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“Efecto Turquía” así afecta a los países emergentes, como México

La inflación, el déficit y la devaluación se convirtieron en una amenaza mundial a la economía de los países emergentes

Escrito en DINERO el

Luego de que Donald Trump anunciara el aumento a los aranceles al aluminio y acero provenientes de Turquía tras una riña con el presidente Recep Erdogan, la inflación, el déficit y la devaluación amenazan a países emergentes, entre ellos a México y el fenómeno está siendo conocido como "el efecto Turquía".

En estos momentos de tensión financiera y política, países de economía emergente como la India, Sudáfrica, México y Brasil se han visto afectadas ante el desplazamiento de inversionistas a países con mayor seguridad financiera.

Argentina, la primera víctima del "efecto Turquía"

El país que más ha sufrido del "efecto Turquía" es Argentina. Después de la lira turca, la moneda argentina ha sido una de las que mayores caídas ha tenido.

Sin embargo, el "efecto Turquía" solamente fue un detonante y no fue la única variable que explica este nuevo desplome del peso.

Desde mayo, la moneda argentina viene cayendo debido a diferentes variables; una de ellas que las tasas de interés en Estados Unidos se han mantenido altas.

Pero el contexto internacional desfavorable agarró a Argentina en un momento de particular fragilidad, siendo su economía una históricamente vulnerable y desequilibrada.

Desde 2015, el gobierno del Mauricio Macri, un exempresario de centroderecha, ha estado en un intento por detener la inflación, reactivar el crecimiento y reducir el déficit fiscal con una estrategia de corte liberal. No obstante, ningún intento logró resultados positivos.

Después de que Argentina se mantuviera por años sin deudas en el mercado internacional, el país regresó a viejos hábitos y comenzó a recibir préstamos de inversionistas extranjeros y aunque logró llegada de capitales, al poco tiempo estos se fueron y el país se vulnerabilizó.

Posteriormente, el gobierno se quedó corto de financiamiento y tuvo que acudir al Fondo Monetario Internacional para recibir un préstamo de hasta 50 mil millones de dólares.

La medida, polémica en un país de malas experiencias con el organismo internacional, no evitó que el peso siguiera su desplome ni aumentó la confianza de los inversionistas.

Ahora Macri busca cumplir los requerimientos del FMI con un ajuste: recortando salarios y obra pública, y aumentado tarifas de servicios, entre otras cosas.

Pero nada ha impedido que los síntomas de su enfermedad —inflación, déficit, devaluación— sigan intactos en Argentina.

fmma