Main logo

Las 5 tendencias en la economía global y su impacto en la política

Los resultados del Índice Global de Competitividad 4.0 y el sistema de puntuación de los países explica el desarrollo en la economía global que los actores políticos, empresarios e individuales deben entender

Escrito en DINERO el

El Informe Global de Competitividad 2019, que es una brújula económica necesaria, que se apoya en 40 años de experiencia de análisis comparativo de los impulsores de la competitividad a largo plazo e integra los últimos aprendizajes sobre los factores del futuro de la productividad.

El Índice Global de Competitividad 4.0 está organizado en 12 pilares: instituciones, infraestructuras, implementación de las TIC, estabilidad macroeconómica, salud, habilidades, mercado de productos, mercado laboral, sistema financiero, volumen de mercado, dinamismo empresarial y capacidad de innovación. El índice tiene un sistema de puntuación que varía del 0 al 100, siendo la “frontera” (100) el estado ideal para cada indicador. 

Los resultados del Índice y el sistema de puntuación de los países están diseñados para ayudar a evaluar su desempeño comparándolo con su propio historial y el de otros de su misma zona o ingresos. Igualmente, el informe también explica el desarrollo en la economía global que los actores políticos, empresarios e individuales deberían entender y gestionar de forma proactiva.

Pero, ¿cuáles son las 5 tendencias en la economía global que ha revelado el Índice de Competitividad Global 4.0 en 2019 y cuáles son las implicaciones para los actores políticos?

1.

Los últimos 10 años los líderes mundiales han tomado acciones rápidas para mitigar lo peor de la crisis financiera, pero esto de manera individual no ha sido suficiente para impulsar el crecimiento de la productividad: Desde la Gran Recesión, los actores políticos han mantenido la economía global a flote principalmente a través de políticas monetarias flojas y poco convencionales. Pero a pesar de la masiva inyección de liquidez - los cuatro bancos centrales más importantes inyectaron 10 billones de dólares entre 2008 y 2017 - el crecimiento de la productividad ha continuado a estancarse durante la última década.

2.

Con las políticas monetarias perdiendo fuerza, los actores políticos deberían sacar y expandir sus herramientas para incluir una serie de políticas fiscales, reformas e incentivos públicos: La exclusiva - y tal vez excesiva - confianza en las políticas monetarias ha significado también que las políticas fiscales hayan dejado de usarse tanto, como reflejo de un declive constante en la inversión pública global. A pesar de los bajos costes de los préstamos, el sector público no ha avanzado en las inversiones (los gastos del gobierno como parte de una formación capital fijo en los Estados Unidos fue de 18,3% en 1995 y 15,7% en 2016, en Francia fue del 21% en 1995 y del 15,4% en 2016) en parte debido, en algunas economías avanzadas, a la preocupación por la sostenibilidad de la deuda pública (la deuda pública para el ratio del PIB ha alcanzado el 237% en Japón, 121% en Portugal y 132% en Italia).

3.

La adopción de las TIC promoviendo la integración de la tecnología es importante pero los actores políticos deben invertir en paralelo en habilidades de desarrollo si quieren ofrecer oportunidades para todos en la era de la Cuarta Revolución Industrial: Mientras muchos mercados aventajados y emergentes están abrazando las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial, encontrar un equilibrio entre la integración tecnológica, la inversión en capital humano y el ecosistema de innovación será crítico para mejorar la productividad en la próxima década. Con las herramientas y la formación adecuadas, los trabajadores serán los agentes que adopten, conduzcan y realcen el potencial de la tecnología, en vez de verse desplazados por ella. Invertir en las personas no puede ser una idea tardía, es fundamental construir un bloque de crecimiento y resiliencia a la Cuarta Revolución Industrial. De todas formas, aunque las publicaciones científicas, solicitudes de patentes, el gasto en I+D y las instituciones de investigación son aspectos bien establecidos para el desarrollo de la innovación, no son suficientes.

4.

La competitividad es clave para mejorar las condiciones de vida, pero los actores políticos tienen que observar la velocidad, dirección y calidad del crecimiento juntos para el comienzo de los años 2020: El crecimiento económico sostenido sigue siendo crítico para la salida de la pobreza y un conductor principal para el desarrollo humano y las condiciones de vida. Aún así, no es suficiente si buscamos las soluciones para los retos más grandes de la próxima década: construir una prosperidad compartida y gestionar la transición hacia una economía verde. Los datos en el informe muestran un crecimiento notable en la concentración del mercado en las economías emergentes y avanzadas (las evaluaciones de los líderes empresariales de la competencia del mercado en los últimos 10 años ha descendido un 15% en los Estados Unidos y un 12% en Alemania).

5.

Es posible que una economía crezca de forma inclusiva y sostenible con el medio ambiente, pero necesitamos que más líderes visionarios posicionen las economías en esta trayectoria win-win-win: Los aparentes intercambios entre factores económicos, sociales y medioambientales pueden emerger por un punto de vista a corto plazo del crecimiento pero ser mitigados al adoptar un enfoque del crecimiento holístico a largo plazo. Algunas economías ya están consiguiéndolo, como Suecia, Dinamarca y Finlandia que no sólo se han convertido en las economías más avanzadas tecnológicamente, innovadoras y dinámicas en el mundo, además ofrecen mejores condiciones de vida y protección social, están más unidas y son más sostenibles que sus pares en niveles similares de competitividad.

MJP