Hoy en día es muy común que en el momento en el que sientes que la pila de tu celular está a punto de acabarse corras a cualquier puerto USB para cargar tu móvil o hasta ponerlo a cargar con cualquier cargador prestado, y aunque esto parece a simple vista algo muy normal, encierra un peligro para tu privacidad.
Pues los ciberataques están a la orden día y es por eso que desde hace unos años están en el mercado los llamados bloqueadores de datos USB, mejor conocidos como "condones USB” y aunque estos "preservativos" no son de látex, son igual de efectivos.
¿Qué son los "condones USB"?
Los “condones USB” protegen contra los peligros del llamado juice jacking, una especie de ataque cibernético que consiste en que "los criminales instalan un programa malicioso en los puertos de carga de las estaciones que infectan teléfonos y otros dispositivos de usuarios desprevenidos".
Pero, ¿cómo funcionan?
Los "condones USB" son pequeños adaptadores USB con puerto de entrada y salida que permiten la alimentación energética del dispositivo pero bloquean el intercambio de datos.
Su precio ronda los US$10 y son pequeños y, por tanto, portables y según Luke Sisak, asistente de la Fiscalía del Condado de Los Ángeles, en Estados Unidos, las consecuencias de un ciberataque de esta naturaleza pueden ser "demoledoras".
"Una carga gratuita de tu dispositivo puede vaciar tu cuenta bancaria. Si los cibercriminales consiguen instalar el malware, pueden bloquear tu teléfono, robar información muy sensible como los datos del pasaporte o la dirección domiciliaria", alertó en un video el asistente de la Fiscalía del Condado.
Por otra parte, de acuerdo a un informe sobre ciberseguridad de la compañía tecnológica IBM, las infecciones por softwares maliciosos "secuestran la potencia informática, resultando en un mayor uso de la computadora y una ralentización de los dispositivos",
En el mismo reporte señala cómo se han incrementado los ataques contra la industria de transportes, el segundo sector más vulnerado en 2018 después del de los servicios financieros.
"No solo es una cuestión del volumen de los ataques, sino también del calibre de las víctimas. En 2018 vimos más brechas públicas en la industria de transporte que en años anteriores", según el documento.
MJP