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Los castigos del SAT por facturar a alguien más

Si haces compras y te piden que saques factura a nombre de otras personas, mejor piénsalo dos veces porque podrías tener problemas con la autoridad fiscal

Escrito en DINERO el

Solicitar facturas a nombre de alguien más, te podría hacer cómplice del delito de evasión de impuestos, excepto cuando se trata del pago por cuenta a terceros, simular operaciones y presentar declaraciones con facturas apócrifas es un delito grave con sanciones que van desde uno a nueve años de prisión, advirtió el Servicio de Administración Tributaria (SAT)




Sin embargo, cuando realizas compras en diversos establecimientos seguramente la persona que te atiende te ha preguntado si necesitarás que se expida una factura, lo cual puede ser rechazado sin mayor problema cuando no acostumbras tratar con esos conceptos, aunque también puede suceder que un amigo o pariente te pida de favor que la saques a su nombre, pero eso podría implicarte un problema con la autoridad fiscal.

¿Es ilegal?

Desde la perspectiva general, sí es un delito que expidas facturas e nombre de alguien más, pero hay que diferenciar los casos en que no representa un acto ilegal.

El caso más frecuente en el que se puedes sacar facturas a nombre de una persona física o moral sin que represente una irregularidad es cuando se trate de adquisiciones de insumos, o bien los gastos de viáticos.

En estas circunstancias, un comprador de una empresa o un trabajador puede hacer un pago con su dinero para cubrir ese gasto para considerarlo como viáticos, para solicitar que la factura se saque a nombre de la persona moral o física para la cual están destinadas estas compras siempre que se cumplan con los requisitos que la Resolución Miscelánea Fiscal establece en su norma 2.7.1.13.

Allí se determina que para que una persona pida una factura a nombre de otra tiene que proporcionar los datos fiscales del interesado en recibir el documento, a cambio de que se le reembolse el monto preciso que haya gastado en la adquisición al realizar las compras o pagos que se le solicitaron en primer lugar.

Pese a esto, la autoridad fiscal puede tomar en consideración estas prácticas como prácticas de evasión fiscal cuando no se cumplen los procedimientos, ya que encuentra estas acciones como muy parecidas a las que llevan a cabo las factureras, empresas que se dedican a simular operaciones y expedir facturas que otras entidades aprovechan para hacer deducciones de impuestos a la hora de realizar su declaración al SAT.













cj