Liliane Bettencourt, hija de Eugène Schueller, fundador del Grupo L’Oréal, murió a los 94 años en París.
Bettencourt era la mujer más adinerada del planeta, ocupaba junto con su familia el número 14 de la lista de millonarios de Forbes, pues con la posesión de 33% de L’Oréal su fortuna ascendía a 44.7 mil millones de dólares.
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Jean-Paul Agon, CEO de L’Oréal, informó del deceso y a nombre de todos los empleados de la compañía dio el pésame a los familiares de la empresario multimillonaria, su hija Françoise Bettencourt Meyers, su yerno Jean-Pierre Meyers y sus dos nietos Jean-Victor y Nicolas Meyers.
“Todos nosotros tuvimos gran admiración por Liliane Bettencourt, quien siempre vio por L’Oréal, la compañía y sus empleados, y fue muy cercana a su éxito y desarrollo”, apuntó Agon.
“Ella personalmente contribuyó enormemente a su éxito por muchos años”.
Liliane heredó L’Oreal al morir su padre en 1957; entonces, al frente de la firma quedó Francois Dalle, quien transformó el negocio en la compañía de 100,000 millones de dólares que es hoy en día.
En 2007, tras el fallecimiento de su esposo, fue el centro de un juicio muy mediático que incluyó a políticos de Francia.
Su única hija, Françoise Bettencourt-Meyers, acudió a los tribunales para acusar al fotógrafo François-Marie Banier de aprovecharse de la fragilidad de sus madre y robarle dinero.
Con la misma acusación, el escándalo se amplió a políticos en 2008; entre ellos, el entonces presidente Nicolas Sarkozy.
En octubre de 2011, una corte concluyó que Bettencourt sufría de una forma de demencia y otorgó a su hija el control sobre su riqueza e ingresos estimados en 17,000 millones de euros.
Su nieto Jean-Victor Meyers fue designado para cuidar de su salud y bienestar físico.
Con información de Forbes