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Los programas sociales siempre van dirigidos a los pobres. ¿Y la clase media?

La clase media, según la OCDE, se define en aquellas personas que reciben un ingreso mensual entre 75% y 200% del promedio nacional, en México es de $7,128

Escrito en DINERO el

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que en administraciones pasadas los pobres estaban abandonados y ahora es el sector que más apoyos recibe por parte del gobierno federal.

Los programas sociales para personas que viven en pobreza son conocidos por todos. Consisten en transferencias de efectivo a aprendices, becas a estudiantes, pensiones para adultos mayores y apoyos al campo. En total, cada año México gasta aproximadamente 758 mil millones de pesos en programas sociales, de acuerdo con Viri Ríos, analista de la política mexicana y doctora en Gobierno por la Universidad de Harvard.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), clase media es cerca del 40% del país y se suele medir a partir de hábitos de consumo e ingresos, por ejemplo pertenecer a un hogar con al menos una computadora, que gasta en torno a 1.500 pesos al mes en comer fuera de casa y donde alguien cuenta con tarjeta de crédito. En cualquier caso, se trata de una construcción social, según Francisco Abundis, director de la firma de análisis de opinión Parametria. 

Los programas sociales que actualmente existen:

-Pensión para el bienestar de adultos mayores

-Pensión para el bienestar de personas con discapacidad

-Sembrando Vida

-Jóvenes escribiendo el futuro

-Jóvenes construyendo el futuro

-Becas para el bienestar Benito Juárez

-Microcréditos para empresas familiares

-Tandas para el bienestar

CRÍTICA A LA CLASE MEDIA

El presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha calificado a la clase media como “aspiracionista”, a la que atribuye la pérdida de votos en las elecciones intermedias del 6 de junio, por lo que prometió crear una nueva.

Al continuar con sus críticas a la clase media, el presidente López Obrador llamó a la formación de una nueva clase media con dimensión social y que tenga como característica el humanismo, la solidaridad y la fraternidad, y no individualista, materialista ni racista.

En conferencia de prensa matutina, el titular del Ejecutivo federal señaló que se debe de lograr la movilidad social y que el hijo de los campesinos y de obreros salga adelante y que tengan los ingresos básicos para vivir “y ser feliz”, pero con base en la moral y en la ética.

“Hay que inventar lo nuevo, por ejemplo la nueva clase media, o sea, lograr la movilidad social, que el hijo del campesino, del obrero, del comerciante salga adelante, que se vaya ascendiendo en la escala social. Vamos, que se progrese, y que salgan de la pobreza millones de mexicanos, pero que los que vayan saliendo de la pobreza se vayan convirtiendo en una clase media con dimensión social, con humanismo, una nueva clase media, no individualista, clasista, racista", dio el presidente.

Sin ayuda

Ante la falta de oportunidad laboral, malas condiciones en empleos y la crisis económica, principalmente por la pandemia de la covid-19, la clase media ha decidido emprender, pero el gobierno no la respalda.

La clase media va a ser la más afectada de la recesión que va a vivir México a consecuencia del coronavirus, aseguraron analistas.

“El estancamiento económico venía destruyendo empleos que ganan más de tres salarios mínimos; donde se concentra la clase media. En el primer trimestre este fenómeno se aceleró y los peores efectos se verán en los siguientes meses”, comentó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial (IDIC).

Héctor Magaña, analista del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, afirmó que la pérdida de empleo, las reducciones salariales; y las jornadas intermitentes de trabajo que se registran para enfrentar la crisis terminarán por minar los ingresos de este sector de la población; lo cual se va a reflejar en mayor endeudamiento, cambios de hábitos de consumo y un deterioro general de la calidad de vida.

Camino hacia ¿el progreso?

Diana y José son un matrimonio que vive en el estado de México desde hace más de dos décadas. Las ganas de superación, un poco de habilidad para hacer postres los llevaron a emprender con un puesto de crepas el cual trabajaban solo los fines de semana, el resto de los días los distribuían entre sus respectivo trabajos y el cuidado de los hijos.

Él, contador de profesión, ella, recepcionista en una empresa de venta de químicos. Las ventas de sábados y domingos ayudaban a contribuir a los gastos de la casa y con el paso del tiempo a "darse uno que otro pequeño gusto". "De nuestro trabajo logramos hacernos de nuestra casa y pagar la educación en una escuela privada a nuestros hijos".

José reconoce que "uno para eso trabaja, para evolucionar, crecer en todos sentidos". Con el paso de los años, decidieron pasar del "puesto a un local de crepas". "Hasta eso nos había ido bien, lo poco o mucho que hemos logrado ha sido a base de esfuerzo. Sin embargo, el año pasado todo cambió. Llegó el coronavirus, mi esposa perdió su empleo y a mi me redujeron una parte de mi sueldo, el confinamiento obligado impidió a la gente salir y a nosotros vender, las cosas se empezaron a venir abajo, poco a poco ya no podíamos con los gastos de la accesoria hasta que un día ya no pudimos pagar".

Él cuenta que los gastos no pararon. "Las colegiaturas no se suspendieron, había que seguirlas pagando, aún somos relativamente jóvenes pues no alcanzamos la edad para tener acceso a un de los apoyos del gobierno, vemos que hay ayudas para estudiantes de escuelas públicas, pero ¿y para los de privadas?, no nos sobra el dinero, al contrario, nos la hemos visto bien difícil, y escuchamos que hay programas sociales casi para todo y para todos, pero a nosotros, quién nos ayuda?.

 

 

 

 

 

 

cj