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Lo que se tiene que aprender de los Países Bajos sobre el home office

El 14.1% de los neerlandeses trabajaba desde casa antes de la crisis provocada por el covid-19, Países Bajos es el país líder del teletrabajo a nivel mundial

Escrito en DINERO el

Ahora que nos estamos adaptando a la "nueva normalidad" tras la pandemia del coronavirus, algunos expertos predicen que la modalidad del trabajo a distancia ha llegado para quedarse.

Por lo que las compañías han tenido que diseñar soluciones de emergencia para que sus empleados puedan trabajar desde casa y esto ha hecho que muchos empiecen a preguntarse cómo van a readaptar el espacio en sus hogares y, en particular, cómo van a lidiar con el dolor de espalda.

Pero, para muchos otros el teletrabajo ya es parte de su día a día, como es el caso de los habitantes de Países Bajos, quienes gracias a la cultura de empleo flexible del país pueden enfrentar la jornada laboral sin necesidad de acudir a la oficina.

Y lo era incluso antes de la pandemia.

Países Bajos, líder del teletrabajo

El 14.1% de los neerlandeses trabajaba desde casa antes de la crisis provocada por el covid-19, mientras que en Estados Unidos sólo el 3.6% de los empleados usaban esa modalidad.

Países Bajos es, pues, el país líder del teletrabajo a nivel mundial, sólo seguido de cerca por Finlandia.

"Cuando comenzó la pandemia, de repente me vi instruyendo sobre el teletrabajo a mi esposa y nuestros vecinos", le dice Yvo van Doorn, un ingeniero que vive en Ámsterdam, a la BBC Mundo.

De un momento a otro estaba respondiendo preguntas sobre conexiones domésticas y videoconferencias. Fue revelador, porque yo daba estas cosas por sentado

Como él en su día, empresas de todo el mundo se han dado cuenta de que la transición hacia el teletrabajo no es fácil.

Pues configurar un sistema a distancia para los empleados que estaban acostumbradas a ir a la oficina, con las herramientas virtuales necesarias, y recalibrar la cultura laboral para mantener a los colegas conectados ha sido un cambio significativo para muchos.

Sin embargo, en los Países Bajos el cambio ha sido menos drástico.

"Los neerlandeses tuvimos ciertas ventajas cuando entramos en el confinamiento", señala Van Doorn.

Somos afortunados, porque el 98% de los hogares del país tiene acceso a internet de alta velocidad y aquí se da la combinación correcta de tecnología, cultura y enfoque para que el trabajo remoto sea exitoso. Lo que valoran es lo que aporto al trabajo, no que me siente nueve horas al día en un escritorio

La cultura de trabajo

Mientras imaginamos cómo será el futuro pospandemia, muchos hemos empezado a valorar las ventajas de laborar al modo neerlandés.

Una encuesta llevada a cabo recientemente en EU concluye que el 59% de los que están trabajando desde casa quieren continuar haciéndolo más allá del confinamiento.

Empresas internacionales como Twitter y Barclays ya han adelantado que los amplios espacios de oficinas tal vez sean cosa del pasado: ambas empresas han dado señales de que sus empleados ya no tendrían que trasladarse hasta una oficina a diario y que planean una política a largo de plazo para que estos ejecuten sus labores desde casa una vez que la pandemia acabe.

(Foto: Pixabay)

Reorganización del trabajo en el mundo

Con el ejemplo de los Países Bajos, que incluye un admirable nivel de confianza en sus trabajadores y un entendimiento de las estructuras digitales que se necesitan para sustentar el trabajo remoto, otros gobiernos miran hacia allí mientras establecen sus planes a futuro.

Muchas naciones están luchando contra la cultura del presentismo. Por ejemplo, en Reino Unido un 83% de los empleados ha reportado haber sentido presiones en sus lugares de trabajo para presentarse en la oficina sin importar si su salud física o mental lo permite.

En EU cerca del 15% de las casas no tiene internet de fibra óptica. Uno de cada cinco empleados se siente culpable de haberse ausentado de la oficina y preocupado de que esto lo pueda hacer ver como que está menos comprometido con su trabajo.

Mientras que los Países Bajos cuenta con una combinación de infraestructura adecuada, inversión en el futuro digital y cultura de confianza que la convierte en un modelo aspiracional, las compañías en otras partes del mundo.

(María José Pardo)