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Mujeres al borde de un ataque; crisis agudiza malas condiciones de empleo

De acuerdo con expertos, la participación de la mujer en la actividad económica es fundamental para el crecimiento de la economía de cualquier país

Escrito en DINERO el

El cuidado infantil es la principal barrera para la participación de las mujeres en el campo laboral mexicano, situación que se evidenció aún más con la pandemia por el coronavirus debido al cierre de las guarderías.

En febrero de 2019, el gobierno federal anunció que, como parte de sus acciones en materia de política social, modificaría el programa de estancias infantiles para madres trabajadoras.

El presidente Andrés Manuel López Obrador le encomendó a la Secretaría de Bienestar que diera los apoyos directamente a los tutores y no a las estancias infantiles; lo que implicó un recorte económico.  En el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 se le otorgaron 2 mil 684 millones 509 mil 23 pesos a dicho programa, mientras que, en 2017 se le otorgaron 3 mil 884 millones 255 mil 950 pesos al Programa de Estancias Infantiles. 

El retiro de los subsidios que sostenían la operación de las estancias ha resultado en el cierre de muchas de ellas, con consecuencias para la vida cotidiana de las mujeres y menores que antes las utilizaban. 

Según cifras del Banco Mundial, de entre los niños más pequeños en México, de cero a dos años, sólo el 5% asistía a una guardería, nivel muy por debajo del promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) 

Reconoció que la oferta de servicios de cuidado infantil tiene una cobertura limitada, está fragmentada y es heterogénea. Lo anterior genera un sistema inequitativo de servicios que afecta negativamente a la participación laboral de las mujeres.

La participación de la mujer en la actividad económica es fundamental para el crecimiento de la economía de cualquier país. Generar las oportunidades y garantizar la inclusión de las mexicanas en el mercado laboral con empleos bien remunerados y de calidad es crítico para el desarrollo del país, sobre todo en un contexto en el que muchas se han visto afectadas por el impacto de la pandemia y no solo han perdido su trabajo, sino que también han tenido que dedicarse aún más al cuidado de los hijos o de la familia, según el Banco Mundial.

Y es que, las mujeres están sobrerrepresentadas en algunas de las ocupaciones más afectadas por la crisis sanitaria, como el comercio minorista, el turismo, y la hospitalidad, mientras que los hombres están más presentes en la construcción o la fabricación.

Pero incluso antes de la pandemia, la participación laboral de las mujeres en México fue tan solo de 45% en 2019, comparado con 77% para los hombres.

El reporte encontró oportunidades en el ámbito de políticas de cuidado infantil, políticas para prevenir el embarazo adolescente y políticas complementarias que podrían ayudar a impulsar una mayor participación laboral de la mujer:

· Políticas de cuidado infantil: armonizar el marco normativo, incrementar el acceso a los servicios de cuidado infantil y consideraciones para mejorar la calidad y disponibilidad de la información disponible.

· Prevención del embarazo adolescente: se presentan recomendaciones con base en la evidencia internacional sobre intervenciones efectivas.

· Políticas complementarias: se proponen acciones en el ámbito laboral e intervenciones que buscan influenciar las normas sociales.

MAL Y DE MALAS

Las mujeres han sido las más afectadas por el impacto de la pandemia en el área laboral; la covid-19 borró todos los avances logrados en los últimos 15 años en México. La tasa de participación femenina en el mercado laboral se redujo en 2020 a 40.71%, por debajo del 42.63% reportado en la crisis financiera global de 2009.

El Instituto Mexicano para la Competitividad estima que, si no se implementan políticas públicas focalizadas, a México le tomará 60 años retornar a los niveles prepandemia en cuanto a incorporación de mujeres en la economía. 

De acuerdo con el IMCO, las mujeres de la OCDE destinan una buena parte de su tiempo para ejecutar tareas no remuneradas; sin embargo, en México esta diferencia entre hombres y mujeres es mayor, las mujeres mexicanas destinan 2.5 veces más horas al trabajo del hogar y de cuidado que los hombres. En contraste, esta proporción en los países de la OCDE es de 1.93 veces.

 

cj