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¿Qué puedes hacer si en tu trabajo odias a tu jefe?

Es más común de lo que se cree que no haya una buena relación entre jefe y subordinado

Escrito en DINERO el

Es más común de lo que se cree que no haya una buena relación entre jefe y subordinado, según un estudio realizado por el Chartered Institute of Personnel and Development (CIPD) de Reino Unido, una organización certificada que fomenta buenas prácticas laborales para bienestar de toda la sociedad.

En la mayoría de los casos, los empleados se resisten a convivir con un jefe por diferentes circunstancias, entre ellas alguna injusticia percibida o una carga laboral excesiva, señala Ben Willmott, director de política pública del CIPD.

Willmott dice a BBC Mundo que un buen jefe debería conocer algo sobre las vidas de sus empleados, como si tienen hijos o dónde les gusta ir de vacaciones.

Si no te importa tu personal, entonces no tienes confianza en la relación laboral. Y sin confianza, estás construyendo una organización sobre una base inestable
 

Sin embargo, sugiere que antes de pensar en renunciar, insta a las personas a pensarlo "largo y tendido" sobre si esa cultura podría cambiar.

Por su parte, Damian Beeley, un asesor de Recursos Humanos, que una vez tuvo problemas con un jefe y ahora maneja un equipo en una empresa de consultoría, aconseja que si el problema es personal, quizás sea buena hora para buscar otro trabajo.

"Si ellos no te caen bien y tú a ellos tampoco, eso probablemente nunca va a cambiar", considera.

No obstante, Beeley reconoce que es un problema más fácil de solucionar para el jefe que para el empleado.

Como jefe, si hay gente a quien no le caes bien, debería preocuparte y deberías reflexionar sobre por qué no le caes bien
 

Sin embargo, si eres empleado y odias a tu jefe, "ese es un lugar emocionalmente más incómodo para estar".

Por lo que las compañías se arriesgan a perder mucho más que los empleados si el personal no se lleva bien con los gerentes, pues la frustración entre empleados y la gerencia puede llevar a conductas delictiva, según la profesora Rosalind Searle, una experta en confianza organizativa de la Universidad de Glasgow.

"Si no abordas la frustración, se puede convertir en furia -cuando la gente está dispuesta a tomar represalias- y luego en desprecio -cuando se puedan volver hasta deshonestos-", afirma.

"Si un empleado siente que ha habido una injusticia, podría intentar resolverla de una manera más nefaria", advierte Searle.

Además, estos empleados podrían robar a la empresa si sienten que no les pagan lo suficiente o cambiar su registro de horas trabajadas en respuesta a que se le pida que haga algo que piensa que no es razonable.

MJP