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Los pros y contras de las “mini casas” como la construida por la UNAM

La idea de la UNAM se suscribe a la creciente tendencia denominada ‘Tiny House Movement’ (movimiento de la casa diminuta) presentada en Estados Unidos y otros países del mundo

Escrito en DINERO el

Este lunes, un grupo multidisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dio a conocer el proyecto Vivienda Industrializada Sustentable (VIS). Un hogar de 12.5 metros cuadrados que sirve como respuesta al cada vez más caro uso de suelo de la metrópoli.

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Esta “mini casa” cuenta con sistemas de sustentabilidad que la dotan de autonomía y tiene manufactura industrial, por lo que se pretende comercializarse en tiendas de artículos para el mantenimiento del hogar.

(Aspecto interior de la VIS)

Esta idea de la UNAM se suscribe a la creciente tendencia denominada ‘Tiny House Movement’ (movimiento de la casa diminuta) presentada en Estados Unidos y otros países como Reino Unido, en la que cada vez más gente prefiere estas construcciones de entre 7 y 37 metros cuadrados para vivir.

Ante esta ascendente predilección han surgido distintas compañías especializadas tanto en la construcción de las viviendas como en la decoración de las mismas. Una de las más importantes del país norteamericano es American Tiny House Association.

Sin embargo, este modo de vida –al igual que todos- cuenta tanto con ventajas como con ciertas desventajas:

LOS PROS

De acuerdo con lo expresado por distintas personas que han optado por esta alternativa, entre las razones figuran argumentos como el accesible precio de estas casas, hasta el minimalismo, para aquellos que gustan de vivir con lo mínimo necesario, apunta El Periódico.

Entre los perfiles de aquellos que eligen vivir en una “mini casa” destacan parejas que buscan un modo nómada de vida y ecologistas que buscan tener la máxima eficiencia de una casa con las menores repercusiones posibles sobre el medio ambiente.

El tener más tiempo para sí mismos, es una de las ventajas señaladas por estas personas, ya que el tamaño reducido agiliza la limpieza del hogar. Asimismo se arguye privacidad y la capacidad de guardar los enseres fundamentales.

De acuerdo con Lloyd Kahn y Lester Walker, considerados pioneros del movimiento, este basa sus principios en tanto en la prudencia financiera, el uso de alternativas ecológicas y el fortalecimiento de la comunidad.

EL AUGE

Estas “mini casas” deben su popularidad a la recesión de 2007 de EU, momento en el que miles de personas perdieron su capacidad adquisitiva para hacerse de un hogar. Luego de ello, se construyeron zonas en donde predominaban estas viviendas. Se trata de ciudades como Olympia en Washington, Othello Village en Seatlle o Ithaca en Nueva York.

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En estos espacios de cerca de 30 metros cuadrados albergaron a personas y familias en situación de emergencia habitacional.

Como ejemplo, Othello Village se compone de 28 cabañas de madera y 12 tiendas de campaña. Los residentes dan un uso comunitario a servicios como duchas, cocina y despensa. 

LOS CONTRAS

No obstante, en el contexto actual del ’Tiny House Movement’, la población que mayormente se ha acercado a las casa miniatura es la generación millenial, quienes piensan en ellas como una solución temporal, en su camino a la adquisición de una casa propia. Sin embargo, la rápida depreciación del producto hace que se dificulte la venta de estas casas pequeñas.

Por otra parte, algunos de quienes hoy viven en una de estas viviendas, refieren cierta inseguridad adquirida a raíz del hecho que la casa se encuentra sobre ruedas. “Realmente no se siente arraigada a la tierra, se siente como si estuviéramos separados de la tierra porque hay ruedas debajo de nosotros… es un recordatorio constante… estás en un estado frágil de vivienda", apunta un residente para BBC Mundo.

En relación a ello, existen circunstancias del ámbito legal que complican el uso de estas casas, como la legislación en el Reino Unido que expresa que todas las viviendas nuevas deben tener más de un espacio para el descanso nocturno.

Sin embargo, Bristol ciudad ubicada al suroeste de Inglaterra, rechazó esta regla para que pudiera efectuarse la construcción de varias casitas en el jardín trasero de una residencia en los suburbios.

Otro ejemplo es el poblado Spur en Texas, EU, en donde se modificaron las leyes con la intención explícita de atraer a habitantes de casas pequeñas a manera de solución a una “población en declive”.

En cuanto al argumento de la reducción del impacto ambiental, la mentira recae en la falta de cultura para hacerlo, ya que muchas personas se enfrentan al problema de tener que donar o vender sus pertenencias con el fin de comprar nuevos adornos para sí o para la “mini casa”.

EL CONTEXTO MEXICANO

Dentro del contexto legislativo nacional, la implementación de estas viviendas desarrolladas por la Universidad Nacional Autónoma de México supondría la modificación de leyes, el uso de ruedas para “burlar” cualquier sanción por el uso de suelo, o bien, la construcción de una vivienda que supere los 12.5 metros cuadrados.

El tipo de vivienda más chico y económico considerado dentro del Código de Edificación de Vivienda emitido por el Gobierno Federal en 2010, es de una dimensión de 30 metros cuadrados, cuyo precio se estima en hasta 118 veces el salario mínimo mensual.

Se contempla que dichos emplazamientos cuentan con un baño, cocina y un área de usos múltiples.

En tanto, el diseño de la UNAM busca brindar una sensación de espacialidad amplia y está equipada con lo necesario para la habitabilidad de un máximo de dos personas: cocina, sala-comedor, baño y una recámara con cama matrimonial.

Refrigerador, estufa, parrilla eléctrica, colchón, paneles solares y sistema de captación de agua pluvial, son los elementos con los que se equipa esta “mini casa”. Su precio ronda entre 350 mil y 380 mil pesos.

djh