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"No hay condiciones ni confianza y sí mucho miedo de regresar a la oficina"

Escrito en DINERO el

Andrés trabaja en gobierno. La oficina donde labora desde hace tres años es un edificio de 13 pisos. A este inmueble llegó él y sus más de 200 compañeros después del sismo del 2017, porque en el que estaban quedo severamente afectado.

Desde la última semana de marzo del año pasado trabaja en casa al igual que su esposa. Ambos hacen home office y de vez en cuando él tiene que salir a hacer alguna diligencia, evita el uso del transporte público.

Sin embargo, en breve los dos podrían regresar a trabajar a sus respectivas oficinas. “Mi principal preocupación es que, conozco las deficiencias del transporte y será insostenible  trasladarme en el vehículo familiar al trabajo por un tema de costos y  porque llegará el momento en que debamos compartir el auto”.

 

Llegado al momento, su vía de traslado es el metro, aproximadamente 50 minutos recorridos entre la Línea B y la Línea 1 del metro de la ciudad de México.

Además, dice, no voy a tener la certeza que todos toman las mismas de seguridad que yo, "no hay condiciones ni confianza, pero sí mucho miedo, nada volverá a ser igual".

Andrés cuenta que en su área de trabajo “hubo varios decesos a causa del coronavirus”. A pesar que ya les informaron que el regreso será gradual y con horarios escalonados, él está consciente de que la exigencia del trabajo hará “casi imposible hacer esa realidad. Si tengo muchas cosas que hacer ni modo que me salga y me vaya”.

“Mi área de trabajo es insegura, es un edificio de 13 pisos que no tienen ventilación natural, todo es con aire acondicionado, los espacios son reducidos. He ido un par de ocasiones y he encontrado a compañeros que ni siquiera usan cubrebocas, aún cuando éste ya es obligatorio”, dice.

Andrés, de 34 años, reconoce con pesar que aún “está muy lejana la vacuna para mi y mi esposa. Estamos en condición de vulnerabilidad, con qué confianza vas a salir todos los días y regresar a casa confiado que no pasa nada. Cuando "volvamos a la normalidad" será con reservas, con incertidumbre.

La Ciudad de México se mantiene en semáforo naranja, pero en ruta hacia el amarillo.

De acuerdo con la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP) de la ciudad de México, hasta el momento no hay señales importantes que indiquen una tercera ola de contagios en la Ciudad de México.

Por ello, desde hace unos días se permitió el regreso a oficinas corporativas privadas, con un aforo máximo de 20%.

El uso de cubrebocas deberá ser permanente, se deberán aplicar filtros sanitarios a la entrada, el personal deberá mantener sana distancia y estar separado por mamparas; además, será obligatorio el ingreso controlado de personas ajenas al edificio.

En el caso de reuniones en oficinas:

-Deberá haber cita previa

-Uso de cubrebocas permanente

-No ofrecer bebidas ni alimentos

-Acudir sin acompañantes 

-Las juntas no deberán ser de más de 6 personas

-Todas las personas que entren a un edificio deben usar el cubrebocas obligatorio

-No se deben compartir objetos como plumas, papeles, tabletas, computadoras

-Se deberá garantizar la sana distancia