Main logo

La salida de capitales, ¿es un factor que debería preocuparnos?

En el país hay ambiente de incertidumbre, y la tendencia de salida de capital extranjero podría tener efecto negativo en la economía de los que menos tienen

Escrito en DINERO el

En lo que va del año se fugaron 123 mil 835 millones de pesos en valores gubernamentales, debido a que los inversionistas extranjeros decidieron vender para buscar opciones más rentables. La cifra equivale a siete mil 39 millones de dólares.

Según los registros del Banco de México (Banxico), al cierre de 2020 inversionistas foráneos tenían en su poder deuda del gobierno por un billón 891 mil millones de pesos, la cual bajó a un billón 766 mil millones de pesos al 31 de mayo pasado.

Lo anterior significa que en lo que va del año los extranjeros han reducido en 6.5 por ciento la inversión que tienen en el país por medio de deuda nacional.

De acuerdo con Jannet Quiroz, subdirectora de análisis económico de Monex, la salida de capitales registrada durante los primeros cinco meses del año obedece a un repunte en la percepción de riesgo entre los inversionistas, sobre todo al inicio de año.

La cantidad va en aumento y se aceleró debido a la pandemia. En 2020 salieron 257 mil 239 millones de pesos (18 mil 896 millones de dólares); y desde el máximo histórico alcanzado el ocho de febrero de 2019, cuando los inversionistas extranjeros tenían dos billones 273 mil 928 millones de pesos en valores gubernamentales (119 mil 121 millones de dólares), hasta la fecha, se fueron 506 mil 715 millones de pesos (31 mil 173 millones de dólares).

¿DEBEMOS PREOCUPARNOS?

Antonio Sandoval, analista económico dijo que la salida de capitales entre 2020 y 2021 ya es un factor que debería preocupar a muchos. Hasta el momento el fenómeno ha tenido efectos limitados en el indicador que más pega, en el tipo de cambio, debido sobre todo a que la paridad cambiaria se mantiene “a flote” por la llegada de remesas, las operaciones diarias de swaps de los inversionistas nacionales y extranjeros, así como el aumento de las exportaciones.

En su columna en Alto Nivel dijo: "Pero todo tiene un límite. Lo que empezó en 2020 como un claro efecto de la debacle económica en México y el mundo debido a la covid-19, se ha extendido a este año pese al rebote del PIB, que se espera de entre 5 y 6 por ciento. La salida de capitales confirma que el tipo de cambio no siempre es un buen referente sobre la trayectoria de la economía, los capitales de los inversionistas, sobre todo en valores gubernamentales se han ido, y el peso está relativamente sólido".

La salida acumulada entre el año pasado y este 2021 ya es de 21 por ciento. En todos los meses de este año se ha registrado salida de capitales, una tendencia preocupante por el contexto actual de recuperación.

Las remesas se han vuelto un paliativo muy valioso ante este éxodo del dinero de inversionistas que tenían en valores del gobierno.

Por su parte, Manuel Díaz Mondragón, presidente del Instituto de Asesoría en Finanzas Internacionales explicó a La Silla Rota que si continúa esta tendencia a movilizar recursos, podría generarse una devaluación abrupta lo que significaría un aumento rápido de las tasas de interés, cierre significativo de empresas, pérdida de empleo y alza en precios.

"De seguir la tendencia de fuga de capitales, no controlar la inflación ni tener una política clara en materia económica que permita retener capitales sí debería ser un tema que pueda afectar a la economía de las personas, principalmente los de más bajos recursos", dijo.

El especialista destacó que el capital genera ingresos a nuestro país que permite hacer actividades productivas y cumplir con compromisos financieros, y una balanza comercial deficitaria imposibilita poder enfrentar cualquier devaluación económica y entonces se tendría que aumentar precios de manera acelerada y tener desempleo.

¿Por qué se van?

De acuerdo con Antonio Sandoval, es probable que los inversionistas foráneos estén alejándose, al menos momentáneamente, del mercado mexicano debido a la serie de ajustes en política económica que han deteriorado la confianza de los inversionistas en general, especialmente en sectores como el energético. También afectan el aumento de la inflación, el doble de la meta del banco central mexicano, y las expectativas de mayores aumentos en las tasas de interés.

Al respecto, Manuel Díaz Mondragón destacó que el reciente anuncio de la nueva empresa de gas del gobierno y la más reciente compra de Deer Park son decisiones que crean ambiente de incertidumbre entre los inversionistas.

 

 

 

cj