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PIB recuperará niveles pre-covid hasta 2022: subgobernador de Banxico

Gerardo Esquivel adelantó que para el segundo trimestre del año se espera “la mayor caída anual para un trimestre que se haya registrado en toda la historia”

Escrito en DINERO el

El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) recuperará su ritmo a niveles antes de la pandemia del coronavirus hasta el 2022, según escribió en un artículo Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México (Banxico), pues se estima que al término del año en curso la economía presente una contracción de entre 8.5 y 10.5% tras el impacto económico de la covid-19.

Pandemia y pobreza, van de la mano

El integrante de Banxico (con base en diversos datos duros oficiales) estimó en el artículo “Los impactos económicos de la pandemia en México” que la pandemia dejará entre 6 y 16.6 millones de pobres. “Esto implica que entre 4.8% y 13.3% de la población total del país podría pasar a formar parte de los pobres extremos”, afirma. 

Y refiere “el aumento equivalente de la crisis de 1994/95 fue de 16.2% de la población total, ya que la población en pobreza extrema (o pobreza alimentaria, de acuerdo a los criterios utilizados en ese entonces) pasó de 21.2% en 1994 a 37.4% en 1996”. Y compara sobre el escenario actual “si el aumento mínimo esperado en el número de pobres es cercano a 9 millones de personas, esto implicaría que podríamos llegar a tener 70 millones de personas pobres en México y una tasa de pobreza por ingresos del 56% de la población total, es decir, el nivel más alto de pobreza en lo que va del siglo”.

El rostro del desempleo en la pandemia

Esquivel afirma que entre quienes perdieron su trabajo en el segundo trimestre del año, el 83.7% (933 mil) ganaba de uno a dos salarios mínimos. Los sectores productivos más afectados son agricultura (-11.5%), construcción (-10.1%) y servicios (-7%) y personas, empresas y el hogar (-8.6%).

“Estos tres sectores se concentra el 60% de todos los empleos perdidos durante la pandemia”, enlista.

Mientras que otro 34 por ciento de los empleos perdidos se encuentra en la industria de la Transformación (245 mil empleos perdidos, -4.4%) y comercio (131 mil, -3.2%).

Por estado

Los más golpeados son aquellos que dependen del turismo nacional e internacional, afirma. “Quintana Roo perdió cerca de una cuarta parte de todos sus empleos formales… Baja California Sur (-10.9%), Sinaloa (-10%), Nayarit (-9.6%) y Guerrero (-8.7%)”.

Empleo informal, un salvavidas 

Así lo advierte. “No es del todo improbable que la existencia de un amplio sector informal en el mercado laboral mexicano pueda servir en esta ocasión como un mecanismo amortiguador del choque económico. En cualquier caso, el impacto final en el mercado laboral aún está por definirse y dependerá crucialmente de la evolución de la pandemia y de la capacidad de la economía para evitar que la crisis transitoria se traduzca en una crisis de carácter más permanente”.

El nuevo rostro del consumo

El golpe al turismo, transporte y consumo en restaurantes o servicios de comida rápida, fue duro. “A finales de julio, estos tres tipos de gasto aún se encuentran entre 60% y 70% por debajo de lo que se esperaría”, señala. Como era de esperarse fueron sustituidos por los sectores de salud, aseguramiento y telecomunicaciones “que ya recuperaron por completo sus pérdidas”.

¿Debe el gobierno federal endeudarse para enfrentar los daños?

Sin mencionar nombres y de manera imparcial, Esquivel considera que evaluar si la 4T debió o no, ser más agresiva en su política de respuesta a la pandemia, esta mucho más allá de la opción bueno o malo. “Esa visión, en mi opinión, es errónea… No se puede comparar tan fácilmente la capacidad de respuesta que tienen los países desarrollados con la de los países emergentes. Los primeros pueden darse el lujo de aumentar sus niveles de endeudamiento de una manera que no pueden hacerlo los segundos”.

Y agrega, “en un país como México, que de por sí enfrenta un escenario complicado en materia de finanzas públicas, y que está al borde de perder el grado de inversión, un aumento significativo de la deuda podría ser excesivamente costoso”.

¿Debió ofrecer una política fiscal agresiva en medio de la crisis?

“Cuando la caída en la actividad económica es el resultado de una combinación de factores de oferta y de demanda, la política fiscal pierde efectividad”, refiere. “Se debe a que al menos una parte de la economía está cerrada por la respuesta de política, no por una falta de demanda. Así, los estímulos fiscales que suelen ser de utilidad en un contexto de una crisis de demanda, no son tan efectivos cuando una parte de la economía es incapaz de responder a este tipo de estímulos”.

¿La solución es una política de contracción del gasto?

No, asegura. “Terminaría siendo abiertamente contraproducente, exacerbaría el choque original, dificultaría la recuperación económica y tendría efectos sociales muy importantes…. Una reducción del consumo del gobierno en condiciones de estrés fiscal severo no es bien valorado por los mercados financieros y puede terminar incrementando las primas de riesgo”.

Para el tercer trimestre del 2020, detalló Esquivel en el artículo “Los impactos económicos de la pandemia en México”, la economía nacional registrará una caída de entre el 8 y 12 por ciento en la producción, y en el último periodo del año se vería una baja que oscilaría entre el 4 y el 8 por ciento.

Por otra parte, supone que la caída anual de la actividad económica durante el segundo trimestre de 2020 será de entre 19 y 20 por ciento, lo que sería “la mayor caída anual para un trimestre que se haya registrado en toda la historia” del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE).

El banquero central destaca un deterioro del consumo en el país, al apuntar que el gasto total realizado con tarjetas de crédito y débito en abril registró una baja de 30% a tasa anual, mientras que en mayo y junio cayeron 22 y 18 por ciento, respectivamente.


El iniciar su artículo, Gerardo Esquivel señala que el impacto de la pandemia sobre la actividad económica en México ha sido muy significativo y que su magnitud y características pueden identificarse en tres fases o etapas distintas. 

1ra fase del impacto económico

A fines del primer trimestre de 2020 derivado del cierre de varios países y de la correspondiente cancelación de vuelos a nivel mundial. 

“Esto representó un enorme choque negativo en marzo en aquellas entidades y regiones del país orientadas a las actividades turísticas como Quintana Roo y Baja California Sur” expone.

El inicio del confinamiento en países asiáticos y europeos, agrega, se reflejó en las primeras disrupciones importantes en los procesos productivos de las cadenas globales de valor en algunos de los sectores manufactureros. 

2da fase del impacto

Resultado de la suspensión de todas aquellas actividades consideradas no esenciales ante la declaratoria de la Jornada nacional de sana distancia. 

Con la medida se afectó a varios sectores manufactureros y de servicios en los meses de abril y mayo. En varios sectores se extendió hasta el mes de junio y en otros aún sigue vigente. 

Resalta la importancia de que a fines de mayo algunos sectores importantes como la minería, la construcción y las industrias automotriz y aeroespacial pasaron a ser consideradas actividades esenciales. 

3ra y actual fase

en la que actualmente nos encontramos desde el inicio del mes de julio. Se trata de un “proceso de reapertura que será más lento y gradual de lo que originalmente se anticipaba”, debido a que “los contagios continúan en niveles relativamente elevados y que los temores de un rebrote de la enfermedad aún están presentes”.

Las implicaciones de eso es que persistirán las afectaciones en varias actividades económicas y no podrán regresar a sus condiciones previas en tanto no se cuente con una solución más definitiva al tema de la pandemia. 

“Esta tercera fase no sólo será mucho más prolongada que las anteriores, sino que su duración es, hasta este momento, bastante incierta”, advierte.


(djh)