Con 29 años de edad y una fortuna que supera los 22.500 millones de dólares, Sam Bankman-Fried es el joven más rico del mundo, según Forbes quien lo ubica en la posición 32 de las 400 personas más ricas.
Sam es hijo de dos profesores de derecho de la Universidad de Stanford. El joven millonario creció escuchando a sus padres discutir sobre política con académicos de la Costa Oeste y aunque pasó mucho tiempo divirtiéndose con videojuegos, se graduó como físico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en 2014.
Sin embargo, su cambió en 2017, cuando empezada el bum de las criptomonedas, cuando bitcoin atravesó su primera carrera alcista convencional y aumentó a 20 mil dólares vio una oportunidad. Descubrió que el mercado emergente era ineficiente podía comprar Bitcoin en los Estados Unidos y venderlo en Japón por hasta un 30% más.
A finales de 2017 con sus ahorros montó Alameda Research, una empresa de comercio cuantitativo con la que empezó a navegar en el mundo de las criptomonedas.
Según la página oficial de su compañía, la firma que fundó en un apartamento alquilado gestiona más de “mil millones de dólares en activos digitales e intercambian entre 1 y 10 mil millones por día en miles de productos”.
El éxito de Bankman-Fried se corono con la fundación de FTX, una plataforma de negociación de derivados criptográficos que permite a los comerciantes comprar y vender activos digitales como bitcoin.
FTX cuenta con un equipo de cerca de 150 personas que le ayudan a Sam a mover por día cerca de 11.5 mil millones de dólares representados en derivados. Actualmente FTX tiene más de 2 millones de usuarios registrados y aunque Bankman-Fried es consciente de la volatilidad y el peligro del negocio de las criptomonedas.
kach