Los aumentos históricos al salario mínimo que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha impulsado podrían no mantenerse si no hay crecimiento económico, así lo asegura José Luis De La Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
“Si no hay crecimiento en los siguientes años va a ser complicado que se sigan dando incrementos (en el salario mínimo) de esta magnitud”.
En entrevista con La Silla Rota, De La Cruz explica los claroscuros del incremento del 20% en el salario mínimo para el próximo año.
Menos empleos y mayor inflación, son dos de los “mitos” que siempre atrae a la opinión pública cuando se da un incremento en el salario mínimo de esta magnitud; al respecto, el director del IDIC responde:
“El problema de la generación de empleo no va a ser por los salarios, sino porque la economía no está creciendo. Esto es más vinculado con el bajo desempeño de la economía nacional, antes de por el hecho de aumentos salariales”.
Sobre la inflación, la situación es diferente, pues si bien José Luis de La Cruz no pronostica un alza inflacionaria, si refiere que los efectos negativos y positivos en la economía pueden ser mayores a los que se registraron en el alza al salario mínimo del año pasado, pues ahora los beneficiados del aumento serán más.
“El incremento del año pasado que se dio en el salario mínimo involucró, en el sector formal de la economía, a poco menos de 200 mil trabajadores […] en esta ocasión el número de los beneficiados va a ser mayor, probablemente oscile entre los 2 o 3 millones de personas, porque no solo se considera a los que ganen el mínimo, sino los que ganan hasta el nuevo mínimo, es decir, hay un número más grande de personas que ganan arriba del salario mínimo y que van a quedar de alguna forma englobados en este incremento”.
Entre los destacable de la decisión, el director del IDIC precisa que al tratarse de un acuerdo entre el gobierno, el sector privado y los representantes de sindicatos, el aumento es positivo.
“El aumento surge de un acuerdo al que llegan tanto el gobierno como el sector privado y los representantes sindicales de los trabajadores, es decir, es un acuerdo que permite seguir avanzando, es positivo”.
Sin embargo, De La Cruz refiere que hay varios retos que este aumento tiene que superar para que repercute en el bienestar de los trabajadores.
El primero de estos retos, precisa José Luis, es que gran parte de los trabajadores que ganan salarios mínimos se encuentran en la informalidad y, en esa situación, es más complicado que reciban dicho incremento.
“El punto aquí es que ellos son la minoría, el 80%-85% de los trabajadores que ganan un salario mínimo están en la informalidad […] el problema de esto es que en la informalidad no hay garantías de que se cumplan las leyes, los derechos laborales, entonces, este incremento –que es positivo– va a tener que superar el reto de que se pague en la informalidad”.
Este problema se agudiza, detalla el director del IDIC, cuando son los micro-negocios los que tienen trabajadores que ganan el salario mínimo.
Para De La Cruz, el aumento al salario mínimo sí permite que los trabajadores en su individualidad alcance e incluso superen ligeramente las líneas del bienestar que define el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), sin embargo, para una familia este incremento no es suficiente.
“Comparando con la línea del bienestar del Coneval, el nuevo salario mínimo, en principio, sí permite que se alcancen y supera ligeramente las líneas del bienestar […] pero eso es para una persona, evidentemente el salario mínimo todavía se encuentra lejos de garantizar que una familia puede tener bienestar, se ha avanzado, pero todavía queda trabajo por hacer en ese aspecto”.