, que realizó la empresa se aprecia que no efectúo el retiro de la cavado existente, lo que implica mala calidad en los trabajos realizados. Además del mal funcionamiento del trabajo nuevo. 

Esas fueron observaciones generales del edificio. En inspecciones posteriores de la Comisión se revisará por nivel. Mientras, los malos trabajos también son evidentes en los departamentos. 

Son alrededor de 12 vecinos, cuyos departamentos quedaron en pésimas condiciones. “Metieron material de tercera calidad. Al menos en mi casa el muro de carga que debieron de haber reforzado no le hicieron nada. En la zotehuela rompieron la loza  para cambiar el drenaje, lo cual no estaba autorizado. Quitaron la tubería que iba interna y colocaron PBC de manera externa”. 

Cambiaron la instalación eléctrica e hicieron obras hidráulicas, las cuales no estaban contempladas en el proyecto, porque no estaba dañada. “Hicieron cosas y se gastaron dinero en trabajos que no eran necesarios”, indicó Guillermina Palacios Suárez, propietaria de uno de los departamentos del edificio. 

El problema fue que cuando reclamaron a la empresa de que faltaba el reforzamiento en muros y columnas, contestó que ya no tenían recursos. “Pudieron haber acudido a la Comisión de Reconstrucción para que se les ampliara presupuesto e hicieran todo bien, no las cosas a medias y mal hechas. En el dictamen del DRO decía que no estaba dañada la instalación eléctrica y la empresa la cambió. Ni siquiera nos avisaron y no hubo un consenso”. 

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En el departamento de la señora Guillermina, los trabajadores sí hicieron el reforzamiento, pero quedó mal. “El muro quedó inclinado, no vertical, después de cinco veces que lo tuvieron que corregir. Primero no le habían puesto la varilla, después hicieron una cala y luego de cuatro veces, lo dejaron chueco”. 

Cuando personal de la Comisión de Reconstrucción fue para realizar una revisión, la empresa no quiso proporcionar los planos ni la bitácora. “Efectuaron una inspección visual, y ya con los planos que están en manos del gobierno están haciendo otro análisis y harán otra visita técnica al edificio el próximo 27 de abril”. 

En el documento de la revisión ocular de la Comisión quedó asentado que la empresa no entregó la bitácora de obra, informó que los trabajos ya estaban concluidos por lo que ya no existen los planos y dijo que “no sabe decir con claridad el programa de obra”.

También  recomendó “exigir a la constructora”: pruebas de laboratorio, boletines de cambio de proyecto y el proyecto estructural definitivo autorizado, ya que nada de esto fue mostrado. 

UNA TRAVESÍA PARA LOGRAR LA REHABILITACIÓN DEL EDIFICIO 

Después del sismo del 19 de septiembre de 2017, de acuerdo con dictámenes del gobierno delegacional y personal del Instituto de Seguridad para las Construcciones, el edifico fue catalogado en alerta amarilla y a pesar de que no quedó tan dañado los vecinos tuvieron que desocuparlo. 

Los vecinos presentaron un proyecto de reparación con una empresa, sin embargo, el Instituto de Seguridad para las Construcciones no lo aprobó. Contrataron a otra compañía: Planificaciones y Cimentaciones, cuya propuesta sí fue autorizada. 

Esta empresa empezó a trabajar desde el mes de mayo de 2018. La mayoría de los vecinos entrarían a los créditos que proporciona el INVI para pagar las obras. Sin embargo, gracias a las gestiones de la asociación Damnificados Unidos de la Ciudad de México, el edificio 32 de Girasoles III consiguió que los 4.5 millones que costaron las reparaciones se cubriría con dinero del Fideicomiso de la Reconstrucción. 

Los vecinos piden que el gobierno capitalino garantice que el edificio esté en condiciones de ser habitado y en caso de que se hagan observaciones a la empresa, esperan que se repare y si esto no ocurre, evaluarán la posibilidad de actuar penalmente. 

djh