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Los errores que un buen líder debe evitar en tiempos de covid

Si el líder cree que en momentos de incertidumbre y mala economía, su gente no estará a la altura, ellos confirmarán esta idea actuando en contra de las metas

Escrito en DINERO el

Las empresas, compañías y oficinas han sido víctimas de la covid-19, por más preparadas que hayan estado para todo tipo de escenarios de desastres, desde recesiones hasta recortes, ninguna contemplaba estrategias para una pandemia, por lo que los liderazgos tuvieron que salir a flote para mantener la estabilidad laboral. 

No es de extrañar que sea más fácil que nunca cometer errores y perder de vista las lecciones de liderazgo que han aprendido durante sus trayectorias, por ello hay que estar consciente de los errores que un buen líder debe evitar a toda costa.

Sumar pero no restar

La mayoría de los líderes, incluso antes de que surgiera covid-19, corrían a toda velocidad y lidiaban con los tipos de desafíos que podría esperar ver: luchas para impulsar el crecimiento, desafíos en torno a la ejecución y entregar resultados, por lo que agregar el tema del coronavirus la presión alcanza un máximo histórico.

De acuerdo con Elizabeth Freedman, consejera y entrenadora ejecutiva y colaboradora de Forbes internacional, los líderes están implementando medidas para enfrentar los desafíos actuales, pero lo que no siempre sucede es la eliminación de actividades o tareas para dar cabida a nuevas prioridades urgentes.

Los líderes, dice, necesitan la libertad de trabajar solo en lo que es crítico aunque ello signifique perderse otras reuniones o un objetivo previamente definido. Para hacer eso, necesitan escuchar un mensaje de sus propios ejecutivos y sus compañeros que equivale a: "Confío en que hagan lo mejor para nuestra gente y nuestro negocio en este momento".

Incrementar incertidumbre

Según la revista Entrepreneur, es irresponsable hablar sobre aquello de lo que no se está plenamente seguro y hay que aceptar cuando no hay información certera del covid-19, por ejemplo, el tiempo en el que llegará una cura. Por ende, el líder debe anclarse en lo que sí está seguro. Por ejemplo, en muchos rubros es imposible asegurar la continuidad laboral para los colaboradores. El foco de los mensajes del líder debe estar en cuestiones ciertas y no inciertas.

Tampoco debe aprovechar la coyuntura, dramatizándola, porque cuando se regrese "a la normalidad" los empleados percibirán que se les asustó más de la cuenta con fines ocultos, se convivirá con un equipo desmembrado y el líder habrá perdido su credibilidad. 

Presionar de más

Aunque por la situación económica se puede vivir en una presión mayor, no se recomienda duplicar los objetivos de ventas o que entreguen un número aún mayor de sus metas que nunca antes se habían fijado. 

Según Freedman, es tentador en tiempos difíciles presionar aún más a los equipos para que den resultados, pero ante ello, la pregunta que debe hacer un líder es: ¿es esto realmente realista? En un entorno donde los empleados se están adaptando en múltiples frentes, desde trabajar en casa hasta cuidar a los niños fuera de la escuela y simplemente mantener a raya sus propios miedos, simplemente presentarse y hacer el trabajo es un logro. 

Esperar que los empleados alcancen un número superior en este entorno es como ponerles cientos de ladrillo en sus espaldas. 

Minimizar las emociones del equipo

La depresión y la ansiedad tienen unas repercusiones económicas importantes: se ha estimado que cuestan anualmente a la economía mundial un billón de dólares en pérdida de productividad, según la OMS (Organización Mundial de la Salud). Pues las emociones inevitablemente surgen, y mucho más durante un cambio organizacional.

Además, el 95% de las decisiones son emocionales, según Gerald Zaltman, profesor de Business School de Harvard, lo que significa que, el líder que cuente con un plan para saber manejarlas, tendrá muchos mejores resultados. Por eso se deben dar a los empleados espacio para compartir sus sentimientos para mejorar la comunicación con ellos.

Culpar a la gente

Cargar los errores contra el personal es la salida más corta para los líderes incapaces de asumir su propia responsabilidad en el asunto o carecer de la valentía para asumir las situaciones desfavorables.

Hay que evitar caer en excusas como "si hubiésemos hecho los cambios antes" o "si los administrativos hubieran ido a tal o cual curso". No suma ni construye buscar culpables en contextos como el actual, de pandemia y volatilidad global en lo que todo tambalea.

No se debe olvidar que como líder eres un ejemplo, y aunque también tienes emociones, miedos y enojos, hacerlas de forma pública destruye a los equipos porque las personas perciben que nada de lo que hagan tiene sentido.

¿QUÉ SÍ DEBE HACER UN BUEN LÍDER?

Tras la incertidumbre que ha dejado la crisis del coronavirus a nivel mundial, en el entorno laboral lo que necesita México son medidas de readaptación de estrategias, implementación de nuevas tecnologías, reajuste de presupuesto y lo más importante: que tu negocio tenga el líder adecuado a mando, así lo considera Sergio Pedroso, gerente de Comunicación de Zendesk Latinoamérica.

Al recordar que en México se perdieron 346,878 empleos formales en un lapso del 13 de marzo al 6 de abril, según datos de la Secretaría del Trabajo, el experto señaló que los líderes necesitan contar con habilidades de readaptación, apertura para eliminación de hábitos, creatividad para la creación de prácticas y nuevas identidades para contagiar un sentimiento de seguridad al resto del equipo. Y para conseguir dichas habilidades, Pedroso compartió algunos consejos para que los que estén al mando de un negocio, puedan hacerle frente a la pandemia del coronavirus siendo buenos líderes, llevando de la mano a su equipo de trabajo hacia los nuevos cambios.

Sé completamente transparente. Tener una comunicación clara y honesta es esencial. La pandemia es el ejemplo más claro de lo necesario que es este paso. Informar a los empleados qué pasará con sus trabajos, si serán o no necesarios en la nueva estructura, cuáles podrían ser readaptados conforme el avance de la nueva estrategia.

Al informarles, se evitará generar una sensación de traición y pérdida de confianza, la cual es muy difícil de recuperar después. Lo cual lleva al verdadero reto: lidiar con las emociones.

Que no olviden su relevancia. Con demasiada frecuencia, el liderazgo se enfoca tanto en los objetivos (eficiencias, ahorros, oportunidades de expansión) que pueden empujar a los empleados demasiado rápido y no tomarse el tiempo para recordarles la relevancia de su rol.

El proceso de autorizar a los integrantes de su equipo, desempeñar sus ocupaciones delegadas y crearles una autonomía suficiente para actuar, los ayuda a inspirarse para ser parte del cambio; y es de las mejores maneras para empoderarlos.

Un ejemplo de los beneficios de ello, son las empresas que crean y trabajan en climas de participación e igualdad, son mucho más saludables, pues impactan en su motivación y en consecuencia, en su productividad.

Los líderes tienen un papel importante en todas las organizaciones, apoyando a los equipos a comunicarse, integrarse y, consecuentemente, mejorar sus rendimientos. La suma de un liderazgo competente e inspirador con un equipo lleno de ganas de hacer lo mejor sólo puede resultar en éxito para las empresas.