Cuando discutían en Twitter el uso de la fuerza pública para disuadir una manifestación en el Congreso de Hidalgo, que dejó nueve lesionados –incluida una legisladora electa–, la entonces diputada neoaliancista Ana Bertha Díaz Gutiérrez –quien defendía la acción policial con toletes y gases lacrimógenos– recriminó a su compañero Canek Vázquez Góngora haber faltado a ocho de seis sesiones en julio, así como al cierre del periodo ordinario final de su Legislatura, lo cual, atribuyó, se debía a que vacacionaba en Miami, Florida.
Vázquez, quien llegó al cargo por la vía plurinominal bajo las siglas del PRI, pero renunció para sumarse al proyecto político del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, no asistió a 12 de 45 sesiones en el último periodo del segundo año de ejercicio constitucional, que comprende de marzo a julio, con base en el registro de asistencias de la Cámara.
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Con estas faltas, fue el asambleísta con más ausencias entre esos meses; sin embargo, 11 le fueron justificadas, por lo que no representan descuento a su salario, que, de acuerdo con el tabulador de sueldos del Congreso, asciende a 48 mil 48 pesos al mes.
Dividido la remuneración entre el número de sesiones entre marzo y julio, cada una de éstas costó al erario mil 67 pesos, lo cual, por las 12 en las que no estuvo presente, representan 12 mil 812 pesos que recibió sin asistir a la Cámara.
Al igual que Canek, el panista Santiago Hernández Cerón –quien buscaba la reelección por el distrito de Huichapan– acumuló 12 inasistencias en el mismo periodo, de las cuales cinco fueron justificadas, cinco más contabilizadas como faltas, y dos porque tuvo licencia mientras hacía campaña.
La diputada por el distrito XIV de Tula, la priista Marcela Vieyra Alamilla, también registró diez inasistencias, pero todas fueron justificadas, en tanto que la perredista Margarita Ramos Villeda, no estuvo en nueve sesiones ordinarias, de las cuales tres no tuvieron justificación de ausencia, según el registro que el Poder Legislativo tiene disponible en formato digital para consulta pública.
En total, hubo 103 ausencias en las 45 sesiones, de las cuales 83 fueron justificadas y siete correspondieron a licencias.
Tras el último periodo ordinario, en la diputación permanente que integraron once legisladores, se registraron cinco inasistencias, pero sólo una fue contabilizada como falta: de Santiago Hernández Cerón.
En comparación con el primer periodo ordinario, de septiembre a diciembre de 2016, el número de inasistencias incrementó más de cien por ciento. En aquellos meses, se registraron 50 ausencias, pero sólo una no fue justificada, también de Hernández Cerón, quien, de acuerdo con los registros del Congreso, es el más faltista de esta Legislatura. ´
Además, en aquel periodo únicamente hubo 35 sesiones. En el último, no obstante, en el que hubo 45, las ausencias ascendieron a 103, 13 sin justificación.
Por el abandono de sesiones ordinarias después de pasar lista y, por lo tanto, cobrar el día laboral, la Junta de Gobierno del Congreso de Hidalgo advirtió a los legisladores desde el 26 mayo de 2017 que en caso de incidir nuevamente en esta práctica serán sancionados económicamente.
Lo anterior, después de que La Silla Rota dio a conocer, cuatro días antes, que debido a que pasaban “asistencia”, aunque abandonaban el recinto para comer, asistir a eventos políticos, recibir comitivas o peticiones e, incluso, ir a fumar, los parlamentarios no obtenían penalización. No obstante, los representantes populares continuaron con sus salidas mientras se desahogaban los asuntos en las órdenes del día.
En el informe de asistencias, el Poder Legislativo no refiere número de penalizaciones, aunque con base en el artículo 12 del Reglamento de la Ley Orgánica del Poder Legislativo, el cual establece que todos los integrantes tienen “la obligación de asistir puntualmente y permanecer en el lugar durante todo el desarrollo de la sesión”, al no justificar su ausencia deben ser sancionados sin cobro de salario.
mvf