Main logo

Río Sonora obstaculiza operación de Grupo México en España

Reapertura de mina sevillana ha sido paralizada por la Junta de Andalucía por supuestas irregularidades y el desastre en Sonora

Escrito en DINERO el

Grupo México propietaria de la mina de cobre Buenavista y que forma parte del grupo empresarial que ganó la concersión de reabrir Aznalcóllar. La explotación sevillana cerró tras el desastre causado por la rotura de una balsa de lodos tóxicos en los noventa. 

Pero la reapertura de esta mina sevillana ha sido paralizada por la Junta de Andalucía tras la investigación abierta por un juzgado sevillano, que aprecia irregularidades en el concurso público que ganó la unión entre Grupo México y Magtel. Desde que se adjudicó en febrero, las asociaciones ecologistas  han denunciado los problemas de Grupo México en la gestión minera  y han puesto el acento, especialmente, en el accidente de 2014 en la cuenca del rio Sonora, que ha obligado a esta compañía a pagar 115 millones de euros.

El pasado 6 de agosto un fallo en una tubería de una de las balsas de residuos de la mina Buenavista desencadenó un enorme vertido. Se derramaron 40.000 metros cúbicos de aguas residuales con importantes concentraciones de metales, afectando con ello el río Bacanuchi y luego el Sonora. En total, el vertido afectó a 271,6 kilómetros de cauces y a siete municipios de la zona, donde viven unas 22 mil 800 personas. Es el accidente ambiental más grande de la industria minera en México, reconoce Rodolfo Lacy Tamayo, subsecretario de Planeación y Política Ambiental del gobierno mexicano.

Pero, al margen de estos problemas, lo que más ha sufrido en la zona es la economía, basada en gran parte en la agricultura y la ganadería. La economía se derrumbó, admite Lacy. El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático de México cuantificó en 1.800 millones de pesos el impacto del vertido. 

Un mes después del accidente, el presidente Enrique Peña Nieto forzó a la empresa de Germán Larrea, uno de los magnates más poderosos en México, a crear un fondo para reparar el daño. A mediados de septiembre, se constituyó un fideicomiso de 2.000 millones de para apoyar a los afectados. El secretario de Medio Ambiente, Juan José Guerra, dejó claro entonces que la empresa tendrá que ofrecer más recursos si los fondos son insuficientes.

Lacy preside el comité técnico que gestiona el fideicomiso encargado de las reparaciones. Resalta como un hito en el país la celeridad con la que se cerró el acuerdo con Grupo México para que aportara los 2.000 millones de pesos. Se han pagado ya 928 millones de indemnizaciones, informa. Este dinero se ha destinado principalmente a infraestructuras hidráulicas y a compensaciones a comercios y la agricultura y ganadería.

En este punto, este desastre difiere del de Aznalcóllar. El gobierno andaluz reclama a la sueca Boliden los más de 89 millones de euros que costó la restauración ambiental del entorno del río Guadiamar desde que se produjo el vertido. Hasta ahora, no ha tenido éxito en su reivindicación ante la justicia.

El accidente de Aznalcóllar se produjo en un momento en el que el precio del cobre estaba muy bajo, lo que influyó en que Boliden abandonara la explotación de Sevilla sin agotar las reservas.       

Pero, en el caso de la mina Buenavista, Grupo México no tiene intención de marcharse debido a los cuantiosos recursos que puede aún extraer. 

Con información de El País.

kach