Main logo

“Vendíamos más tacos en el encierro que ahora”

Edgar Pastor, dueño de una taquería, aún tiene limitado su servicio sólo a domicilio, pues sólo está permitido un aforo de 40 por ciento y así no le conviene

Escrito en DINERO el

Edgar Pastor, dueño de la taquería Los Pastorcitos, ha soportado de manera estoica el ventarrón económico y de contagios causado por la pandemia de la covid-19.

Aunque ahora ya podría dar servicio en el lugar, aún lo mantiene limitado sólo a domicilio. La razón es que sólo podría poner una mesa, pues sólo está permitido un aforo de 40 por ciento. Ni siquiera le conviene. Pero otra razón es que también tiene miedo a contagiarse. No vaya a ser que le de la covid y sea más lo que se gaste en medicinas que lo que obtenga en ganancias, dice a La Silla Rota.

Reconoce que la llamada nueva normalidad no lo ha beneficiado. Contundente dice que su caso no es único.

Varios compañeros vendíamos más cuando estábamos ‘encerrados’ que ahora

Su explicación es que la gente ya comenzó a salir y trabajar y tiene más variedad para comer. Otra razón es que otros se quedaron sin empleo y prefieren gastar su dinero en otras cosas.

“Hay días de muy poca venta, días que prácticamente nos estamos durmiendo, ni las moscas se acercan”, ironiza.

VIVIR FRENTE A UNA DE LAS 20 COLONIAS MÁS CONTAGIADAS

Reconoce también que tiene miedo. Los casos en la zona han aumentado, y tiene conocidos que antes no creían y luego de ver morir a algún pariente o amigo ya no dudan de la existencia del coronavirus.

Pero además su taquería se encuentra en la colonia María Esther Zuno de Echeverría, frente a una de las 20 colonias con más contagios en la ciudad de México, San Andrés Totoltepec, en Tlalpan. Aunque están divididas por el paso de la autopista, de todos modos está al tanto de los contagios que hay enfrente.

“También mucha gente va a San Andrés, y ahí siempre se han escuchado de casos”, asegura.

SU HIJO LE AYUDA

Dice que familiarmente ha tenido que pedir la ayuda de su hijo de 16 años, que a veces no quiere ir a trabajar y ya está desesperado por regresar a la escuela. A él le da pena pero con su hijo como repartidor en bicicleta, se ahorra contratar a un trabajador, aunque reconoce que preferiría que mejor se quedar a cuidar a sus dos hermanos, de 9 y 12 años, pero también necesita obtener ingresos.

Cuestionado sobre si se ha visto en una situación económica apretada que lo haya obligado a vender algo, dice que si lo ha pensado, pero que las casas de empeño dan una bicoca y si quiere recuperarlo debe pagar intereses altos, entonces no le conviene.

Respecto a cuándo podría reabrir como antes de la pandemia, dice que por lo menos un mes estará sólo con el servicio a domicilio

Sí nos afecta, pero tenemos familia. Tenemos que resistir, ya que aunque cierre no tengo otro negocio y con otro trabajo menos voy a poder resistir las deudas, estaremos hasta donde nos dejen

De acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y turismo de la Ciudad de México, la caída de ingresos en el sector restaurantero ha sido del 90 por ciento durante la pandemia.

(María José Pardo)