Este jueves la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés) publicó su índice mensual de la variación en los precios de la canasta básica de alimentos alrededor del mundo, el cual, resultó ser el más alto desde septiembre del 2017.
El cálculo de la FAO contempla los costos de mercado de grupos de productos que incluyen cereales, oleaginosas, productos lácteos, carne y azúcar.
Según el informe de la FAO durante noviembre de 2019 el índice se mantuvo en un promedio de 177.2 puntos, 2.7% más respecto a octubre pasado y 9.5% más que en el mismo período del año pasado.
En este sentido la organización destaca que el alza en los cárnicos (cuyo antecedente similar remite a mayo de 2009) y oleaginosos (productos de los que es posible extraer un tipo de aceite) “empujaron” la subida de los precios.
En cuanto a los primeros, el aumento fue de 17% a tasa anual, se detalla. Cambio derivado de una fuerte demanda ante un escenario de "escasez de disponibilidades exportables".
De acuerdo con la Administración General de Aduanas de Pekín, el gigante asiático triplicó sus importaciones de este tipo de productos provenientes de Brasil, mientras duplicó sus compras en Argentina. La mitad de los recursos de este área que China importa, proviene de Latinoamérica.
A nivel mundial, la producción de carne es casi cinco veces más alta que a principios de la década del 60, pues pasó de 70 millones de toneladas a más de 330 millones de toneladas en 2017. Sin embargo, la demanda es creciente y rebasa la capacidad de la oferta.
En cambio, las plantas oleaginosas, presentaron un incremento en los costos de la soya, colza y girasol. El aumento má marcado se ubica en la cotización del aceite de palma o palma oleaginosa.
"El aumento de los precios fue provocado por la reducción de la producción en los principales países productores antes de lo previsto unido a la solidez de la demanda mundial de importaciones (de la planta)", menciona la organización.
Sin embargo, a partir de 2020 podría darse un aumento incremental del precio de las oleaginosas.
Además, la Unión Europea advirtió sobre la deforestación provocada a raíz de la tala de la palma, la cual llega a darse dentro de zonas que eran reservas federales, por lo que el giro sería “insostenible”.
djh