El sector privado y especialistas consideraron que le faltan detalles por ajustar al plan propuesto por el gobierno de México para el reinicio de actividades económicas en el país.
Enoch Castellanos, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) dijo que fue positivo la incorporación de los sectores automotriz, construcción y minería a la lista de los esenciales.
Sin embargo, aseguró se debió tomar en cuenta la voz de la academia e industriales para añadir al sector cervecero y plantear un programa de apoyo económico para las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) para solventar gastos de medidas de prevención sanitarias.
“Una empresa hizo pruebas al 100 por ciento de sus trabajadores y encontró que el 25 por ciento estaba contagiado, pero era asintomático, esto habla de lo importante que es aplicar las pruebas para evitar rebrotes en los centros de trabajo”, apuntó Castellanos.
Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) consideró que falta claridad en el plan, en especial, en aspectos como los criterios que determinarán el color del semáforo de advertencia.
Es por eso que pidió claridad en temas como los criterios que determinarán en qué color del semáforo de advertencia se ubica cada estado, lo que es relevante para conocer cómo es que una localidad podrá pasar de una fase a otra y faltó especificar si dicho semáforo será definido a nivel municipal o estatal.
“Las empresas requieren de especificaciones claras para poder prepararse para reiniciar actividades inmediatamente después de que lo dicten las autoridades sanitarias”, dijo el empresario.
La Coparmex coincidió en la necesidad de que la reapertura esté acompañada de una aplicación intensa de pruebas para poder aislar nuevos casos y cadenas de contagios.
Recordó que México está realizando 0.4 pruebas por cada mil habitantes, la cifra más baja entre los países de la OCDE.
En tanto, José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, aseguró que el plan puede ser un respiro para algunos negocios, pero que aún hace falta un plan de reactivación económica que ayude a las empresas a mantener el empleo tanto formal como informal.
“Parece que el gobierno todavía no considera oportuno presentar estrategias de banca de desarrollo, estímulos fiscales o de regulación que permitan dar un apoyo a las empresas”, dijo.
Carlos González Tabares, director de análisis de Monex, dijo que es buena señal que se contemple una reactivación económica, pero el plan luce desarticulado.
“Es una noticia positiva (el anuncio de reactivación), pero en el cómo se está haciendo me parece que sigue habiendo bastantes dudas, podría estar desarticulado respecto al anuncio que han hecho otros estados, creo que hacen falta muchos detalles y tener mayor certeza que hacia delante no se pueda caer en un rebrote de casos, tiene que ser muy prudente la reapertura”, explicó.
Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica Presupuestaria, dijo que una de las ventajas de las tres etapas del plan de reapertura es que permitirá palear, aunque sea un poco, el daño económico que ya se percibe en el país.
“En ese sentido me gusta la estrategia, pero me gustaría más un plan de reactivación. Hay que considerar lo que sucedió en Chile, donde hicieron la apertura con criterios más cuidadosos que los de México, pero hubo un rebote significativo de contagios”.
Con información de El Financiero y El Economista
(Mauricio Oblea)