El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que en dos meses de lucha contra el huachicol, el robo promedio de barriles pasó de 56 mil a 15 mil 600 diarios, una disminución de 70 por ciento; sin embargo, en ese mismo periodo –de diciembre a enero– la violencia por delitos de alto impacto, que los gobernadores atribuyen a enfrentamientos entre cárteles y grupos criminales por el tráfico de gasolina, incrementó en los estados con mayor extracción de crudo.
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En Hidalgo, la entidad más vulnerable del país al saqueo de gasolinas –que en 2018 registró dos mil 221 tomas a ductos de Pemex–, los homicidios ascendieron a 146 (12.30 por ciento más que en los dos meses anteriores), 43 de estos, dolosos, y 27 con arma de fuego, según la incidencia delictiva del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Sin embargo, si sólo se considera la cifra de enero, que es de 77 (26 intencionales, con armas u objetos no identificados), es la más alta en dos años, cuando hubo 91, 30 dolosos.
Entre las carpetas de investigación iniciadas por asesinatos en el último bimestre está la de un supuesto jefe de plaza en la región de Tezontepec, Julio César Z.C., La Parka, ultimado el 19 de enero.
Los números de homicidios, no obstante, no son los mismos que de personas privadas de la vida. La fiscalía hidalguense reconoció que cada averiguación puede incluir a más de una víctima: por ejemplo, el 4 de enero cinco fueron acribillados mientras daban serenata en el panteón de la comunidad de las Mangas, en Tezontepec, pero sólo se abrió una indagatoria. La presunta responsabilidad de este crimen, según la línea de investigación oficial, es de La Parka, y se vincula con un ajuste de cuentas por huachicol contra miembros de un grupo antagónico.
Las lesiones dolosas también subieron: 912 contra 876, así como los feminicidios: tres –todos en enero– por dos entre octubre y noviembre. El secuestro fue el único ilícito con disminución, que pasó de cinco a dos.
En Hidalgo la violencia no cesa: la madrugada del 20 febrero siete cuerpos fueron hallados, con un tiro en la cabeza, en la localidad de San Sebastián, en Nopala, donde el Ejército identifica el corredor del huachicol que se extiende de Huichapan hasta Cuautepec.
El secretario de Seguridad Pública del estado, Mauricio Delmar, atribuyó la ejecución al supuesto intento de bandas de Querétaro o Guanajuato por ingresar a la entidad. Los cárteles que operan en este último estado, de acuerdo con la Fiscalía General de la República, son el Jalisco Nueva Generación y Santa Rosa de Lima.
El gobernador Omar Fayad también dijo que una hipótesis por el repunte de violencia en la entidad es que un cártel buscar tomar la plaza de Hidalgo y controlar el robo de hidrocarburo.
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GUERRA POR PLAZAS
El presidente afirmó que en 2018 el hurto de gasolina superó los 60 mil millones de pesos, pero que en dos meses congelaron 226 cuentas con montos de 925 millones de pesos y más de 738 mil dólares. En el mismo lapso, en Puebla –segunda entidad más ordeñada–, el secuestro creció 133 por ciento, de 6 a 14 casos, y las lesiones dolosas pasaron de 431 a 482.
Asimismo, sólo en enero ocurrieron siete feminicidios, 21.87 por ciento de los 32 de 2018.
El secretario de Seguridad del estado, Manuel Alonso García, reconoció que el Triangulo Rojo, la región de San Martín Texmelucan y la zona norte por Xocontepec-Huachinango son las más afectadas por el hurto de gasolinas, que también tiene en su cartela criminal delitos como el narcomenudeo, por el que hubo 54 denuncias en diciembre y enero, contra las 44 de los dos meses previos.
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En Guanajuato, los homicidios pasaron de 704 en octubre-noviembre a 752 y hubo un secuestro en enero, cuando en los tres meses anteriores no se habían denunciado; el feminicidio, no obstante, decreció, de siete a uno.
El gobernador Diego Sinhué Rodríguez afirmó en diciembre que 85 por ciento de los asesinatos, que en 2018 ascendieron a dos mil 769, están vinculados al huachicol.
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