Organismos internacionales y bancos mundiales han vigilado de cerca el crecimiento de México y el manejo de las políticas económicas de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Existen bancos que han reducido hasta cinco veces sus expectativas de crecimiento argumentando que existen incertidumbres en las políticas del gobierno entrante.
A continuación, te decimos qué organismos y bancos han reducido sus expectativas y cuáles son sus razones detrás de esto.
Fondo Monetario Internacional
El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó, por quinta ocasión en 12 meses, sus expectativas de crecimiento económico para México en 2019 a 0.9% desde 1.6%; para 2020 dejó su pronóstico en 1.9%.
Argumentó que su revisión a la baja es producto de las rebajas en las calificaciones crediticias de México. El pasado 5 de junio, la agencia calificadora Fitch Ratings recortó la nota de la deuda soberana de México a largo plazo a “BBB” desde “BBB+” ante un mayor riesgo del país agravado por las amenazas externas por las tensiones comerciales.
También que la inversión en el país continúa siendo débil y que el consumo privado se ha desacelerado como resultado de la incertidumbre en torno a “políticas, el deterioro de la confianza y el aumento de los costos de endeudamiento”.
La inversión sigue siendo débil y el consumo privado se ha desacelerado, como resultado de la incertidumbre en torno a las políticas, el deterioro de la confianza y el aumento de los costos de endeudamiento, que podrían seguir aumentando tras la reciente rebaja de la calificación soberana”, expone el informe Actualización de las Perspectivas Económicas Mundiales del FMI.
Banxico
Analistas privados consultados por el Banco de México (Banxico) recortaron, a inicios de julio, la expectativa para crecimiento desde 1.32% a 1.13% para el cierre de 2019. Igualmente redujeron la estimación para 2020, de 1.72% a 1.66%.
Los especialistas aseguraron que lo que podría obstaculizar el crecimiento económico en los siguientes seis meses sería la incertidumbre política interna y los problemas de inseguridad pública.
S&P
También a inicios de este mes, S&P Global Ratings recortó su expectativa de crecimiento a 1.3 por ciento desde 1.6% para 2019; mientras que para 2020 el pronóstico fue recortado a 1.8% desde 1.9%.
La calificadora afirmó que uno de los factores que jugarán en contra del crecimiento en la economía es la caída en la producción petrolera.
“La continua caída en la producción petrolera y el debilitamiento del sector servicios son los principales factores detrás de la desaceleración del ritmo de crecimiento de 2 por ciento en 2018”, aseguró en un informe la calificadora. “Los asuntos políticos internos, así como la continua incertidumbre sobre los aranceles al comercio, reducirán el crecimiento económico de México este año”.
Agregó que, si bien continuaría la incertidumbre de las políticas públicas en la administración de Andrés Manuel López Obrador y que eso reducirá la inversión del sector privado, el peor escenario es que la economía mexicana apenas crezca 0.8% este año y 1.2% en 2020.
Bancos también reducen sus expectativas
Especialistas consultados por el banco Citibanamex recortaron, por quinta ocasión, las expectativas de crecimiento en 2019, al colocarla en 0.9% desde 1.0%, este lunes.
Asimismo, BBVA y Bank of America estiman un crecimiento del 0.7 por ciento; mientras que Banorte disminuyó su expectativa de 1.5 a 0.8 por ciento.
Un análisis de Banorte reveló que la economía enfrenta retos como la suspensión de obras en la Ciudad de México y la lenta reactivación de proyectos de inversión del sector privado, que se han visto afectados por la falta de generación de confianza.
Estimamos que estos dos factores restarán 70 puntos base adicionales al PIB de 2019, resultando en nuestro nuevo pronóstico de 0.8 por ciento. Para 2020, consideramos que el gasto gubernamental podría normalizarse y que los programas sociales de la administración proveerán impulso al consumo, entre otros factores”.
El banco de inversión JPMorgan revisó a la baja su pronóstico de crecimiento desde el 1% a 0.9%.
Esto tras detectar que la debilidad expuesta en el PIB durante abril y agregó que el sentimiento de la disputa arancelaria y de migración entre México y Estados Unidos se verá reflejada en junio.
Sin embargo, el banco identificó como positivos los últimos datos comerciales y manufactureros del país, demostrando que la economía mexicana no está en riesgo de una recesión técnica.
Reconoció que las ventas minoristas crecieron en abril y registran un aumento de 4% en el segundo trimestre. También crecieron en abril y mayo las importaciones intermedias no petroleras.
cmo