Debido a los empleos que se ponen en riesgo ante la implementación de nuevas tecnologías derivada del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en el país esto representaría un reto para comprobar la efectividad de la reforma laboral impulsada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, así como al programa social Jóvenes Construyendo el Futuro, asienta el Instituto México del Centro Internacional Woodrow Wilson.
El estudio El desarrollo de la fuerza laboral en Norteamérica 2.0, recoge Milenio Diario, calcula que 61 millones de empleos son los que se ponen en riesgo con el T-MEC.
Por otro lado, el Instituto Global McKinsey destaca que existen alrededor de 7 millones de trabajadores mexicanos que pueden cambiar de ocupación o mejorar sus habilidades, frente al escenario del eso de la Inteligencia Artificial (IA) en la industria.
En EU esta cifra asciende a 54 millones, y a nivel mundial son 375 millones.
“Las empresas necesitan comprender e implementar los nuevos modelos de capacitación necesarios a medida que se despliega la IA en sus sectores y necesitan incorporar la capacitación de sus trabajadores en sus modelos de negocio”, se lee en un informe de la consultora Accenture.
JÓVENES CONSTRUYENDO EL FUTURO
Según el documento del Instituto México, “las tres economías de América del Norte enfrentan brechas de habilidades alarmantes y desajustes en gran medida debido a la rápida evolución de la tecnología y la falta de sistemas bien integrados y de calidad para educar y capacitar a los empleados y los nuevos aprendices”.
De ahí que sea necesario que programas como el implementado por la actual administración federal en que se da capacitación profesional a jóvenes que no estudian o trabajan, establezca procesos de medición de habilidades y competencias que los beneficiarios obtienen durante su estancia en la empresa. A lo que se sumaría un registro detallado de quienes completaron el programa exitosamente.
REFORMA LABORAL
Al respecto, se apunta que el gobierno mexicano deberá impulsar programas que incentiven a migrantes especializados que residen en Estados Unidos, a volver al país de manera que compartan su conocimiento y ayuden a fortalecer la competitividad de la industria en México.
Lo anterior, en provecho del potencial sistema colaborativo entre las naciones que se abre con los cambios a los derechos sindicales aprobados este año por el Congreso mexicano.
No obstante, para todo esto, resalta el Instituto, es necesario que se incremente la inversión de calidad en las fuerzas laborales tanto de México, como de Estados Unidos y Canadá.
djh