El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) advirtió a sus derechohabientes y acreditados a tomar precauciones para evitar ser víctimas de posible fraude al adquirir viviendas presuntamente propiedad del organismo, a precio de remate.
El Infonavit aclaró a todos sus derechohabientes e inversionistas inmobiliarios que no realiza ningún tipo de remates, ni subastas de vivienda, en ningún estado del país.
Cualquier persona a la que se le ofrezca la venta de casas “en paquete” o a precio de remate, puede ser víctima de fraude.
¡No caigas en engaños! En el Instituto no realizamos remates ni subastas de viviendas en ningún estado. Nuestros trámites son gratuitos y no requieren el apoyo de ningún despacho o intermediario para realizarlos. Conoce los métodos de denuncia aquí. pic.twitter.com/rLgSIBdUkO
— Infonavit (@Infonavit) March 31, 2022
Este tipo de delito se presentó en distintas entidades del país como:
-Nuevo León,
-Guanajuato
-Aguascalientes
-Zacatecas
-Jalisco
En esta última entidad, se detectó una supuesta empresa inmobiliaria que incurrió en actos irregulares, cuyos integrantes ya fueron puestos a disposición de las autoridades para ser sancionados conforme a la ley.
¿Cómo operan los defraudadores?
Explicó que los falsos gestores se anunciaron en redes sociales e invitaron a los interesados a reuniones, donde se ostentaban como apoderados del Infonavit, para ofrecer casas a precios de remate. Ante ello, solicitaban un primer pago como adelanto, con la promesa de entregar las viviendas en determinado tiempo, lo cual nunca sucedía.
El modus operandi también consistía en engañar a grupos de inversionistas, a quienes les ofrecían propiedades en remate supuestamente de Infonavit, en 30 ó 40 por ciento por debajo del valor comercial. Estos montos los inventaron y plasmaron en un listado donde incluían inmuebles de diversas entidades federativas, principalmente Guanajuato, Jalisco y Nuevo León, solicitando el apartado de la propiedad con el 10 por ciento del valor.
Detalló que los defraudadores utilizaban poderes, contratos, documentación y sellos supuestamente oficiales para revender las viviendas, cuyos dueños aparentemente dejaron de pagar sus créditos, sin embargo, se trataba de casas que nunca existieron.
cj