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YOTAMBIÉN: Home office, ¿oportunidad para personas con discapacidad?

Según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018 del INEGI, sólo el 40% de las personas con discapacidad tienen empleo

Escrito en DINERO el

Ante la contingencia sanitaria por la pandemia del coronavirus que se está viviendo a nivel mundial, las grandes firmas de retail de México se dieron que cuenta de dos cosas: que no necesitan tener un gran inmueble donde concentrar a todo su call center en un sólo lugar y que esta podría ser la oportunidad de sumar personas con discapacidad a este servicio.

Como es el caso de Carlos López, quien fue el primer y único empleado con discapacidad que contrató la empresa Mifiel desde antes de que iniciara el confinamiento obligatorio. El joven de 26 años vive en la Ciudad de México, pero gracias a la tecnología, puede desempeñarse como content marketer para una empresa en Guadalajara.

Antes de eso, estudió a distancia la licenciatura en Administración de Tecnologías de la Información, pese a padecer atrofia muscular espinal tipo 3, una enfermedad de origen genético que no le ha impedido realizar su trabajo desde hace poco más de dos años.

Por eso, para él, el home office le ofrece muchas ventajas: “no me imagino trabajando de otra forma, me permite enfocarme en el trabajo sin descuidar mi salud. Eso sí, requiere mucha responsabilidad y mucho control”, dijo Carlos, quien cumple su horario como cualquier otro trabajador al realizar marketing de contenidos en un blog y propone ideas para llegar a potenciales clientes. 

La tecnología se convirtió –no sólo para las personas con discapacidad, sino para todos– en esa “rampa” que permite el acceso a oficinas, aulas, reuniones, cursos y foros.

Con la pandemia se derribaron muchos preconceptos relacionados con la necesidad de tener a los empleados a la vista para controlar su productividad y medir la eficiencia por la puntualidad al entrar a la oficina.

Sin tener que moverse de sus hogares, para muchas personas con discapacidad (pcd) es un beneficio doble, ya que evitan que alguien más de su familia deje sus actividades habituales para llevar y buscar a su familiar en su empleo.

Una minoría que puede cambiar

Según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018 del INEGI, de las 7.8 pcd en México “sólo 40% tiene un empleo”.

Por eso, diversas organizaciones coinciden en que el aumento del home office abre una oportunidad para que más adultos con discapacidad puedan emplearse, sin embargo, las empresas deben darles las herramientas y la capacitación para hacerlo, algo a lo que no siempre están dispuestas.

Pues las empresas suelen asumir que su personal cuenta con una computadora o con acceso a internet, y no necesariamente es así, por lo que deben reconfigurar equipos y procesos de trabajo para que todos los colaboradores puedan seguir con la operación de manera normal.

Mientras tanto, hay muchas más personas esperando su oportunidad para mostrar sus capacidades; empresas que requieren talento y fundaciones en busca de que haya más casos como el de Carlos.

(María José Pardo)