La quiebra del Banco Famsa y la debilitada Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) está generando preocupación por los riesgos que genera para el sistema bancario justo cuando el país se hunde en su recesión más profunda en casi un siglo debido a la pandemia del coronavirus a nivel mundial, de acuerdo con Bloomberg Businessweek.
Ya que la quiebra del Banco Famsa está alimentando las preocupaciones de que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) podría pasar por alto las señales de advertencia en otras instituciones bancarias.
Así como la amenaza para los bancos ha crecido en medio de la recesión impulsada por la pandemia en México, y con esto también el aumento inminente ampliamente predicho de incumplimientos de préstamos y pagos atrasados.
“Corren un gran riesgo. El debilitamiento de la institución podría conducir a un problema más profundo”, dijo en entrevista para Bloomberg Carlos Ramírez, quien dirigió el regulador de pensiones del país durante la administración anterior y formó parte del directorio de la CNBV y ahora trabaja como consultor de riesgo político en la Ciudad de México.
Por su parte, una media docena de exreguladores, que pidieron no ser identificados, dijeron que la CNBV había perdido gran parte de su equipo central de tecnócratas de alto nivel desde fines de 2018 y los reemplazó con contrataciones de menor experiencia.
La CNBV confirmó que había visto la rotación de aproximadamente una quinta parte de sus trabajadores desde el inicio del año pasado, pero dijo que no ha habido un impacto significativo en sus operaciones.
Ese éxodo de trabajadores se produjo después de que Andrés Manuel López Obrador asumiera el cargo a fines de 2018. Pero la ahora debilitada CNBV puede tardar en detectar fraudes en el sistema, controlar los riesgos de lavado de dinero o descubrir si los bancos están ocultando pérdidas antes de que sea demasiado tarde, dicen los críticos.
“La CNBV perdió mucho talento y capacidad de supervisión. Probablemente terminemos con algunos bancos en problemas que la autoridad no tiene la capacidad de detectar a tiempo”, dijo Enrique Díaz-Infante, analista del sector financiero del centro de estudios del Centro de Estudios Espinosa Yglesias en la Ciudad de México.
Respecto a Famsa, el Banco necesitará un rescate de casi mil millones de dólares para compensar a los ahorradores o más de un tercio de las reservas de la agencia de seguros de depósitos bancarios.
Sus arcas agotadas son preocupantes en medio de un aumento esperado en las bancarrotas comerciales y personales derivadas de lo que los economistas pronostican será la crisis económica más profunda de México desde la Gran Depresión.
(MJP)